Capítulo 4

Matthew

El cumpleaños de Alessa llego 2 meses después del mio, mi pequeña princesa cumplio 10 años el 10 de agosto, los padres de Dante, el y yo preparamos una gran fiesta sorpresa para Alessa el viernes después de la escuela, nos encargamos de invitar a las amigas de su curso.

El viernes llegó. Al salir del colegio, esperamos como siempre a Alessa y la convencimos de ir por un helado; en realidad queríamos darle tiempo a sus amigas de llegar a casa y que nuestros padres terminaran los detalles.

2 horas después estába estacionandome en mi casa, salimos del auto y cruzamos la calle.

- Ehh.. ¿Matt tu no vas a ir a tu casa? - Dice mi princesa confundida.

- ¿Quieres deshacerte de mi? ¿no tengo derecho a pasar tiempo con mi mejor amigo? - Digo haciéndo un puchero y Alessa se ríe.

- Que infantiles - Dice Dante abriendo la puerta.

Dejamos que Alessa entre a la casa primero y nosotros detrás de ella, al cerrar la puerta todos salen y gritan "sorpresa". Alessa se queda quieta al ver a toda esa gente en su casa, tiene cara de no saber que pasa. Yo no pude resistir y solte a reírme, ella me mira como si quisiera matarme. La señora Caroline se acerca a su hija.

- Feliz Cumpleaños mi hermosa princesa. - Se abrazan y se dirijen al jardín, ahí está todo organizado, un gran bufete al aire libre y decoración temática de princesas.

Alessandra es idéntica a su madre, rubias y de piel muy clara, solo saco los ojos azul profundo de su padre, el señor William Sallow.

El resto de lantarde fue muy divertido, Alessa jugo mucho con sus amigas, tanto que termino dormida en brazos de su padre; salí con Dante a la calle y nos sentamos en las escalas de la entrada.

- Voy a extrañar todo esto, estos momentos únicos en familia. - Dice Dante con la mirada perdida.

- No nos iremos por siempre, volveremos a pasar tiempo con ellos. - Le digo dándole una palmada en la espalda.

...

Decidimos hacer un viaje a Cambridge para ver la casa que se rentara para Dante y para mi durante el tiempo que estemos en la universidad.

Es una hermosa casa de dos plantas gris, con varios ventanales que permite que tenga una iluminación natural, el vecindario es muy tranquilo, no quisimos quedarnos en el campus, y la verdad es que no pensamos unirnos a una fraternidad.

Estaremos concentrados en nuestros objetivos, y una fraternidad nos quitará tiempo con todas las locuras que se les ocurre a esa gente. No digo que somos unos Santos y nos quedaremos eternamente confinados en nuestra casa pero si nos divertirnos con moderación.

Al llegar a la casa, la agente inmobiliaria nos recibe para hacernos un tour. La casa se alquilara amueblada así que solo tendremos que traer ropa y objetos personales.

- Este es el living, al fondo podemos apreciar la amplia cocina y el comedor - Dice la joven mientras avanza por la gran casa.

- ¿Y las habitaciones? - Pregunta Dante.

- En esta planta hay una habitacion de invitados o de servicio, y cuenta con baño privado, en la planta superior hay 3 habitaciones más, sigamen por favor.

Subimos a la planta superior y encontramos un pasillo con con 2 puertas a cada lado y una al final.

- En la primera puerta a mano derecha está una habitación de invitados, no cuenta con baño privado, en la segunda puerta a mano derecha está la habitación principal.

- Mi habitación - Digo sin darle oportunidad a Dante de hablar, era una espaciosa habitación, con un gran guarda ropa y baño privado.

- Imbécil. - Resopla bajito Dante, pero asegurándose de que yo lo escuchará; nos reímos y continuamos.

- Esta puerta del final del pasillo da a un balcón y la puerta a mano izquierda es la 2da habitación más grande de la casa.

- La mía será... - Dice Dante inconforme.

- En esta primera puerta a mano izquierda hay un estudio, pueden adaptarlo para ambos.

