Compromiso!

Los gritos de su esposo, y los movimientos de su cuerpo ocasionaron que la mamá de la joven se despertara pero respiró aliviada de ver a su hija aun durmiendo, pero no duró mucho ya que el señor no paraba de moverlas y de gritar. 

- Ya despierten- 

- Debemos hablar- dijo Bernard tratando de sonar amable con su esposa, pero ya todos sabían que en él no había amabilidad, para nada. 

- Si- Dice la esposa mientras se talla los ojos. 

Ambos salen de la recamara de Itze

- ¿lograste arreglar algo con el inversionista querido?- Dice él con un tono amoroso.

- Tiene una condición?- dijo él fingiendo tristeza.

- ¿Qué condición?- preguntó su mujer al instante

- Quiere tener a nuestra hija como su mujer, ¡ hice un trato con él!- la cara de la mujer se volvió de decepción esa cara solo aparecia cuando él golpeaba, y no quería que su hija viviera un matrimonio sin amor.

-No puedes vender a tu hija, ella está pasando por un mal momento justo ahora - Empieza a gritar la señora.

- El vendrá en 2 horas así que más te vale que vayas preparando a nuestra hija para la visita!- dijo él con desprecio.

- Noooo voy a obligar a nuestra hija a esto!- Le grita..

- Se va a ser lo que yo diga arreglala bonito o te moleré a golpes- Le ordena a su esposa.

La señora comienza a caminar en dirección al cuarto de su hija.

- Mi amor, despierta cariño- Si mamá le da pequeñas palmadas en la espalda para que se despierte

- Mamá ¿qué sucede?-pregunta la joven 

-Tienes que darte un baño y alistarte!-Dice la mujer con desánimo.

- ¿Por qué mamá?- la chica no sabía qué sucedía ni tampoco quería salir de su cama.

- ¡Hoy vendrá un inversionista de tu padre!- respondió la mujer.

- ¿Y eso que tiene que ver conmigo?, me siento muy mal!-

A la joven nunca le ha gustado interferir en los negocios de su padre y tampoco le ha gustado que su hija sepa del negocio familiar.

- tu padre se molesta si no bajas!- Dice la señora con una débil sonrisa.

- Está bien me iré a bañar- dijo la chica nada convencida

Mientras la mamá deja a su hija para que se aliste se escucha el timbre y la señora al estar cerca de la puerta la abre.

- Buenas tardes!- Pronunció la señora, pero el joven que estaba frente a ella no le causó confianza había algo en el que no le gustaba algo oscuro que alguien con sus sentido como madre trataba de reconocer.

- Hola buenas tardes, me llamo Edward vengo de parte del señor Bernard– Saluda Ed con gentileza, pero la señora aun lo miraba con desconfianza.

- ¿Usted es el joven que quiere a mi hija?- Preguntó la señora con molestia.

- ¿Usted es la señora de Bernard?- Eso él ya lo sabía, conoce cada pequeño o gran detalle de la familia de su mujer.

- Por favor que desista con mi hija- Dice la señora en forma de súplica 

- Señora, discúlpeme, pero el trato ya está cerrado con el señor Bernard- dijo Ed con una ligera sonrisa.

La señora se molesta.

- No voy a permitirle que le haga daño!!- Le grita.

- Usted no me va a decir que tengo que hacer, yo a su hija le haré lo que me venga en gana.- respondió él en voz fría.

La irá empieza apoderarse de él tiene que desquitarse de alguna manera o con alguien.

La señora vuelve a levantar la mano para abofetear de nuevo al joven más él la sostiene en el aire.

- ¿Enserio va a golpearme de nuevo?, usted no tiene el poder para alejarme de su hija!- dijo él mientras sostenía la mano de la mujer en el aire.

- Mamá,. déjala!!- gritó la joven alejando a su mamá de él.

- ¡Ella quiso golpearme!- Dijo Ed dándole una sonrisa tanto a madre como hija .

- ¿Se puede saber qué sucede aquí?- preguntó la joven. mas su padre llegó y Ed giro su vista a el señor bernard. 

- Nada, solo que he decidido retirar la inversión con su empresa, su esposa me ha golpeado y su hija, su hija ella… necesita modales, si fuera mia la educaria mejor, o la haría hacerlo a la fuerza.-

- No por favor, discúlpate mujer con él, él nos va a salvar la compañía!- Dice el señor con irá, agarrando a su esposa del brazo con fuerza.

- El se convertirá en nuestro yerno te guste o no!- Grita el señor

- ¡Que papá eso no es verdad, papá no!!- Exclamó la pequeña mujer con lágrimas, salió corriendo y entró a su habitación “casarse con su violador no era lo que ella quería”.

- Iré a hablar con ella- Dice el señor  a Ed.

- ?Cree que puedo hacerlo yo? ,de todos modos ella será mi mujer creo que deberíamos de conocernos mejor!- Dice Ed

-  ¡Sí claro subiendo las escaleras a la primera puerta!- El señor le indica la habitación de su hija y Ed sube.

La puerta está entreabierta y el joven ve a la joven recostada boca abajo en su cama.

El entra y cierra la puerta

- ¡Mamá quiero estar sola!-Dice la chica dándose vuelta en la cama.

Cuando menos se da cuenta Ed está sentado aún lado de ella en la cama.

- ¿Ya terminaste?- Le dice a la joven e indefensa chica.

- ¿por qué mi papá dijo eso?- Dice la chica queriéndose levantar de la cama.

El la jala y la recuesta de nuevo en la cama subiendo arriba de ella.

- Te dije que nos veríamos esta tarde, tú me perteneces, por cierto vendrá un doctor a revisar que eres virgen- Dice él con una sonrisa.

