Despedida

Después de la cena él regresa a su mansión, no podia dejar de pensar el lo delicioso del cuerpo de la joven, pero aun asi se quedo dormido y por la ma;ana siguiente. 

- Joven Ed, tiene varias llamadas de ciudad x– Dice el mayordomo sosteniendo el teléfono inalámbrico de la mansión.

- ¿Quien?- Dice Ed mientras sostenía las hojas de cálculo de su compañía.

- Su prometida- si Ed está comprometido con una de las empresarias más prestigiosas en Inglaterra.

- Si vuelve a marcar no le contesté - Ed sale de su estudio y se va a la cocina. -  saldré de Viaje a ciudad X por la tarde quiero que prepares el Jet privado y llama a Bernard que la reunión no será en su compañía, dile que vaya a las empresas Li-

- Si algo más Joven?-

- Si, quiero que contrates a alguien para que tenga vigilada a  Itzel has lo que te digo ya- Ordenó Ed.

Se encarga de terminar algunos pendientes en su casa y se prepara para salir a su compañía.

- ¿Joven saldrá?- Dice Luis.

- Si saldré, iré a la compañía a la reunión con Bernard de hay me iré de viaje quiero que te quedes aquí  en ciudad necesito que me informes cualquier cosa -

- sí joven que tenga un agradable viaje-

Ed sale de su casa sube a su auto y se dirige a toda velocidad a su encuentro con Bernard, Ed es un maniático del control, si el queda de una hora el trata de estar cinco o diez minutos antes. Odia las traiciones y es muy sanguinario, la última vez que alguien se atrevió a robar en su compañía aunque fuera una cantidad mínima mandó a golpear casi a muerte al señor y sus hijos fueron levantados por una casa hogar, la madre de los niños fue deportada y se le prohibió la entrada a la ciudad, hay mucha gente que lo odia, más nunca nadie se atreve a enfrentarlo, tiene tanto su negocio legal como otro en el bajo mundo, donde él es conocido como Carl Linin. Edward Li es su nombre legal, ante el gobierno  Carl está muerto hace más de 8 años después de que su hermano intento suicidio. Carl murió más Edward nació para el mundo, a muy baja edad el heredó la fortuna de su abuelo materno el señor Jacob Li, logro llevar en aumento su compañía todo para cuándo llegará el día de enfrentar a la familia Mo hacerlos pagar todo el mal que llevaron a su familia, envenenado por su madre la irá que sentía Edward por Bernard Mo y su esposa crecía más y más en el corazón de un dulce niño el cual era el pequeño Carl, cuando el vio a ese ángel con cabello dorado su corazón pudo sentir una paz enorme al ver cómo ella sonreía mientras comía su helado que el mismo le había comprado, pero las cosas buenas no duran para siempre, Edward al saber que el motivo del intento de suicidio había sido por causa de la misma niña hizo que el la odiara ahora no solo odiaba a los señores MO sino tambien a la misma niña que el había salvada de ser abusada por el intendente. Héctor el era su único amigo, tiempo después se enteró que era su hermano, el padre de Héc solía ser un hombre de escasos recursos o por lo menos eso es lo que se contaba, por lo tanto el señor Jacob Li nunca dejó que su hija se casará con el, Jacob solía ser un señor que no sólo miraba el potencial de las personas sino las riquezas de tales, logrando separar a su hija del padre de Edward, la cuál se encontraba con unos meses de embarazo, tiempo después el joven se casó y tuvo a Héctor.

- Buenos días Nairin, ¿ya ha llegado Bernard?- Pregunta él a su secretaria, la cual lo miró con asombro ya que él no acostumbra venir a la compañía.

- Buenos días joven Ed, no el aún no llega!- Dice la secretaría con encantó.

- Cuando llegue hazlo pasar a mi oficina.-

El joven entra a su oficina y hace algunas llamadas a socios, ya han pasado diez minutos de la hora programada para el encuentro con Bernard, y el aún no llega.

Después de cinco minutosse abre la puerta. 

- ¡Disculpe la demora! ¡Tuve algunos problemas para llegar!- Dice el señor en forma de disculpa.

- Sabe que la impuntualidad es intolerable sea cual sea la situación. ¿acaso no conoce los teléfonos?, mi tiempo es valioso y no pienso perderlo más hablaremos después del viaje!- Ed se pone en pie y empieza a caminar hacia la salida.

- ¿Qué? Joven no puede irse qué pasará con mi compañía usted se casará con mi hija pero aún no sé en qué términos hemos quedado.- El jala del brazo de Ed para detenerlo.

