Trabajar como bailarina en un club nocturno parecía ser mi única oportunidad de salir adelante y llevar una vida medianamente decente, hasta que llegó Dominic a mi vida.
Este hombre que con solo mirarlo traía caos, misterio y sombras, muchas sombras.
Está historia está llena de amor, traiciones, crímenes y violencia.
HISTORIA PARA +18
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9. ÁNGELES Y DEMONIOS
MARATÓN 2/3
DOMINIC
Se veía hermosa, ni como negarlo. Ese día por la mañana cuando ella se marchó, envié a Sabueso a comprar un vestido y flores y se lo envíe con el chófer. Por lo que me comentó cuando regreso, le habían encantado y sentí una satisfacción que no podía negar. Me sentía muy feliz.
Por la noche cuando fui a recogerla y la mire, Dios, se veía espectacular, el vestido le quedaba perfectamente -para mi suerte- supongo que después tendré que agradecérselo a Sabueso.
La cena transcurrió tranquila, ella parecía maravillada con mi casa, veía todo con total detenimiento y yo observaba cada una de sus acciones.
Podría estar todo el día viéndola.
Para cuando íbamos comenzando el postre, ella habló.
—Tienes una casa muy linda.
—Gracias.
—Gracias a ti por invitarme a cenar. —Me sonrió. —Seremos grandes amigos.
¿Amigos?
—Eh, sí... Sobre eso. —Titubee. —Soy un hombre muy directo, Melly.
—Ajá. —Me miro con curiosidad mientras relamía sus labios, pues había quedado un poco de crema en él.
Quien fuera la crema.
—Me interesas y también me interesa comenzar a conocernos. —Ella dejó el tenedor en la mesa y me miró directamente a los ojos.
—¿Tú... estás interesado en... mi? —Dijo confundida. Asentí.
—¿Qué tiene eso de malo? —Pregunté.
—No lo sé, es solo que-que nadie nunca...
—¿Nadie nunca te lo había dicho? —Ella asintió. —Pues te lo digo yo, ¿tú quieres que comencemos a conocernos?
Ella se removió incómoda en la silla y bajo la mirada hacia el plato, suspiró y devolvió la mirada hacia mi.
—No creo que sea lo más adecuado. —Dijo delicadamente.
¿Me está rechazando? ¿A mí?
—¿Por qué piensas eso?
—No es por ti. —Estiro la mano y la llevo hasta la mía.
Ese toqué hizo que sintiera una especie de electricidad por todo mi cuerpo, cerré los ojos y disfrute del mismo.
—Es por mi.
—Sé como es tu vida, tu trabajo, ¿qué tiene de malo?
—No conoces todo de mi. —Bajo la mirada y yo fruncí el ceño.
—Ese es el punto, conocernos. —Le dije. —Tú tampoco sabes muchas cosas sobre mí.
Cómo que soy el narcotraficante más fuerte de la zona.
—¿Qué te parece si lo piensas? —Propuse.
—Supongo que está bien, lo pensaré. —Alejo su mano de la mía y maldije para mí mismo.
Quería esa mano ahí, en ese momento.
—¿Te puedo decir algo? —Dijo.
—No tienes que preguntarlo, Melly, solo dilo. —Las alenté.
—Nunca he visto tus ojos, siempre llevas esos lentes de sol.
—Bueno, no tienen nada de especial, ya sabes... Son dos ojos, algunas pestañas y ya. —Ella río y yo le sonreí.
—¡Anda, por favor! —Pidió entre sonrisas.
—Bien, pero si te vas corriendo te alcanzaré. —La acuse, ella asintió entre sonrisas.
Me quite lentamente los lentes de sol y la mire, ella abrió la boca impresionada.
—¡Tienes-tienes los ojos más lindos... Del mundo! —Dijo.
—¿Ahora tú me dices piropos a mi? —Ella se encogió de hombros.
—Supongo que si. —Rei.
—Bueno, gracias entonces. —Me iba a poner los lentes de sol y ella me tomo la mano impidiendo hacerlo.
—No, no tienes que utilizarlos conmigo. —Dijo suavemente. Baje la mano lentamente y se la tomé.
¿Desde cuándo era un romántico?
—Digo, nos estamos conociendo, no tienes que esconderte detrás de esos lentes, voy hasta admitirte que los ojos azules son mi debilidad. -Volvió a decir.
