Capítulo 6

Matthew

Estamos en exámenes finales,  en una semana terminamos el primer semestre, Dante y yo planeamos viajar a Manhattan, las cosas con Lia, van muy bien, un mes después de nuestra primera cita comenzamos a salir, sorprendentemente ella me beso primero, es una mujer con carácter y eso me encanta.

Planeo invitar a Lia para que venga conmigo a casa, quiero presentarle a mis padres.

- Buenos días preciosa. - Saludo a mi novia con un fugaz beso en los labios, ella me sonríe y me devuelve el beso.

- Buenos días Matthy - Odie ese mote que me puso, pero no quería que se sintiera mal, lo escogió para mi con cariño, así que trato de no darle mucha importancia a lo ridículo que suena.

- Lia, quería saber que vas a hacer en este receso, yo iré a Manhattan con Dante a ver a nuestras familias, y queria saber si querías venir unos días conmigo.

- ¿Conocer a tus padres? - Se sorprende pero parece incómoda, como si la idea le desagradara.

- Si no quieres lo entiendo, sólo lo decía, por si no tenías algo planeado y no queria separarme de ti.

- Matthy, es muy lindo de tu parte pero la verdad no me siento preparada, quizás ¿para final de año?

- Esta bien, cuando quieras.

Me molesto y mucho, por lo general estas cosas son lo que la mayoría de mujeres quieren que hagamos, no lo hacia por querer complacerla, de verdad quería que conociera a mis padres, a veces parece como si no le interesará mucho nuestra relación; mierda, parezco una nena quejándome por estas estupideces.

El viernes Lia vino a casa para ayudarme a hacer la maleta, viajaría el siguiente día en la mañana. al terminar de acomodar todo, me acuesto con Lia para pasar un momento los dos antes de llevarla al campus.

Abrazo por la espalda a mi hermosa novia y no resisto la tentación, esta mujer tiene un cuerpo precioso, acaricio su cintura, delineo su figura hasta su pierna y vuelvo a subir, me detengo en sus caderas y hago presión hacia mi para que sienta mi erec****.

- Matthy tengo que irme ya.

No le respondí, me levanté de la cama y me dirigí al baño, me moje un poco la cara para relajarme y salí. tome las llaves de mi auto y le dije que estaba listo. ella se levantó y salió de la habitación como si no hubiera acabado de rechazarme. La deje en el campus y regrese a casa.

...

- Matthew, yo no quiero sonar impertinente, pero hermano, estas perdiendo el tiempo con esa chica, al principio muy tímida muy tierna y ahora parece que evoluciono en una perra fría.

- Dante, si no fueras mi mejor amigo, te partiría la cara por insultar a mi novia.

- Si no soy yo quien te diga la verdad en tu cara, ¿quien más lo va a hacer?

Suspiro pesadamente y me recline en la silla, ya no se que pensar, no tenemos ni un año juntos y se comporta como si ya no le importara esto, creo que aprovecharé estos días lejos de ella.

Después de 3 horas de viaje, llegamos a nuestro hogar, Dante estaciona el auto, solo trajimos su auto, yo usaré el de papá si necesito salir. Baje mi maleta y cruce la calle.

- Nos vemos en la cena. - Le dije a Dante desde la puerta de mi casa; este solo asintió y entro a su casa.

En la puerta me recibe la señora Sam.

- Joven Matthew, Bienvenido casa. - Se hace a un lado para que pase, pero la extrañe tanto que no resisti en abrazarla, esta señora me ha cuidado desde que nací.

- Te extrañe mucho nana; ¿y mis padres?

- Yo también pequeño, sus padres no están en la ciudad, viajaron ayer a Atlanta, tu padre tenía una junta de socios con tus tíos.

- Debi avisar que venia, quería sorprenderlos... bueno, igual voy a quedarme 2 semanas, así que no importa. Nana cenaré con los Sallow, vine con Dante y quedamos en cenar juntos.

- Esta bien joven Matthew, que tenga buena tarde, suba a descansar.

Le sonrei y subí a mi habitación, guarde la maleta en el closet y decidí dormir un poco.

Me despierto desorientado, y recuerdo que estoy en casa, me doy un baño y me pongo un pantalón corto color beige, una camisa verde oliva y zapatillas blancas, quiero ver a mi princesa, la extrañe mucho y no quiero imaginar el berrinche que le hizo a Dante porque no fui a saludarla, me extraña que no me haya caído encima mientras dormía.

Salí de casa hacia la de los Sallow, toque la puerta y abrió Alessa, en menos de un segundo la tenía colgada rodeandome el cuello, la abrace y la carge, esta un poco más alta, más hermosa, se está convirtiendo en una preciosa niña, más de lo que ya es, entre a la casa aún cargando a Alessa, cerré la puerta con el pie y ella me soltó.

- ¿ Por que no viniste a saludarme?

- Princesa, llege muy cansado y me quedé dormido.

- Yo iba a buscarte cuando vi que Dante llego sin ti, pero no me dejo, me dijo que el viaje fue agotador y me hizo esperarte.

Rei, y con eso me confirmo lo que pensé al despertarme, había sido raro que no me haya ido a buscar, me imagine que Dante tenia que ver con eso.

- Pero ya estoy aquí, te extrañe mucho, ¿como va la escuela? - Ella sabe a que me refiero, no nos ha vuelto a decir si la siguen molestando o no.

- Pues, ya no me molestan mucho, solo hay dos niñas que dicen cosas sobre mi peso, pero ya no les pongo cuidado.

- Pues no deberías, esos cachetes que tienen son hermosos. - Le pellizco una mejilla y ella río; continuamos el camino hasta el comedor, allí estaba Dante y sus padres.

- Buenas tardes Señor y Señora Sallow.

- Bienvenido Matt, gracias a Dios llegaste, Alessandra estaba insoportable preguntando por ti.

- ¡Mamá! - Reprocha Alessa sonrojandose.

- Siento la tardanza, caí muerto cuando llege.

- Lo imagino, Dante también cayó rendido a la cama. - La señora Caroline me indica el asiento, como siempre Alessa esta en medio de Dante y yo.

- ¿Y como va la universidad muchachos? - Pregunta el señor William mientras comenzamos a cenar.

- Podemos decir que bien, almenos este primer semestre no fue tan malo, creo que Dante y yo nos acostumbramos rápido a los cambios.

- Habla por ti, quien no se acostumbra con novia. - Dice Dante.

Se escucha el sonido del metal contra el suelo, todos miramos a Alessa quien me mira sorprendida, me agacho rápidamente para recoger el tenedor que dejo caer, una de las jóvenes del servicio se acerco inmediatamente para resivir el tenedor, le agradezco y le sonrió.

- Alessa, ¿estas bien?.

- Yo.. yo no tengo hambre, - Dice esto y se levanta de la mesa. - Con permiso. - Dice y sube las escaleras.

- Va a comenzar de nuevo. - Dice Dante.

- Ve a hablar con ella Matt. - La señora Caroline me anima.

- Disculpen. - Me paro de la mesa y voy tras Alessandra.

Llego a la puerta de su habitación e intento abrirla, pero tiene seguro, tocó dos veces.

- Alessandra. - La llamo pero no responde.

Creo saber que le pasa, me duele verla así, desde el día en el que dijo lo que dijo en el restaurante, yo debí hablar con ella y aclararle todo, es muy pequeña aun para entender las cosas, lo que menos quiero es lastimarla.

- Alessa, ábreme porfavor. - Intento abrir pero no le ha quitado el seguro. - Princesa, ¿podemos hablar?.

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