Mayor... ¿Y Qué?

CHAD...

Natalia, Natalia, Natalia... No puedo sacarme ese nombre de la mente... Sus ojos pareciese que me persiguen. Su sonrisa es tan hermosa. No puede ser que yo me haya clavado tan rápido de una mujer. Pero es que no es una mujer cualquiera, es una belleza de mujer. Se ve tan inteligente e interesante.

Tenía una lucha interna, me había encantado esa mujer, pero imagino que el hombre que esté a su lado debe de andar exhibiéndola como su mayor tesoro. Debe ser un hombre sumamente feliz. No lo conozco ¡Y ya lo envidio! Una mujer con su hermosura y lo preparada que está debe ser una cosa increíble.

Pasé los 2 días siguientes en esa cama de hospital, pensando en ella en todo momento... El día que me iban a dar el alta de ese horrible lugar al que lo único que le agradezco es que me haya permitido ver a esa hermosa mujer, me recordaron que debo hacer terapias y toda la cosa para recuperar al mil porciento mi brazo. Papá Brandon preguntó por el mejor terapeuta de movilidad y le dijeron que la mejor de la rama de recuperación de la movilidad es ella. Ahora falta ver si tiene espacio en su agenda para mí.

Voy cruzando los dedos para que si tenga el tiempo y la disponibilidad de atenderme. Cuando llegamos a su consultorio me veo de mejor semblante, me siento muy bien y quiero darle la mejor impresión que pueda a mi hermosa doctora. Entramos y es un consultorio amplio, elegantemente decorado. Fotos como para llenar todas las paredes de 3 hermosos niños que imagino deben ser sus hijos. Sonrío porque se le nota que los ama, Pero todas las fotos son ella y los 3 niños, no veo a un señor Ferreira por allí. Me brillan los ojos por la esperanza. Esperanza que NO haya un esposo un marido o nada por el estilo.

Chad, Chad... Llama mi atención con chasquido de dedos. Puedo atenderte los lunes de 7-9 de la noche y los sábados, de 10- 12 del mediodía. ¿Te parece bien? Me parece perfecto, Natalia. Dije sintiendo mi corazón galopar con la mera idea de que la veré 2 veces a la semana. Mi padre está feliz, ya va haciendo planes y demás. Yo llevo en la cabeza las fotos tan hermosas que ví en su escritorio.

Me dieron un miércoles y ya hoy es viernes. Tan solo falta un día para verla para comenzar con la recuperación de mi brazo, así que ya veremos cómo nos va.

NATALIA...

Tener personas con dinero dispuestos a pagar por mis servicios extra siempre es un alivio para mí. Ya he trabajado con este tipo de circunstancias antes, así que para mí no hay nada de nuevo. Chad Johnson es otra cosa. Cada vez que mi nombre sale de sus labios se eriza la nuca, y me siento estúpida, me molesta, y por eso trato de mantener una compostura lo más profesional que puedo, su familia es todo un amor y siempre me sacan risitas nerviosas. Chad es una divinura y es lo único que diré.

Mi vida está perfecta así como está. Mis 3 hijos y yo, hacemos comida juntos, salimos a comer, vamos al cine, vamos a todo lo que queremos ir sin temor a nada ni a nadie. Somos libres y felices lejos de tanta gente tóxica que nos quiera incomodar. Decidí organizar mi vida en una agenda. De esa manera no le quedo mal a ningún paciente y muchísimo menos a mis hijos. Tengo una noche con cada uno de ellos, me ha servido para oírlos, entenderlos, apoyarlos y pues hacer básicamente mi tarea como madre responsable.

Ya casi es sábado, y estoy llamando a todas partes para buscar una niñera confiable con quién pueda dejar a mis hijos y no encuentro a nadie. ¿Será posible?? Yo no conozco a mis vecinos. Tenemos 1 año viviendo aquí New York y nada, me he enfocado tanto en trabajar para que estemos bien que de verdad no me ha importado nada de eso de socializar con mis vecinos. Así que ahora eso me está pasando factura. No sé qué hacer. Mañana es el día que comenzamos rehabilitación con Chad y yo nada que consigo con quién dejarlos. Si no me tocaría cancelar y eso no es para nada ético.

Viernes 9 pm. Me toca llamar a Brandon Johnson y decirle que no podré ir a la rehabilitación por motivos personales.

Llamada:

_Buenas noches...

_Doctora Ferreira, estamos esperando con ansias que llegue mañana. Mi hijo está muy entusiasmado de comenzar su rehabilitación y poder estar al 100% lo más pronto posible.

_Mi llamada es respecto a eso Brandon. Me da mucha pena con ustedes, pero no creo poder ir.

_Doctora pero ¿estás bien? Puedes contar con nosotros para lo que necesites, sin pena ni vergüenzas.

_ Sí, es solo que no encuentro una buena niñera y no tengo con quien dejar a mis hijos. Y si no tengo con quien dejarlos...

_¡¡¡Tráemelos!!! Yo los cuido... Hace tanto que no hay niños aquí en casa... mis sobrinos ingratos no me traen a mis bebés porque Hannah es una degenerada que no comparte a sus 4 nietos... ¿Puedes creerlo? Así que hagamos ésto, yo los cuidaré mientras tú estás ocupada con mi hijo. De madre a otra nos cuidamos la espalda... -Y ahí estaba la locura y el gran corazón que Brandon posee-

_¿Estas seguro? Es que me parece poco ético y que sería un abuso de confianza hacia ustedes...

_Abuso de confianza mis calzones. Tráeme a esas hermosuras de bebés que tienes y verás que me amarán... De hecho querrán de ahora en adelante que yo los cuide cada vez que debas salir. Así que hasta mañana...

Fin de la llamada.

Me quedé casi de piedra ante lo que estaba diciendo Brandon. Bueno, ellos se ven que son una familia totalmente peculiar, pero con mucho amor de por medio. Así que esta vez le tocaría llevarse a sus hijos con ella y confiarlos en manos de Brandon Johnson, un hombre que a leguas se ve lo tierno y grande que es su corazón...