De Sirvienta A Señora Del Ceo

Al comenzar a besar a Santiago, fue un el beso demasiado torpe de mi parte.

Parecía como si fuera una principiante, qué nunca he besado a ningún otro hombre, mi lengua comenzó a invadir su boca, mis labios, estaban demasiado tensos, que fue imposible abrirlos con naturalidad.

Sin embargo, cuando estaba a punto de alejarme, la mano de Santiago se colocó con fuerza detrás de mi cabeza. Impidiendo que yo me pueda alejar de él...

En ese momento, el beso entre él y yo se hizo más apasionado. Mis labios se abrieron con mucha más confianza.

Me dejé llevar por mucho tiempo, hasta que sentí que el aire dejó de entrar a mis pulmones.

Santiago se alejó de mí, como todo un caballero, limpió mis labios. Me agradaba esta nueva manera en la que Santiago me comienza a tratar.

Me gustaba; la manera en que me estaba mirando, es una manera más linda a la de hace unos segundos.

Baje la cabeza un poco avergonzada. Fue algo imprudente de mi parte, haber sido yo la que tomara la iniciativa de besarlo.

La mano de Santiago se colocó en mi barbilla, para levantar mi cabeza con suavidad.

Santiago __ No tengas vergüenza.

Intenté bajar de nuevo la cabeza, me sentía demasiado nerviosa al ver a Santiago directamente a los ojos.

Santiago __ Serás mi esposa, y no debes sentirte avergonzada.

Melisa __ Puedo retirarme...

Santiago __ ¿Es por el beso, que te quieres ir?...

Melisa __ No,

Santiago __ ¿Entonces?...

No sabía como explicarle a Santiago, que todo lo que estaba sucediendo me tenía demasiado confundida.

Aunque me ilusionaba casarme con él, tengo miedo de solo ser un objeto en su vida y cuando se canse de mí me deseche como a una basura.

Melisa __ Quiero salir a tomar un poco de aire, y poder hacerme a la idea de que me voy a casar contigo...

Santiago __ No tardes mucho, una maestra vendrá a enseñarte varias cosas.

Solo sonreí, me di la vuelta para salir con prisa de la habitación de Santiago. Mientras me alejaba, por mi mente pasaba el beso que me acabo de dar con Santiago.

Fue realmente tan hermoso que creo que nunca en toda mi vida voy a borrarlo de mi mente.

Al llegar a las escaleras, me encontré con la bruja de Paola, como siempre lucia muy hermosa, traía un vestido rojo muy sensual.

Su rostro ya se encontraba mucho mejor, O, sería por el maquillaje que cubrió cualquier imperfección que haya quedado.

Ignore a Paola, continúe caminando a hacia abajo de las escaleras, necesito tomar un poco de aire fresco. Cuando estaba por bajar el segundo escalón, escuche a Paola hablar detrás de mí.

Paola _ Por la sonrisa estúpida que tienes entre tus labios, me doy cuenta de que el medio hombre, Santiago, ya comenzó a enamorarte.

Paola __ Pero, eres tan estúpida que no te das cuenta por qué lo ha hecho...

Continué caminando, no tenía el deseo de volver a tener un enfrentamiento a Paola. Prefiero hacerme la de los oídos sordos y no escuchar las palabras venenosas que salen de los labios de Paola Wlod.

Paola __¡Santiago, solo te está usando para quitarme todo lo que ahora tengo, y recuperar a la mujer que realmente ama!... ¡Esa mujer se llama Úrsula!...

Me detuve, volteando a ver a Paola. No estoy dispuesta a volverme a dejar intimidar por nadie más.

Melisa __ Pues para mí será un placer ayudar a Santiago a recuperar lo que es suyo. Y dejar a una serpiente cómo tú en la calle... Además, siendo su esposa, voy a tener una vida de reina.

Melisa ___ Y Por esa tal Úrsula, no me voy a preocupar... Sí, se casó con otro hombre, cuando Santiago tuvo el accidente y más la necesitaba. Es una mujer que no se puede comparar conmigo.

Paola se apresuró a bajar los escalones hasta donde estoy yo parada. Al llegar a mí, me agarró de los brazos encajando sus largas uñas en mi piel.

Paola __ Escuchame bien, niña estúpida. Cómo enemiga soy de las peores que te puedas imaginar... Y si te vuelves un estorbo para mí, me voy a deshacer de ti, sin ninguna consideración.

Sentí un fuerte ardor en mi brazo, a causa de las heridas que Paola me está ocasionando con sus uñas.

Melisa __ Ahora tú, escúchame...

Melisa __ No seré una serpiente cómo tú, pero me puedo defender muy bien de tus ataques... Y puedo responder de la misma manera en la que sea atacada...

Al terminar de hablar, me sacudí la mano de Paola de mi brazo. Para después terminar de bajar las escaleras.

No sé, por qué presiento, que desde este momento comenzará una lucha feroz entre esa mujer y yo.

Al salir de la mansión, caminé de prisa en busca de un poco de aire. Me sentía asfixiar con todo lo que ha estado pasando en un solo día.

Mi vida estaba por cambiar totalmente, de sirvienta a señora del CEO. Creo que es demasiado impactante para mí misma...

Yo solo vine a esta casa a buscar un trabajo de sirvienta; con un sueldo que me iba a servir para vivir mucho mejor a lo que he vivido desde que nací...

Pero mi vida dio un giro a ciento ochenta grados. En solo un día, lo que nunca me imagine vivir, lo he vivido en solo un día.

Ahora debo adaptarme a esta nueva faceta de mi vida, lo debo de hacer lo antes posible. Debo dejar de ser la niña tonta, y convertirme en una Dama...

De todas maneras, este o no de acuerdo con las decisiones que Santiago está tomando por mí. No tengo otra opción más que adaptarme a ellas.

Mientras estaba perdida en mis pensamientos, y en cada una de las decisiones que debo tomar de ahora en adelante. No me di cuenta en que momento Carlota se acercó a mí.

Carlota __ Ya es suficiente de estar de floja. Fuiste contratada para sirvienta, no para señora... Así que apúrate hacer tus deberes...

Qué ironía, Carlota tenía un poco de razón. Fui contratada para ser sirvienta, pero terminaré siendo la señora de la casa.