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Entre Siglos Y Maldiciones

Entre Siglos Y Maldiciones

Status: En proceso
Genre:Romance / Época / Pareja destinada / Brujas / Reencarnación / Fantasía épica
Popularitas:2.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Lya RB

Desde que tiene memoria, Catalyn Spencer ha tenido poderes que la han llevado a ser discriminada incluso por su propia familia, pero solo su mejor amigo, Derek, la ha aceptado tal y cómo es. Sin embargo, cuando se encuentra con la bruja Victoria, su futura mentora, y la invita a unirse al aquelarre Eclipsis, descubrirá que Derek guarda más secretos de los que esperaba y podrían estar relacionados a una maldición mucho más oscura y peligrosa.
Los caminos de las personas están conectados por algo mas que el destino. Las mejores historias de amor a veces no tienen un final, a veces, ni siquiera tienen un comienzo y el hilo rojo podría romperse más de una vez.

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Capítulo 8: Dorado y Azul

Catalyn escuchaba voces, tan lejanas como un eco en el viento. Sentía como si su cuerpo estuviera volando, levitando, sus pensamientos demasiado escurridizos como para concretar alguno. Las voces seguían hablando cerca de ella, pero a Catalyn las palabras le sonaban como pitidos y chirridos que la hacían marear.

Intentó retomar el control de su cuerpo y despertar, sabia que se había desmayado..., pero, ¿por qué? Incluso abrir sus ojos requería un esfuerzo increíble. ¿Tan débil era?, ¿no había podido mantener un hechizo? Su cuerpo no había reaccionado así antes. Creía que era más fuerte. Creía que podía ayudar a Derek. Borrar su dolor. Si lo lograba con él, tal vez pudiera con su mamá. Consigo misma.

Pero había colapsado.

Ni siquiera practicando magia podía llegar a ser lo que quería. Ni siquiera intentando ayudar podía hacer más que prender fuego su habitación. Tal vez su mamá tenía razón, sus poderes no tenían por qué existir. Ni siquiera sabía controlarlos.

Pero no podía quedarse dormida de nuevo.

Intentó una vez más, ignorando el cansancio y la energía que la arrastraba a la inconsciencia de nuevo. Esta vez, distinguió las voces. Reconocía a Derek, pero no la de la mujer que le gritaba.

- ¡Ella es muy joven para eso! - alegaba la mujer -. ¿Alguna vez pensaste que ella podría estar absorbiendo tu dolor en vez de darte su felicidad?

- No pensé que estuviera haciéndolo, la primera vez pude sentir su luz...

- Nadie tiene tanta "luz", como tú le llamas, para opacar tu oscuridad. Esa niña tiene poder, pero no lo suficiente. No aún. Es inexperta, es nueva en esto.

- Catalyn no es una niña. Tiene poder, mucho más del que tú tuviste a su edad.

- Pero no sabe cómo usarlo. Eso es más peligroso que no tener poder en lo absoluto.

- Le estaba enseñando... -. Derek sonaba disgustado, como un niño que busca una excusa para su mamá.

- Se desmayó, Derek. Debe estar exhausta.

Catalyn intentó moverse de nuevo, y esta vez tuvo éxito. Sus ojos se abrieron, aunque la luz le lastimara los ojos y su cuerpo estuviera dormido aún.

Primero lo vio a él.

Tenía los ojos rojos e hinchados y podía ver sus manos temblando.

Luego la vio a ella.

Era hermosa. Tenía el cabello trenzado a un lado de su cabeza, tan oscuro y perfecto que sus ondas parecían talladas. Con el abrigo negro cubriendo su rostro, parecía una hechicera celta. Pintada con dorado en sus ojos, resaltando su piel oscura y la comisura de sus labios, Catalyn tuvo la sensación de que debía de hacer una reverencia. Fue ella la primera que se dio cuenta que Catalyn había despertado.

- Hazme un favor - le dijo, hablaba tan fuerte que Catalyn se sintió intimidada, pero tan melodioso y elegante que sintió la necesidad de admirarla por siempre -. No intentes arreglar con tu magia algo que lleva años roto.

¿Qué quería decir...?

No tuvo tiempo de responder. Derek se lanzó a abrazarla y la estrechó entre sus brazos. Lo escuchó sollozar, seguía pareciendo un niño..., pero perdido.

- No vuelvas a hacerme eso - le dijo al oído.

- Tú me lo hiciste - dijo Catalyn entre risas que sonaban más como un último aliento, pero Derek no reaccionó de la forma que ella esperaba, solo la abrazó con más fuerza -. ¿Estás bien?

