En los misteriosos bosques del Imperio de Thaloria, Zaida despierta en un carruaje, sin memoria y rodeada de desconocidos. Pronto se encuentra en medio de una lucha por la libertad liderada por la valiente princesa Ariadne y sus caballeros.
Pero su destino toma un giro inesperado cuando Zaida encuentra un misterioso collar y libera a Anika, una poderosa bestia divina encerrada en su interior. A medida que la relación entre Zaida y Anika se desarrolla, enfrentarán desafíos y complicaciones, mientras Anika se convierte en una fiel sirviente de Zaida.
Mientras descubre oscuros secretos y poderes ocultos, Zaida atrae la atención de varios príncipes del reino, cada uno con sus propios intereses y motivaciones.
Nota: está es una historia que salió de mi cabeza xd, pero probablemente sufra modificaciones, aún cuando ya esté publicado (es que soy mujer y no sé lo que quiero jajaja) que la disfruten :)
Extra: Contiene imagenes para una mejor imaginación :3
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CAPÍTULO 9 - Un Abrazo de Esperanza
Sophia no dudó en abrazar a Zaida, quien lentamente comenzaba a recordarla. El abrazo de su hermana mayor desencadenó una cascada de recuerdos en la mente de Zaida, trayendo a la superficie momentos olvidados y sentimientos enterrados.
Después de un momento, Sophia agitó la mano para llamar a su otra hermana, Elara, quien se acercó con una mezcla de sorpresa y emoción en su rostro. Zaida la reconoció al instante y la abrazó con fuerza, sintiendo la calidez y la familiaridad de su vínculo de hermandad.
A medida que las hermanas se abrazaban, los recuerdos seguían fluyendo en la mente de Zaida, recordando el día fatídico en que su vida cambió para siempre. Recordó cómo los mercaderes invadieron su hogar, cómo asesinaron a sus padres frente a ella, hizo todo lo posible por enfrentarlos y detenerlos, pero no pudo, fue separada de sus hermanas, quedando sola y a sus hermanas huérfanas en un mundo cruel y despiadado.
La marea de recuerdos amenazaba con abrumar a Zaida, y finalmente se quebró, las lágrimas brotaron de sus ojos mientras revivía el dolor y la pérdida que había sufrido. Se aferró a sus hermanas, buscando consuelo y apoyo en su abrazo.
Fue en ese momento de vulnerabilidad y conexión, Anika, su fiel compañera, podía ser solo un collar para algunos, pero Anika era mucho más. Había una conexión especial entre ellas, una conexión que le permitía al collar, sentir las emociones y el dolor del portador. Si Zaida se sentía triste, Anika también lo sentía; si Zaida estaba feliz, Anika también lo estaba, incluso si Zaida estaba herida, Anika también lo sabría por que sentiria el dolor de su cuerpo. Era un lazo que iba más allá de lo físico, una unión de corazón y alma.
Con el apoyo amoroso de sus hermanas y la comprensión de la profunda conexión con Anika, Zaida encontró un rayo de esperanza en medio de la oscuridad que había dominado su vida. Aunque las cicatrices del pasado seguían presentes, ahora tenía a sus hermanas a su lado y a Anika como su compañera leal.
Letio había notado la ausencia de las doncellas de William, solo estaban las doncellas de Ariadne, comprendió de inmediato que algo estaba fuera de lugar. Sin perder tiempo, se dirigió hacia el área de lavado, donde encontró a Zaida llorando en el suelo, rodeada por sus hermanas y Lety, así que se oculto para escuchar lo que estaba sucediendo.
El guardia, respetando el momento de Zaida y sus hermanas, permaneció en silencio, después escucho que tenían que regresar, si no, probablemente serían castigadas, a lo que el guardia decide escabullirse en silencio. Pero Anika ya había notado su presencia.
Mientras tanto, Zaida hizo un esfuerzo por reponerse, con la ayuda de Lety, recogió las toallas y se preparó para regresar al jardín.
Ariadne y William, habían terminado el duelo, William las busco con la mirada para saber en dónde estaban, después llegaron, Zaida trato de esconder su expresión afligida mirando al suelo en todo momento.
Tal vez Ariadne no lo noto, pero William si, a lo que quedó mirando a Letio, a lo que el solo asintío con la cabeza, dando a entender que sabía el por qué. William esperaría el momento oportuno para preguntarle el por qué.
Zaida, aunque todavía sintiéndose abrumada por las emociones, se esforzó por mantenerse firme mientras entregaba las toallas a los príncipes.
Al llegar la noche, William mando a dormí a Lety temprano, Lety la abrazo diciendo que la esperaba para dormir, a lo que Zaida asintío dejandola ir.
Después de que Zaida fuera por el té y no estuviera presente, William notó que sus ojos estaban ligeramente rojos.
— ¿Por qué tenía los ojos rojos, Zaida? —, preguntó William, frunciendo el ceño con curiosidad.
— Su Alteza, vi algo inusual. Zaida estaba siendo abrazada por dos mujeres y Lety. Parecía que ha encontrado a sus hermanas, quienes están aquí en el palacio —, explicó Letio.
William reflexionó sobre esta revelación. — Que coincidencia —, se preguntó para sí mismo.
