Para Valentina una hermosa bibliotecaria del centro de Londres, los cambios que ha tenido el mundo ahora en manos de los hombres lobos no han sido un gran problema, pues esta acostumbrada a vivir en el anonimato, sin llamar demasiado la atención, esto hasta que su pareja desde hace algunos meses Philip decide hacer una rebelión en contra del Rey Alfa Julian, Philip es atrapado junto con sus seguidores por la guardia real, Valentina decide interceder por el y trata de pedirle al Rey Julian que lo perdone, lo que Valentina no sabe es que desde el momento que puso un pie en el palacio su vida cambiaría por completo a menos de este Rey Alfa que no se lo pondrá tan fácil.
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Mudanza
Valentina se levantó temprano, se sentía cansada no había dormido nada, el Rey le había dicho que no tendría que llevar nada; sin embargo, empaco gran parte de su ropa, zapatos, objetos personales, cuando vio que ya estaba listo puso las maletas encima de su cama y salió de su cuarto para tomar una ducha, para su sorpresa sus padres estaban afuera parecía que la esperaban.
-Buenos días, Hija -dijeron ambos, ven al comedor debemos hablar -le dijeron, la chica los siguió y se sentaron en la mesa donde ya se encontraba servido los tres platos de desayuno.
-Tu padre y yo hablamos anoche cuando nos fuimos a la cama, nos duele que te vayas y más de improviso, pero sabemos que debes escribir tu propio camino, ya eres una adulta, esperamos que no nos olvides y sabes que esta siempre será tu casa -concluyó su madre con tristeza.
-Como los voy a olvidar, están locos, ustedes son mi vida entera, hablaremos todos los días y vendré a visitarlos seguido -dijo la pelirroja mientras abrazaba a ambos y era correspondida.
Después de charlar un poco más, Valentina se sintió más tranquila de estar bien con sus padres y de que aceptarán todo; sin embargo, aún estaba nerviosa por todo lo que empezaría a vivir, se bañó y se organizó, se puso un vestido azul de encaje y medias por el frío, con unas botas, cuando estaba casi lista, sonó su teléfono, era un mensaje de un número desconocido en el cual le decían que en quince minutos debería estar lista pues pasarían a recogerla, Valentina se preguntó como habrían conseguido su número y su dirección, a los quince minutos exactos tocaron la puerta de su casa, su padre abrió era un hombre lobo, guardia del palacio, anunció que ayudaría a la pelirroja con sus cosas, mientras ponía las maletas en el auto, Valentina se despidió de sus padres, los abrazo un largo rato sintiéndose triste, les dijo lo mucho que los amaba y que esa misma semana iría a visitarlos, también abrazo a su perrito y se fue.
Valentina se fue todo el camino pensativa y ni se dio cuenta cuando llegaron, en la puerta estaba el Rey y el guardia Finn, ella se acercó a ellos mientras los guardias que la traían entraban al palacio con sus maletas.
-Bienvenida, Bonita -dijo el Rey, mientras tomaba su mano y le daba un beso en esta, Valentina se sonrojó.
-Hola -saludo la pelirroja avergonzada.
-Espero que te sientas a gusto en el castillo señorita -saludo Finn, ella se limitó a sonreír.
-Muy bien te daremos un recorrido por tu nuevo hogar -habló el Alfa, el Rey y Finn empezaron con el recorrido Valentina estaba maravillada con todo lo que veía y era hermoso y gigante se convenció de que lo único feo eran las mazmorras, en varias ocasiones durante el recorrido el Rey en ocasiones le ponía la mano en la cintura o en un hombro, la pelirroja estaba impactada de todo los efectos que él tenía en ella con un simple toque, finalmente llegaron frente a una habitación, Finn se despidió educadamente, Valentina noto que todos los lobos eran extremadamente educados y amables, aunque un poco reservados, el Alfa la sacó de sus pensamientos cuando abrió la puerta de la habitación frente a ellos.
-Esta es mi habitación, Bonita -dijo el Alfa, Valentina se sintió nerviosa para qué quería el Alfa que ella entrará su habitación, no debía negar que deseaba ese gran hombre, pero no quería hacerlo, ¿a esto la había traído para que se acostara con él?.
-No es lo que piensas Mujer, solo te estoy mostrando la habitación -dijo Julian con una mirada divertida, como si le hubiera leído el pensamiento, la habitación era gigante en tonos oscuros, con una cama tan grande que ahí podrían dormir 5 personas con facilidad, la decoración era muy sencilla pero elegante.
-Está linda -dijo ella con timidez.
-Tu habitación por supuesto está al lado, ya organizaron tus cosas en los armarios y cajones -le conto el Rey.
Valentina asintió mientras veía como él se acercaba a ella, se quedó quieta como una estatua, el tomo la cara de la chica entre sus enormes manos, mientras ella cerraba sus ojos, el con uno de los pulgares delineo los labios de Valentina, mientras juntaba su frente con la de ella, se sentía la respiración del otro, él movió uno de sus manos y la puso en la cintura de ella, la pelirroja estaba segura de que esta vez la besaría, y ella estaba encantada, él empezó a acariciar la cintura de Valentina, movió su otra mano a la cintura, la chica tímidamente puso sus manos en los brazos musculosos del hombre, él movió su cabeza y la enterró en el cuello de ella, olfateándola, finalmente se separó, mirándola.
-Eres la mujer más hermosa que mis ojos han visto -le dijo él Rey, Valentina abrió los ojos estaban tan cerca se sentía en un sueño, en ese momento tocaron la puerta, interrumpiendo el momento.
-Alfa lo necesitamos urgentemente en el campo -dijo al parecer uno de los guardias.
Julian gruñó y tomo a la chica de la mano.
-Ven Mujer -mientras abría la puerta miraba con furia al guardia y llevaba a Valentina a la habitación siguiente.
-Esta es tu habitación, todo lo que necesites se te dará, vendré más tarde para el almuerzo -le dio un beso en la cabeza y salió cerrando la puerta.
Valentina aún se sentía atontada por ese íntimo momento con el Rey, pero despertó de ese momento cuando miró bien su nueva habitación, era un poco más pequeña que la del Rey, pero igual era muy grande, tenía unos colores más claros que la de el, el armario y baño parecían habitaciones, tenía un pequeño balcón con una vista espectacular, Valentina sentía que estaba viviendo como una princesa pero aun estaba confundida por cual seria la razón por la que estaría ahí.
no 5
muy linda
gracias