- Sabes que ya no lo soy, déjame o gritaré!- Dice la joven decidida.

- Vamos niña hazlo, no olvides que tengo poder sobre la empresa de tu padre-

- A mi no me importa esa maldita empresa,- ella trató de empujarlo pero con su acto sólo logró que él la aprisionara aún más.

- ¿Ha no te importa?, qué pasaría si una persona con un resfriado se acerca a tu hermano, él podría morir en cuestión de horas ¿qué tan bajas están sus defensas?-  Ed levantando la barbilla de la chica y la besa con salvajismo.

- ¡Déjame por favor!- Dice la chica, empujándolo y bajando de la cama.

El la alcanza a agarrar antes de que abra la puerta y la avienta contra la pared con fuerza.

La chica se queja del dolor que sintió en su espalda al ser golpeada contra la pared.

- Será mejor que no grites- Le dice.

El agarra sus manos con fuerza por encima de su cabeza y la besó de nuevo, muerde su labio inferior la carga y la recuesta en la cama.

- ¿Por qué me haces esto?- Dice ella con lágrimas.

Él le quita el vestido también su ropa interior, se quita su camisa y baja sus pantalones, la lucha de la chica es insuficiente para que él deje de besarla y acariciarla, él la tiene amenazada con su pequeño y dulce hermano.

- Grábate algo en tu cabeza, tú eres mía, si alguien más se atreve a tocar o a mirarte con deseo lo mataré!- Le dice él mientras mete con fuerza su hombría en el interior de la chica. - No grites- Le dice..

El dolor que siente la chica en su interior es muy intenso, no ha tenido ni un momento de descanso, su cuerpo está cansado y adolorido.

El la toma hasta que se cansa haciendo estallar su deseo dentro de ella.

- ¿Por qué?- decía el pequeño cuerpo de la chica debajo del pesado cuerpo del joven.

Él le quitaba los mechones de la cara.

- ¡No sabes cuánto te odio!- Le decía él con voz ronca. - ¡Más te vale que te controles o  te castigaré!-

Él se puso en pie y se vistió.

- ¡Será mejor que bajes!- Le dijo sonriendo.

- ¡Te odio!- Le decía una y otra vez la chica.

- Te doy permiso de odiarme pero de mi nunca te librarás!- Le abre la puerta de la recámara y baja las escaleras.

Mientras la chica con dolor trata de levantarse de la cama, las sábanas están manchadas con un poco de sangre él la lastimó mientras la tomaba con dureza.

- Hasta que te dignas a bajar- Dice su padre apenas y la ve.

Su madre no puede evitar ver qué algo raro pasa con su hija.

- la cena está lista- Dice una de las empleadas de la casa.

Se sientan a la mesa mientras Ed y Bernard hablan de negocios la joven y su madre permanecen en silencio,  la joven tiene sus pensamientos en otro mundo o quizá en otra galaxia.

- ¿Bien hija cuando te quieres casar?- ella no lo escucha.

- Itzel Mo. ¡Te estoy hablando!- Gritó el señor haciendo que la chica brinque de la silla.

- ¿Qué papá?- Dice ella un poco confundida.

- La boda qué día será, por lo regular las mujeres escogen ese día!- Dice su padre con firmeza en sus palabras.

-Yo..- Ella traga aire y lo suelta - Que lo decida el joven Ed-  aunque lo que quería decir era ya que me muera.

- En dos semanas- Dice Ed  sin siquiera pensar.

- No cree que dos semanas es muy pronto para una boda?- Dice la madre de la chica

- ¡No hay cosa que el poder del dinero no pueda hacer!- Las palabras de Ed son muy serias.

- ¡Muy bien en dos semanas será!- Dice su padre.

- Padre, madre y Ed no me siento bien, será mejor que me retire- Dice la joven.

- Yo también me retiro, señor fue un honor hacer negocios con usted! - Dice Ed levantándose  de la mesa.

- Vamos hija acompaña a tu prometido a la salida, mañana continuaremos con nuestra charla- dice Bernard mandando a su hija con el mismo diablo.

- ¡Me parece bien!- Dice Ed.

La joven pasa aún lado de él con rapidez y se dirige a la salida.

Ambos salen de la casa.

Él la jala de la cintura y la apega a él.

- Te veré mañana!- Le dice él y la besa - ¡Sabes a fresa!-

- Ya hice lo que usted pidió ¿podría dejarme en paz por lo menos estas dos semanas?- dijo la joven tratando de que él le cumpliera una semana de libertad.

- Eso es lo que quieres?-

- Si, se que terminado estás dos semanas seré su mujer de todas formas!- Dice la joven agachando la mirada.

- Veo que ya comprendiste que no puedes escapar de mí.verdad? Pero está bien te dejaré estas dos semanas además saldré de viaje, solo no quiero enterarme que coquetees con otros chicos o si no haré de la luna de miel un infierno para ti y para mí el paraíso- le guiñó un ojo

- Te odio- Le gritó la joven.

Él la atrae hacia él y la besa con salvajismos, muerde su labio al despegarse de ella.

- Mañana saldré de viaje, te veré antes-

El se aleja de ella y sube a su auto.

Ella lo maldice y le desea la muerte.

Entra a su casa, su padre le habla pero ella lo ignora por completo, entra a su habitación y  cierra con llave, toda la noche se la pasa llorando, recordando cada caricia que él le dio a la fuerza la forma en que la violó una y otra vez en solo un día.

Lo único que ella quiere es morir.

Más sabe que si se atreve a morir sin el permiso de él su hermano sufrirá las consecuencias y eso le duele mucho en su corazón.

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