- Genial. - Digo bajito para mi mismo, pero la agente inmobiliaria me escucho, me miró y me sonrió descaradamente, su nombre era Carla; sentí dos pequeñas manos enredarse en mi brazo llamando mi atención.

- Matthew - Me dice Alessa jalandome fuera de la habitación y mirando mal a Carla. Sonreí internamente y me deje guiar por esta pequeña celosa.

Siempre era así cuando alguna chica se acercaba a Dante o a mi, decía que no quería compartirnos con ninguna mujer.

Al final entonces decidimos que yo me quedaré con la habitación principal, es la más grande, y ya que yo fui quien encontró la casa, Dante estuvo de acuerdo, el se quedará con la segunda habitación más grande, ambas tienen baño privado, restan dos habitaciones más pero esas quedarán para la familia cuando vengan a visitarnos.

Salimos de la casa y aun tenia esta pequeña garrapata prendida a mi brazo, note que Carla no le hizo buena cara a mi pequeña y eso me molesto demasiado, no volví ni a mirarla, como puede comportarse así con una niña.

Nuestros padres firmaron unos documentos para oficializar el alquiler, ya daba medio día, así que fuimos a almorzar a un restaurante que quedaba cerca de ahí, organizaron una mesa estilo imperial para nosotros, ya que éramos 7 personas, nuestros padres tomaron las sillas de las cabeceras con nuestras madres a un lado de la mesa y frente a ellas estábamos Dante, Alessa y yo.

- Espero sepan comportarse, contrataremos al menos 2 personas para que les ayuden con la casa y ustedes se concentren en sus estudios. - Dice el señor William.

- Papá hablas como si nos fuéramos a mudar mañana. - Le responde Dante.

- No está demás darles desde ya concejos. - Responde mi madre.

- Es cierto, son jóvenes y 6 meses no son nada. - Responde la madre de Dante.

- Daremos lo mejor de nosotros. - Respondí.

- Lo sabemos, ambos son buenos chicos,se que nos harán sentir orgullosos. - Dice mi padre poniendo su mano en mi hombro.

- Es muy hermosa, - Dice de repente Alessa y todos volteamos a verla. - Cuando sea grande y encuentre un hombre para casarme, quiero vivir en una casa tan grande y hermosa como la de ustedes. - Dice Alessa mirándonos a Dante y a mi.

Al escuchar los planes de Alessa de encontrar un hombre para casarse, sentir que la sangre se me fue a los pies, y luego me subió ardiendo. Tenía comida en la boca y me atore, rápidamente tomé un vaso de agua para pasar la tos.

- ¿Pero que es lo que te pasa por la cabecita princesa? - Le dije con la voz ronca por la tos y lo más tranquilo que pude para ocultar mi molestia por sus palabras.

¿En que piensa esta niña? es muy pequeña para pensar en hombres y esas cosas. ¿Y por qué me enfadó tanto? Estoy siendo muy sobreprotector con Alessa... creo que me volví peor de celoso que el hermano. Miro a Dante y el solo se ríe.. ¿estaré muy paranoico?

- Pues yo no siempre voy a ser una niña pequeña, algún día me casare, tengo que encontrar a alguien... y ya que no me puedo casar contigo... - Lo último que dijo fue en un susurro que creyó que no escuché.

- ¿Qué? - Me mira sorprendida, su cara y sus orejas se ponen muy rojas.

- Na... nada..

- No escuché lo último que dijiste, lo susurraste. - Me mira y se nota el alivio en su rostro, prefiero no decir nada y cambiarle el tema, pero tendré que hablar con ella, no puede meterse cosas a la cabeza que después la lastimaran. Aún es una niña que cree en los cuentos de hadas.

- Que.. Dante me dijo que tienes novia.. y.. eh.. - Dijo Alessa tartanudeando.

- ¡Yo no he dicho nada Alessa! - Responde Dante y reímos todos.

- Dijiste que Matt estaba muy feliz porque conoció a una chica.

- No creas todas las tonterías que dice tu hermano princesa. - Dije riéndome del idiota de Dante.

Viajamos de vuelta a Manhattan, Alessa se quedó dormida en la parte trasera de mi auto, al llegar a casa Dante la saco y la llevo a dentro.

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