PROHIBIDO

Perezosamente, la castaña se estiró en la cama, se sintió adolorida, su cabeza quería explotar, tuvo náuseas y fue corriendo al baño a expulsar todo lo que había cenado el día anterior, una figura apareció tomando su abundante cabellera, evitando que lo ensuciara mientras vaciaba su estómago, parecía que la mujer había olvidado que estaba acompañada, sin pudor salió de la cama completamente desnuda, al hombre anteriormente no le causó ningún efecto, pero justo ahora era como ver una preciosa escultura.

"Levántate Cheli, es tu baño, pero sigue siendo sucio" Ordenó Crepúsculo.

La chica quiso jugar un poco, queria comprobar algo y dijo "Oh si Max, tienes razón, ayúdame a ponerme en pie"

La mirada del hombre se iluminó como dos esmeraldas, quería golpearla hasta acabarla, pero se detuvo, jaló su cabello con fuerza atrayéndola hasta el "Repite eso Rachel" Apretó los dientes.

La chica empezó a reír "Es broma, es broma, sé que eres James... También es broma" Dijo cuando sintió el agarre aún más fuerte.

"¡Ve a darte una ducha!" Dijo el hombre soltándola y saliendo del lugar, no entendía por qué no vio venir la broma, intentaba leer sus pensamientos, pero todo era nulo.

Crepúsculo por primera vez estaba ansioso, la chica llevaba media hora en la ducha y aún no podía escuchar lo que pensaba, es como si no tuviera acceso a su mente. En ese instante la castaña salió envuelta en una diminuta toalla, su cabello húmedo goteaba por la habitación, el hombre la siguió con la mirada y de repente escuchó una voz en su cabeza.

"Deja de pensar, me tienes nerviosa" Dijo Rachel quien se encontraba en el armario.

Crepúsculo inmediatamente la tomó por el brazos, la toalla cayó a sus pies "¿Cómo lo hiciste?"

"¿Cómo hice que?" Preguntó Rachel extrañada.

"Me acabas de hablar -- Titubeó el hombre -- "No puedo leer tus... Olvídalo" Dijo Crepúsculo.

"Puedo escuchar lo que piensa sy no dije nada solo lo pensé y creo que lo escuchaste... ¡Dios no entiendo!" Exclamó la mujer.

Al tener sexo algunos sentidos y dones de la chica se agudizaron, Crepúsculo pareció entender, ella era su familia, obvio que la magia estaba en su sangre.

"Me estás bloqueando de alguna manera, no puedo escuchar lo que piensas" Dijo el hombre posando la mirada en el cuerpo desnudo de la chica.

"¡Eso es genial!" Dijo Rachel, pero al darse cuenta de que lo había dicho y no pensado sonrió nerviosa.

El hombre sin pensarlo, besó a la mujer, está lo detuvo, se agachó y bajo al miembro del hombre que la había dejado bastante impresionada "Tío ll*ga en mi b*ca"

Crepúsculo oscureció la mirada y tomó el cabello de la chica para guiarla haciendo esta arcada por el tamaño, luego de unos minutos de placer se derramó sin prejuicios en la calidez de sus labios.

La mujer se levantó, tenía los ojos cristalinos, pero una picardía cargaba con ella, el guapo hombre limpio con el pulgar la comisura de los labios de la traviesa chica "¿Qué haces Cheli?"

"Jugar un poco"

Crepúsculo la aprisiono contra el vestidor, besó cada parte de su cuerpo e imitó el mismo acto, el hombre se puso en cuclillas, levantó una de las sexis y largas piernas de la castaña e introdujo el rostro entre su intimidad, la lengua del atractivo mago hacía que la chica tuviera espasmos y constantes descargas, después de unos minutos el dulce néctar de la traviesa mujer inundó el bello rostro del hombre.

El hombre la llevó a la ducha y ahí continuó con el asalto, repitiendo una vez más lo ocurrido en la noche anterior, la temperatura del baño subió y solo se escuchaban los fuertes golpeteos de los cansados cuerpos.

Rachel llegó veinte minutos tarde a la escuela, al llegar había una maestra cubriéndola en su aula, al verla sonrió y dijo "Lo siento Rachel, el director desea que vayas a verlo, intente ocultar tu llegada tarde, pero lastimosamente alguien le informó que no estabas" Sarcástica.

La castaña conoció sus intenciones era obvio que había sido ella quien la había acusado, Rachel era increíblemente hermosa y quienes no la conocían se sentían amenazadas por su belleza y cautividad.

"Está bien Sun, entiendo" Sonrió la castaña.

La mujer no sabía como había escapado de los brazos de su depredador, era incansable, pero le gustaba. La castaña sentía que todos sabrían que tuvo una buena noche de sexo, estaba tan de buen humor que creía que se notaría.

