Capítulo 9

Alessandra

Mientras leía la carta, tuve que poner una mano en mi boca para callar un sollozo, esta carta es hermosa, Matthew es hermoso.

- Quiero ver el resto. - Le digo a mi hermano y este sonrie.

Bajo rápidamente y entro a la sala de estar, freno en seco, no puedo creer lo que veo, la sala está llena de mis flores favoritas, Dulce julieta y Lisianthus blanca y morada. Miro hacia atrás y Dante esta con un teléfono en la mano y una sonrisa de oreja a oreja mientras yo soy un mar de lagrimas.

Regreso la mirada y veo un oso blanco enorme, con mi nombre bordado en dorado en una pata, corro hacia el y lo abrazo, es mucho más grande que yo, desde hoy dormiré todo los días con el.

- Sonrie mocosa. - Dice Dante poniendo el teléfono en mis manos.

- ¡Felicidades Princesa Hermosa! - Es Matthew en una video llamada.

- Matt muchas gracias, yo.. yo estoy muy feliz con todo esto, todo es hermoso.

- Me alegra muchísimo que te guste todo, sabes que te quiero mucho y para ti, lo mejor siempre. - Le sonrió y seco mis lágrimas con el dorso de mi mano derecha.

Como no enamorarme más de el con todas estas atenciones que tiene conmigo, se que el no me ve y no me verá jamás de la forma en que yo lo hago, pero no puedo evitarlo.

Nos despedimos porque el tenía que ir a clases y yo continúe con mi día, mis padres me regalaron mucha ropa y algunas joyas; Dante me llevó a cenar al mejor restaurante de la ciudad y me dio otra tarjeta con $10.000 porque no sabía sabía darme, ya que los juguetes no me gustaban y Matthew se le robo la idea del oso.

Dante volvió a la universidad al día siguiente, las flores se repartieron por toda la casa, y gran parte fue a parar a mi habitación. El oso se quedó conmigo en la cama y de allí nadie lo quita, para mí es como si fuera Matthew, esta noche que paso dormí abrazada a el.

El lunes llego y tenia que volver la escuela, no me sentía muy cómoda allí, tenia una amiga, pero el resto de las niñas de la clase solo se burlaban de mi por mi peso, decían muchas cosas referente a mi peso.

- Buenos días Ale. - Me saluda Melani. - ¿como pasaste tu cumpleaños?

- Mel, fue Genial, mi hermano pudo venir, me llevo a cenar y me regalo dinero, mis padres ropa y accesorios.

- ¿Y tu amor platónico? - Dice Mel con picardia en los ojos, ella sabe lo que siento por Matthew, por algo es mi mejor amiga, nos contamos todo.

- No pudo venir. - Le digo y pone cara triste. - Pero..

- Peroo..

- Me envió una carta hermosa, mando a llenar la sala de estar con mis flores favoritas y me regalo un oso blanco gigante. - Mel suspiro conmigo.

- Que suerte tienes, si no fuera tan mayor, dirá que también está enamorado de ti, pero sabemos que el solo te ve como su hermana pequeña, al menos tienes su cariño y preocupación por ti Ale. - Mi amiga me da ánimos, ambas sabemos que Matthew solo me ve como su hermanita.

- Lo se, me conformo con ser alguien importante para el, aunque sea de esa forma.

Mel me abraza, suena el timbre, y nos dirigimos a clase, entramos al salón y como siempre el grupo de tontas comienza a mirarme burlonamente y yo hago hasta lo imposible por ignorarlas. Otro día más, teniendo que aguantar a ese grupo de idiotas. Soportar a Valery todos los días es una pesadilla.

- Alessa, supimos que estabas de cumpleaños. ¿Si les quedó pastel de cumpleaños a tus familiares o te lo terminaste todo? - Como la odio.

- No te importa, dejala ya. - Dice mi mejor amiga. La miro agradeciéndole, mi vida escolar se ha vuelto más fácil desde que llego Mel ella es la mejor amiga del mundo.

Mi peso me acompleja y todas las burlas que hacen no me ayudan a sentirme bien conmigo misma, quizás esa sea la razón por la que Matt no me presta atención. Sonrio para mi misma, pero que estupideces pienso, Matt es un hombre mucho mayor que yo y como el dijo es como otro hermano para mi, probablemente tenga razón y yo sólo estoy confundida. Intento hacerme creer esas palabras.

Matthew

Haber visto a mi pequeña tan feliz con sus regalos de cumpleaños, me llena el corazón; Dante me contó que la pasó muy bien el resto del día.

- Tenias que haber visto su cara cuando leía la carta. - Se burla Dante.

- Pobre Alessa tener que aguantarte como hermano. - Le doy un golpe en el hombro y nos reímos.

- Yo soy el mejor hermano del mundo, pregúntaselo.

- Si le pregunto a quien prefiere de hermano, seguro me elige a mi.

- Imposible, a ti no te quiere como hermano. - Dante dice esas palabras sin pensar y deja de reírse al verme serio. - Vamos Matthew, es una broma.

- Ojala solo fuera una broma Dante, los dos sabemos que si Alessandra insiste, esto no acabara bien para ella.

- Ella ya lo entendió y ahora es muy pequeña, en un par de años conocerá a alguien de su escuela y olvidara los sentimientos que cree que tiene hacia ti.

- Aun esta muy pequeña para pensar en que tenga un novio Dante.

- Si te muestras así de celoso al mencionarte que Alessandra puede conocer a alguien, cualquiera pensaría que esos sentimientos que tiene ella hacia ti, son correspondidos.

- ¿Como puedes decir eso de una forma tan tranquila, te das cuenta si quiera de lo estúpido que suena, yo soy un hombre Dante, ella es una bebé, que clase de persona crees que soy?

- Olle, cálmate, solo estaba bromeando.

- Pues tus bromas son de muy mal gusto.

- Me largo, la señorita esta muy sensible hoy.

- Jodete.

Dante sale de mi habitación sin decir nada más, y en mi mente queda dando vueltas el comentario que hizo "Si te muestras así de celoso al mencionarte que Alessandra puede conocer a alguien, cualquiera pensaría que esos sentimientos que tiene ella hacia ti, son correspondidos."  No sé si mi actitud de verdad se preste para malentendidos y quizás esa sea la razón por la que Alessa se ha hecho todas esas ideas en la mente. Pero pensar en que salga con alguien es una locura, es una niña de 11 años, por Dios.

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