Derek soltó un suspiro y se separó unos centimetros de ella. Podía ver sus ojos muy de cerca. Siempre había creído que eran de color miel, pero parecían ser más claros de lo que recordaba. Ahora su corazón estaba latiendo tanto contra su pecho que temió que Derek lo escuchara. Bajó su mirada hacia sus labios y luego volvió a sus ojos, deseaba con todas sus fuerzas ahogar las mariposas que revoloteaban en su interior.

- Yo... - balbuceo el -. Lo siento.

Se alejó por completo, pero Catalyn deseo que el abrazo hubiera durado más. Aunque se sintió avergonzada al notar que estaba recostada en la cama de Derek, con su chaqueta puesta y cubierta con un par de sus mantas.

- Debería irme - dijo la mujer -. ¿Estarás bien sola?

- No tengo idea de quién eres, para empezar - contestó -, ¿puedo saber tu nombre?

Ahora que la veía con mayor claridad, notó que no llevaba puesto un abrigo negro, sino una túnica. Una larga capa que la cubría hasta sus pies, con bordes apenas visibles bordados en plateado. Parecían lunas y soles entrelazados con enredaderas y flores. Era divino.

- Victoria - respondió ella, sonriendo y ofreciéndole su mano. Catalyn la estrechó, pero dio un respingo cuando notó la chispa entre sus dedos.

- ¡También eres una bruja! - exclamó.

- ¿La capa negra no te dio ninguna pista? - dijo Derek, riéndose y viéndola como si fuera una niña.

- Es la primera vez que siento eso. Su poder es muy intenso -. Tomó su mano de nuevo -. ¡Eres vidente!

Esta vez, Victoria fue la que abrió sus ojos sorprendida y volteó a ver a Derek.

- Te lo dije, Catalyn es más fuerte de lo que crees.

- ¿A qué te refieres? - le preguntó ella.

- Ay, niña - Victoria se echó a reír -. No estaba esperando eso. Ya que Derek me llamó, me quedaré un rato en tu ciudad.

Tenía un acento marcado, pronunciaba cada palabra con un tono en particular.

- Eres de Italia, ¿no es así?

- No es mi lugar de origen, pero estuve allá mucho tiempo. Aún lo estoy, en mi trabajo.

- ¿En qué trabaja una bruja?

- ¿Me creerías si te digo que estoy estudiando los sueños y el subconsciente de las personas y su relación con la magia?

Catalyn sintió que estaba frente a su ídolo. Una mujer, bruja, hermosa, inteligente,  fuerte. Quería conocerla. Y Victoria debió haber notado su emoción.

- Hago parte de un aquelarre - prosiguió, sentándose más erguida y acercándose. Aún tenían las manos tomadas y Catalyn poco a poco se sintió mejor -. ¿Sabes lo que son?

- ¿Hay grupos de gente como yo? - dijo sonriendo.

- Hay dos aquelarres bastante importantes, pero también hay pequeños grupos que se hacen llamar de esa forma. Aunque los dos aquelarres... - Victoria desvió la mirada, como decidiendo qué decir -, los dos no tienen una buena relación.

- ¿Qué quieres decir? - preguntó Catalyn, entusiasmada -, ¿hay guerras entre aquelarres?

- Me gustaría decir que no, pero han habido muchísimas a lo largo de los años y aún esa rivalidad se mantiene. Incluso han sido terriblemente sangrientas.

- ¿Cómo se llama tu aquelarre?, ¿qué hacen?, ¿dónde están?

- Eso es demasiada información, niña.

Mientras tanto, Derek las observaba recostado en la pared. Pero solo miraba a Catalyn.

- Las dejo solas para que hablen - dijo él por fin y dejó la habitación en silencio.

- ¿Qué le sucede? - preguntó Catalyn.

- Lo descubrirás - respondió Victoria -. Llevas un par de años de conocerlo, pero debes saber que las personas te pueden sorprender.

¿Por qué le decía eso?, ¿Victoria sabía un secreto sobre Derek? Tal vez lo mejor era no preguntar. A veces era preferible no abrir cofres cuya llave debía permanecer escondida.

- ¿De dónde lo conoces? Pareces mayor que él, sin ofender -. Victoria lanzó una risita y rodó los ojos.

- Él también es un poco mayor para estar en la universidad, ¿no lo crees?

Que le llevara casi seis años a Catalyn había sido un impedimento para que su mamá la dejara entablar una amistad con él, pero más temprano que tarde Derek había logrado a agradarle a Lillian.

- Nunca es tarde para aprender -. Catalyn sonrió, notando que, de hecho, su cuerpo había dejado de doler y respiraba con normalidad -. Aún me causa curiosidad cómo se conocieron, pero si no quieres contarlo puedo entenderlo.

- Tenemos... historia.