"Hola Maximiliano, lo siento... Yo..." Dijo Rachel entrando a la oficina del hombre, pero no pudo terminar cuando sintió unos labios encima de los de ella.

Maximiliano tenía unas ganas enormes de poseerla nuevamente y el rechazo hacía que la deseara mucho más, él quería más de ella y si tenía que buscarlo lo haría.

Rachel intento alejarlo, pero era casi imposible, la mujer lo mordió con mucha fuerza y este la soltó inmediatamente, La mujer temía por su vida, por la de todos, si su tío estaba cerca acabaría con el mundo entero, había notado lo posesivo y celoso que era, estaba perdida.

"Rachel ¿Qué has hecho?" Preguntó Maximiliano y se lanzó nuevamente hacia ella, esta vez, él la mordió, dejando una fisura en el labio inferior de la chica.

Rachel levantó su rodilla y golpeó fuerte los testículos del hombre ocasionando que este cayera al piso con un terrible dolor, la chica salió de la oficina y fue al baño. Esperaba que su tío apareciera de la nada, pero no fue así, no sabía si estar tranquila o preocuparse más.

"Estás al mando de este lugar Crep, te necesito aquí, deja lo que estás haciendo y organiza este puto desorden" Ordenó Oscuridad su padre, quien gobernaba otro mundo.

Crepúsculo guardó silencio, tenía una niña traviesa en Alemania, si la dejaba mucho tiempo sola, lo más probable sería que buscara a otro, el hombre negó con su cabeza, acabaría el mundo si alguien más la tocara.

"¿Qué piensas? ¿De cuándo acá bloqueas tu mente para que no pueda escucharte? ¿Qué escondes hijo?" Preguntó Oscuridad.

"No ocurre nada, hice algunos tratos con humanos y estoy saldando deudas" Mintió el pelirrojo.

"No indagaré, estás bastante grandecito para saber lo que haces, deja a esos humanos en paz y concéntrate en organizar los inframundos, ayer una manada de lobos atacó el hogar de los Lancaster, esos vampiros están como locos y quieren venganza, corrige esa mierda" Advirtió Oscuridad.

"Está bien padre, lo haré, saluda a mi madre de mi parte" Dijo Crepúsculo levantándose de la silla.

"¿Qué regalo le diste a los trillizos? Isa me buscó preocupada" Dijo Oscuridad deteniendo a su hijo.

Los ojos de Crepúsculo brillaron de maldad, parecían dos piedras preciosas de esmeraldas "Mi querida sobrina ya les dio su regalo y eso, combate el mío, no te preocupes, quise hacer sus vidas interesantes"

"Habla con Alex, cree que aún no le han obsequiado nada a los niños" Dijo Oscuridad.

"Bien, hablaré con mi sobrino" Dijo Crepúsculo.

El hombre fue a la guarida de lobos, sus ojos brillaban de maldad "¿Dónde está Jacob?" Preguntó con voz demandante.

Jacob al escuchar la voz del mago salió sin dudarlo, este lobo era el jefe de su manada, hacia todo por cuidar de su familia y antes de que el mago destruyera su hogar se precipitó a decir "Frederick tocó a Luna"

Frederick era un joven vampiro que le gustaba merodear por lugares en donde no era invitado y en sus largas caminatas había conocido a Luna una bella mujer lobo que lo cautivó, la relación entre lobos y vampiros es prohibida, Crepúsculo tendrá que tomar una decisión, esa prohibición hace parte del reglamento interno del mundo mágico.

El mago detuvo su ira, miró a Jacob y dijo "Quiero a Luna mañana en mi oficina, debe ir sola"

Luego Crepúsculo se dirigió al hogar de vampiros Lancaster, muchas veces se había topado a Frederick merodeando por el lugar, le parecía un joven intrépido y rebelde, así fue el en un tiempo.

"Logan, tu hijo debe presentarse mañana en mi oficina, deberá ir solo" Advirtió Crepúsculo.

"Jefe, mi hijo es joven, sabes como son..." Titubeó Logan, uno de los vampiros más jóvenes de la secta.

"¡Envíalo!" Sentenció Crepúsculo.

Crepúsculo no podía creer que eso hubiese pasado, las personas que estaban a su mando debían evitar ese tipo de cosas. Su padre había venido a reprenderlo por un descuido de sus subordinados.

Después de organizar un poco el lugar decidió ver a su traviesa chica, ya debería estar en el apartamento, el hombre apareció y Rachel estaba recostada en el mueble con una pequeña pijama y con una de sus manos sostenía una bolsa de hielo que presionaba sus labios.

"¿Qué pasó Cheli?" Preguntó Crepúsculo.