—¿Entonces estás aceptando conocerme? -Dije de pronto. Ella asintió. —Y que te encantan mis ojos.
—Sí, acepto conocerte... Solo que... —Ella aún seguía tomada de mi mano y la levantó acariciándola con ambas. —Tienes que comprender que tengo mis demonios.
La miré perplejo, en ese momento mi cabeza era un manojo de emociones que estaba seguro de que jamás había sentido antes. Me limite a mirar su agarré y la atrajo hacia mí con un abrazo.
Oye pero... ¡Cállate conciencia!
Su perfume era exquisito, su piel era exquisita, todo ella era exquisito.
—Yo también tengo mis demonios y espero que seas ese ángel.
—Bueno, supongo que ambos nos tenemos que salvar. —Me dijo.
Lo siguiente de la noche transcurrió con tranquilidad, nos sentamos en la terraza y con una copa de vino -que ella nunca había tomado- comenzamos a charlar, era entretenido hablar con ella, siempre tenía un tema nuevo que discutir.
—¿Qué me dices del cine? —Dijo. —¿te gusta?
—No mucho, prefiero ver las películas en casa.
—¿Verdad que es lo mejor? Odio las filas y eso. —Se quejó.
Cariño, conmigo jamás harás filas.
Mi celular comenzó a sonar y vi el número de Colin en mi pantalla, maldije por lo bajo.
—Discúlpame, tengo que atender esta llamada.
—Claro. —Dijo.
Camine lo suficiente para que no me escuchará y respondí.
—Espero que sea una llamada urgente, Colin, porque si no juro que te mataré. —Dije entre dientes.
—¡Es urgente! —Grito. —No encuentro a la estúpida de Kitty, envié hombres a su casa y parece que se la trago la tierra. —Apreté mis puños con fuerza y respiré pesadamente.
—¿Qué carajos haz dicho? —Le dije. —¡¿Cómo se te ha podido escapar?!
Y grite furioso, tanto que Melody me escuchó, me miró y frunció el ceño confundido.
—¿Sabes que? Quiero que envíes a todos mis hombres a buscar a esa perra y cuando la encuentres me vas a traer solo su cabeza, ¿entendiste? —Murmure. No espere respuesta y colgué.
Respire varias veces para calmar mi furia, no quería que Melody conociera está para de mi, aún no. Cuando ya estuve mejor camine hacia ella de nuevo quien seguía confundida.
—¿Está todo bien? —Preguntó.
—Oh, sí.
—¿Y quién escapó? Te veías muy enojado.
—Una perra que tengo en casa de mi hermano. —Dije mientras daba un sorbo a mi bebida.
Una perra muy malcriada.
—Oh, que lastima, espero que la encuentres... Los animalitos perdidos son muy vulnerables. —Dijo. —Creo que ha sido una noche espectacular, pero tengo que irme.
—¿Tan pronto?
—Es la una de la mañana. —Dijo mientras veía la pantalla de su celular. —Tengo que ver a mi madre.
—Oh, bueno entonces te llevó. —Le dije.
Caminamos hasta la salida donde el coche ya nos esperaba, subimos y en el camino volvió a hablar.
—De verdad tu casa es un sueño. —Admitió. —Disculpa por mostrarte la mía, es un asco.
—Oh, no te apenes, no tiene nada de malo. —Ella río incómoda.
—¿Oye...? Bueno, dijiste que no tenía que preguntar si quería decirte algo, pero, ¿por qué tienes tanta seguridad? —Dijo mirando hacia atrás a los dos coches que nos seguían.
—Es parte de mi trabajo, después te contaré.
Agradecí que no preguntara más, cuando llegamos a su casa baje del coche junto a ella, subimos las escaleras por el camino que yo ya conocía y al momento de llegar a su casa, nos miramos.
La puerta estaba quebrada y dentro de la casa había destrozos por todo sitio, ella me miró sin poder creerlo. Sus ojos comenzaron a aguarse y mi corazón se estrujó.
LE REGALA A SU HIJA SIN IMPORTARLE
LO QUE LE HAGAN ( Y SEGURO ES LA MADRE DE LA CHICA) CON FAMILIA ASI
QUIEN NECESITA ENEMIGOS.
POR LO VISTO LA NIÑA KITTY. VA A TENER
SUERTE POR UN LADO Y PROBLEMAS
POR OTROS. ESE DOMINIC. NO ES UN SANTO, Y TODOS BAILAN A SU ALREDEDOR