- Oh, así que por eso sabe tanto sobre magia. ¿No es raro para ustedes?

- Hace tiempo lo superamos. Somos amigos. Es solo que Derek puede ser demasiado difícil y siempre que me llama significa que hay problemas.

- ¿Esta vez te llamó por mi? -. Catalyn sintió un poco de culpa. Victoria asintió y apretó sus manos sobre las de ella -. Oh, es por ti - se dio cuenta -, ¿estás... compartiendo tu magia conmigo?, ¿por eso me siento mejor?

- Solo es una pequeña ayuda, no somos fuentes ilimitadas de poder. Hace un rato te extralimitaste, mantener un hechizo tanto tiempo requiere práctica y concentración y, definitivamente, a tu edad y con tu experiencia, deberías considerar usar amuletos para hacer hechizos con tanta duración o que requieran tanta magia.

- ¿Amuletos?

- No sabes nada sobre tu poder, niña.

- Derek estaba enseñándome..., pero he aprendido mucho yo sola.

- Lo puedo notar. Te daré algo -. Se apartó el cabello rizado y dejó al descubierto un hermoso collar de un cuarzo que brillaba, enrollado en lo que parecían raíces de plata -. Úsalo siempre que puedas. Tiene magia en su interior, así que puedes canalizarlo.

- No puedo aceptarlo, apenas te conozco y ya has sido bastante amable conmigo, no podría... - Victoria alzó una mano y Catalyn dejó de hablar.

- Lo necesitarás.

- Muchas gracias, Victoria.

- Cuando te sientas mejor, llámame. Te enseñaré un par de cosas.

- Es lo que siempre he querido. Entender lo que soy.

Por un momento, Catalyn notó un velo de tristeza sobre los ojos de Victoria, pero no se esperó que la abrazara.

- Ten cuidado - le dijo al oído -. Estaré atenta a lo que necesites.

Catalyn asintió y sonrió, sintiéndose feliz de conocer a otra mujer que pudiera entenderla. De aprender, de conocer su origen, de hablar con una persona que experimentara sus mismas emociones, de poder sentirse normal. Quería saber todo sobre los aquelarres, sobre la fuente de su poder, sobre los hechizos que podría realizar. Tal vez así ayudaría a su mamá a quitarse el dolor de haber perdido su esposo, tal vez así se ayudaría a si misma con las pesadillas que veía cada noche. Tal vez podría seguir ayudando a Derek. Tal vez, solo tal vez, podría ver a su papá de nuevo...

Victoria se puso de pie y se despidió, saliendo de la habitación y gritándole a Derek de nuevo.

- Si de verdad la quieres no uses su poder.

Después de eso, Derek entró a la habitación con una cajita entre sus manos.

- Tu mamá piensa que estamos estudiando en la universidad. Sé que si le digo la verdad sería un problema para ti.

Catalyn ni siquiera había pensado en ella. Victoria había acaparado toda su atención.

- Te lo agradezco. Y, Derek, lo siento. Debi haber resistido más, es solo que quería ayudarte y...

- ¿En serio te estás disculpando por desmayarte? Yo soy el que debe pedirte perdón -. Se sentó frente a ella y puso la caja sobre sus piernas -. Esta es mi forma de decir lo siento, te prometí un grimorio...

Catalyn abrió la caja antes de que él terminara su frase. El libro no era más grande que un portarretratos, pero era hermoso. Tenía la portada dibujada con un árbol dorado que se extendían por el lomo y por la parte trasera. Tenía páginas agregadas y parecía que había ido creciendo con los años, porque apenas cabía en su mano teniéndolo cerrado. No tenía titulo, pero parecía desgastado y antiguo. Catalyn lo abrió y de inmediato se sintió atraída por cada dibujo, párrafo y garabato que encontraba. Una fuente de información sobre si misma, sobre su poder, sobre lo que podía hacer. Había hechizos sobre plantas, medicina, astronomía, la mente humana, incluso sobre invocaciones.

- ¿Todo esto es real? - preguntó, pasando las páginas hasta que se encontró con hojas en blanco.

- Tan real como tú creas. Esas páginas son para que tú escribas, también puedes crear hechizos si lo quieres.

- ¿Puedo crear ese tipo de cosas?

- No es porque seas mi mejor amiga, pero en serio tienes mucho poder. No todas las brujas tienen tus habilidades.

- ¿En serio? - Catalyn sintió que su corazón latía más fuerte. No era un fenómeno, era una persona especial.

- Hay unos cuantos brujos mucho más poderosos que tú, pero no te quedas atrás.

- Entonces..., ¿seguirás enseñándome?

- Tanto como pueda - le contestó, con una sonrisa que más que de satisfacción, parecía resignación -. ¿Te llevo a casa? Es tarde.