- Más le vale que me suelte, - Dice Ed con voz firme - Déjeme le recuerdo que soy el único que puede salvar su empresa, hablaremos de eso después del matrimonio!, además aún no se ha comprobado la pureza de su hija!-

- Mi hija aún es pura, le doy mi palabra!-

- Si de solo la palabra de pudiera vivir, hablaremos de su empresa después de la boda, ahora tengo que irme tengo que viajar!- Ed sale de la oficina dejando al señor dentro.

- MALDITA SEA! ?QUE SE CREE ESTE IDIOTA?, MÁS LE VALE QUE NO DEJE LA COMPAÑÍA ASI!- Dice, en voz alta al ver qué nadie lo está escuchando pero con lo que el no cuenta es que Ed tiene cámaras en su oficina y al ver todo lo que el ha dicho no puede evitar sonreír.

El sube a su auto y se dirige a la universidad.

Toma su celular y hace una llamada.

- Si quien habla?- Dice la chica del otro lado de la línea.

- Ven al estacionamiento, tienes dos minutos para llegar o iré por ti!- Dice él con autoridad.

- ¿De dónde sacaste mi número?- Dice la chica con un poco de temor.

- un minuto con cuarenta y ocho segundos, date prisa no me hagas perder el tiempo- Él cuelga la llamada y espera.

Después de casi dos minutos llega la joven algo agitada.

- ¡Sube!- Le dice él sin siquiera bajar del auto.

- ¡No quiero!- Dice ella.

- ¡Que subas te dije!!- Le alza la voz.

Ella termina por subir al asiento del copiloto.

- ¿Por qué me pediste que viniera?- Le dice ella.

- ?No puedo ver a mi prometida?, voy a salir de viaje solo quería despedirme para que no te olvides de mi!- Dice él con una ligera sonrisa.

- Tu crees que me olvidaría de ti?? después de todo lo que me has hecho- le grita ella.

- No deberías de gritarme, ¿acaso quieres morir?-

- Morir es mejor a ser tu mujer!-

Él la jala del brazo, la besa con salvajismos, la alza y la sube en su regazo.

- Sabes que puedo tenerte justo aquí?- Dijo él acariciando sus piernas.

- No, es el estacionamiento de la universidad no me toques!- Ella trata de alejarse de él pero sus esfuerzos son en vano.

- ¿No me darás mi despedida? no podré tocarte por dos semanas.-  Dice Edward mientras besa el cuello de la chica.

Ella siente cómo el bulto que se esconde debajo de su trasero empieza a crecer.

- ¡Por favor no! por favor te lo suplico!- Dice ella.

El la alza un poco en forma que el desabrocha su pantalón y deja en libertad su hombría, levanta la parte trasera de la falda de la chica hace a un lado sus bragas y mete su hombría en el interior.

- ¡Ya no gritas!?- Le dice él al oído.

- De qué serviría, ahora soy tu maldita esclava sexual ¿no?- dice mientras siente humedecerse sus mejillas, ya ni en la universidad estaba segura.

- Me alegra que sepas tu lugar-

El movía de arriba a abajo el cuerpo de la joven chica y de repente la hacía estocadas muy profundas en su interior, la joven no paraba de llorar más su boca no se abrió para emitir ninguna queja, sabía que era imposible escapar el hombre que solo la miraba como un objeto sexual. Mientras él entraba dentro de ella, ella solo se preguntaba si su vida siempre sería así, si su vida  iba a ser de está manera solo aprender a cerrar la boca y dejar que él la tomé día y noche de la misma forma, ella amaba a su madre pero nunca se vio viviendo las mismas bajezas que su padre hacía sufrir a su madre. Siempre pensó que cuando ella le entregará su virginidad a alguien sería por amor y no a la fuerza, que ella se casaría y tendría tres hijos, su vida iba a ser llena de amor y dulzura,que su marido la cuidaría como un vaso frajil más ahora su vida era muy diferente a como ella creyó una vez que sería. El termina por correrse dentro de la chica, ladeó su cabeza y la besa.

- Eres un maldito- Le dice ella después de que él se separa de sus labios.

- deberias de usar vestidos más largos no me gusta que nadie quiera lo que es mío!-

- Ahora controlarás mi forma de vestir?-

- Tal vez, vamos baja llegaré tarde a mi vuelo y si llego tarde no podré viajar así que tendré que quedarme a jugar un rato más contigo!- Dice él abriendo la puerta para que ella baje del auto.

- ¡Espero no volverte a ver!- dice ella con desprecio.

- No tuvieras tanta suerte cariño, ¿no olvidas algo?- dijo el.

-  No - respondió

- Mi beso!-

- No quiero!- Dice la chica

- Cuando me ha importado lo que quieras!- El la jala y la besó - largo-

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