— Quiero que investigues el paradero de esas mujeres. Quiero saber quiénes son y por qué están aquí en el palacio, incluso si es verdad que son hermanas —, ordenó con firmeza.
El guardia asintió con determinación. — Entendido, su Alteza. Haré lo necesario para descubrirlo —, respondió con seriedad.
Al llegar, Zaida tocó suavemente la puerta antes de entrar, llevando consigo el té recién hecho, notando la seriedad en la expresión de William y de Letio. Pero anteriormente, cuando Zaida se fue por el té, Anika se quedó en la Sala de Estudio, escuchando todo.
...***...
Después de varias semanas de estrecha relación con sus hermanas y con Lety, Zaida se preparó para ir a ver al príncipe William para preguntar por qué Lety no había regresado a dormir esa noche. Sin embargo, antes de que pudiera llegar al palacio, se encontró con un grupo de criadas reunidas en un círculo, Anika le dijo que percibió el olor a sangre en el aire. Alarmada, Zaida corrió hacia ellas para descubrir qué estaba pasando, solo para encontrarse con la trágica escena: Lety yacía sin vida en el suelo.
Con el corazón destrozado, Zaida apartó a las criadas para poder llegar hasta el cuerpo de Lety, abrazándola mientras las lágrimas brotaban de sus ojos. La pérdida de su amiga y confidente la sumió en un profundo dolor y desesperación.
Mientras Zaida lloraba junto al cuerpo de Lety, llegó Letio para investigar el alboroto. Su presencia añadió una capa de tensión a la ya sombría situación, dejando a Zaida preguntándose qué podría haber causado la muerte de Lety y si había alguna conexión con el palacio.
Anika, la fiel compañera de Zaida, percibió el olor a sangre en el aire, pero no solo el de Lety, sino que se dió cuenta de otra persona, pero está no olía sangre. Sin decir una palabra, Anika se alejó sigilosamente para seguir el rastro de ese otro olor, dejando a Zaida junto al cuerpo sin vida de Lety.
Con la mente nublada por la tristeza, Zaida apenas pudo responder cuando el guardia le preguntó qué había sucedido. Ella simplemente dijo que la encontró en el suelo, sin vida.
En ese momento, William se acercó, su rostro reflejaba una mezcla de preocupación, —¿Qué ha sucedido aquí? —, preguntó con firmeza, mirando a Zaida en busca de respuestas.
Zaida levantó la vista hacia el príncipe, sus ojos enrojecidos y llenos de lágrimas reflejaban la angustia que sentía en su interior. Sin embargo, no pudo encontrar las palabras para explicar lo inexplicable.
El guardia intervino, informando a William con calma pero con urgencia, — Su Alteza, Lety ya estaba en el suelo cuando Zaida la encontró. No había signos de lucha ni de violencia física, pero claramente algo terrible le sucedio —.
William frunció el ceño, procesando la información mientras su mente trabajaba rápidamente para comprender la situación. — Quiero una investigación completa —, ordenó con determinación.— Quiero saber qué ha causado la muerte de Lety y si hay algún indicio de quién podría ser responsable —.
Letio asintió con respeto. — Entendido, su Alteza. Haré que se realice una investigación exhaustiva de inmediato —.
Mientras el guardia se retiraba para cumplir con las órdenes del príncipe, William se acercó a Zaida y colocó una mano reconfortante sobre su hombro. — Lo siento mucho, Zaida —, dijo con sinceridad.
Mientras tanto, Anika, siguió sigilosamente el rastro que percibió en el aire, guiada por el olor a sangre de Lety, que aún persistía.
Con determinación en sus acciones, se deslizó por los pasillos del palacio hasta llegar a la cocina.
Una vez dentro, Anika inspeccionó cuidadosamente el entorno, buscando cualquier pista que pudiera arrojar luz sobre la misteriosa muerte de Lety. Fue entonces cuando su aguda percepción captó algo inusual: un cuchillo limpio en los lavaderos.
Podría haber pasado desapercibido para muchos, pero Anika sabía que algo no estaba bien. Se acercó al cuchillo y lo examinó detenidamente, con su aguda percepción. A simple vista, parecía normal, pero su olfato sensible detectó algo más: el distintivo aroma metálico de la sangre, un rastro que aún perduraba en el filo del cuchillo, también el aroma adicional en el mango del cuchillo, uno que no coincidía con el de Lety.
Con cuidado, Anika tomo el cuchillo guardándolo en sus ropas, sabiendo que está era evidencia crucial para Zaida, Anika trabajaba frenéticamente, tratando de entender quién podría haber estado involucrado en este oscuro suceso y cuáles podrían ser sus motivaciones.
Siguiendo este rastro, la llevó a la figura del criado infiltrado de Rowan, quien estaba con otra criada en un rincón apartado de la cocina, al parecer el criado estaba siendo regañado por ella.
La escena le reveló a Anika la verdad detrás del misterio, el criado infiltrado era el responsable de la muerte de Lety. Pero aún quedaba la pregunta crucial: ¿por qué la había matado?
Con la identidad del asesino revelada, Anika sabía que era hora de llevar esta información a Zaida.