- Te lo agradecería - le dijo poniéndose de pie con cuidado -. Seguiré practicando el hechizo contigo, pero tendré más cuidado.

- No lo hagas por unos dias, al menos hasta que te sientas totalmente recuperada.

- ¿Estarás bien? - Catalyn se acercó a él -. Puedo ayudar...

- Lo estaré. Puedo soportar un poco de dolor. Perdona... haberme aprovechado de ti.

Catalyn sacudió la cabeza y se dejó llevar por el primer pensamiento que tuvo. Lo abrazó con fuerza, escuchando su corazón. Derek le devolvió el abrazo, enterrando su cabeza en su cabello. Catalyn cerró los ojos y se permitió descansar, derribar el telón del teatro, quitarse la máscara. Lanzó un suspiro, pero Derek se alejó y el río en calma dejó de fluir.

- Definitivamente tienes que aprender a controlar la influencia de tus emociones sobre el espacio físico.

Catalyn lo miró confundida, pero luego se dio cuenta.

De nuevo, las velas del cuarto de Derek se encendieron y habían crecido pequeñas plantas en los rincones. El aire era dulce, cálido, como una noche de verano.

- Vas a incendiar mi habitación - dijo Derek sonriendo, apagando unas cuantas velas -. Pero es bastante hermoso, tengo que reconocerlo.

- No era mi intención, lo siento - le contestó, arreglando su cama y dejando todo como recordaba -. Muchas gracias por cuidarme, te devolvere el favor.

Derek se acercó a ella y le tomó las manos. Catalyn sintió su magia reaccionando, como siempre. Tenerlo cerca era una marea de emociones.

- No me agradezcas -. Le acarició el rostro -. Sabes que siempre intento cuidarte.

- Gracias, pero me puedo cuidar sola - sonrió y se apresuró por empacar sus cosas -. De verdad te agradezco por el grimorio y por favor dile a Victoria que le estoy en deuda.

Derek seguía sonriendo, pero el característico velo de tristeza que siempre reflejaba su rostro había regresado. De hecho, solo lo había visto verdaderamente feliz cuando estaba con Alice.

Catalyn se quedó viéndolo unos segundos y Derek hizo una mueca de disgusto, como diciendo "¿tengo algo en la cara?" Ella solo sonrió e intentó alejar la idea de su cabeza. ¿No había dicho Derek que era más poderosa de lo que creía? Tal vez el grimorio que le había regalado tuviera las respuestas a las preguntas que le estaban rondando la cabeza. Incluso, como una fórmula, estaba creando el hechizo en su cabeza.

Después de todo, borrar un par de recuerdos no estaba mal, ¿verdad?

1
Andrexenx
Sii por fin
Andrexenx
😥
Andrés Felipe Hernández
"Te vamos a matar si sigues con tus chingaderas, mamón. Ponte con tus mamadas y te descuartizamos y tiramos de comer a los perros. Andate con cuidado porque no sabes con quién te metes, krnal"

-Victoria (2024)
Andrés Felipe Hernández
VIVAN LOS NOVIOOOOOOOOS!!
Andrés Felipe Hernández
Algo no me agrada aquí... >:v
Andrés Felipe Hernández
Eh, esa es mi frase
Andrés Felipe Hernández
"Para aprovechar la corriente del rie, no corres en su contra; te dejas llevar por el impulso de su cauce"
Andrés Felipe Hernández
So Easy (Soy ese)
Andrés Felipe Hernández
"Gracias a ti, Andrés pasó sus parciales; si eso no fue magia, ¿entonces que fue?"
Andrés Felipe Hernández
"Esto está mal, muy mal"
¿Es normal que las shippee?
Andrés Felipe Hernández
Auch
Andrés Felipe Hernández
¡¡Empieza el entrenamiento, pongan la canción de Rocky Balboa!!


*Motivational Música intensified"
Andrés Felipe Hernández
Imagino la escena en mi cabeza y la cara de Catalyn tipo: :0
Andrés Felipe Hernández
Fue un suspiro de "Dios, menos mal que aún tiene"
Andrés Felipe Hernández
Rutina de skincare y 10 ave Marías Bv
Andrés Felipe Hernández
De noche: Un aquelarre de magia
De día: Call Center de portabilidad de Claro :v
Andrés Felipe Hernández
No digas eso, chiquita
Andrés Felipe Hernández
Golpe bajo :v
Andrés Felipe Hernández
¿Que quien es Catalyn?
para unos, una extraña
para mi, mi diosa
mi aire vital para respirar
mi corazón palpitante
mi medicina
mi uso de razón
Andrés Felipe Hernández
AGARRENME que la mato :)
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