Natalia es feliz, su familia completa, un maravilloso esposo, algo sobre protector, pero se avecinan grandes desastres que la llevarán al límite junto a sus hijos, los cuales pasarán de ser unos adolescentes vivaces a adultos serios y con muchas responsabilidades, igual que ganas de defender el imperio que se ha formado, tras la alianza de dos grandes familias italianas, lucharán por defender a su Madre de sus enemigos y descubrír, el amor, la traición y el desamor
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Asesina
Llegó a la entrada de la calle y veo a varios hombres son de los Ferrero y tienen a Maximiliano, nuestros hombres reaccionan y están rodeados pero ellos tienen la ventaja, en este momento miro a el niño a los ojos y son exactamente iguales a los de su padre, están inyectados en sangre tiene una mano en su bolsillo derecho y creo que tiene algo allí.
A mi espalda escucho a alguien reír, son ellos dos Alejandro y Luis Ferrero pero Angelo no está por ninguna parte, sigo apuntando a quien tiene a Maximiliano, el ambiente es tan tenso que puede cortarse en cualquier momento con cualquier acción por pequeña que sea, no sé dónde diablos está metido Máximo.
Afuera de la casa se escuchan disparos y más disparos, supongo que alguien avisó a la familia pero esta gente estaba preparada.
— ¡Bajala Alessandro, ni siquiera es tu hijo! —
— Estás loco, no voy a bajarla, maldito traidor!— Siento el cañón de una de sus armas en la parte trasera de mi cabeza pero no bajo mi arma, voy a protegerlo porque en mi lugar se que ellos hubieran hecho exactamente lo mismo.
Tengo una buena vista de Massimiliano y veo como poco a poco saca lo que parece un cuchillo pequeño pero muy efectivo, estoy apunto de disparar pero escucho voces muy familiares nuevamente a mi espalda, me siento un poco más tranquilo cuando escuchó quitar los seguros de sus armas.
— Bajala despacio y dile a tus hombres que lo hagan también o este es su final— Es Máximo y se que habla enserio por el tono de su voz se que no está nada contento. Por el rabillo de mi ojo la veo, está moviéndose cautelosamente con su arma y sigue apuntando en mi dirección pero a la espalda.
— ¡Suelta a mi hijo, maldito demente, no tienes ninguna posibilidad! — Le hago una señal a Maximiliano para que se tire a el piso con mi mirada y creo que lo entiende por qué asiente con la cabeza, en segundos se desata un infierno en la tierra.
Porque el chico es bastante rapido, en un solo movimiento apuñala a el hombre en la pierna y gira quedando a su espalda, veo que me entendió cuando se tira a el suelo y a mi espalda escucho dos disparos secos y personas caer, ahora no tengo un cañón apuntando a mi cabeza.
Lo que más me sorprende es ver cómo Natalia va en dirección a Maximiliano y sin mediar palabra pone una bala en la frente de su atacante, jamás la vi así y menos pensé que ella pudiera disparar o matar a alguien pero eso lo hace unos por los hijos, no me imagino si fueran los míos.
Máximo
Subo rápidamente las escaleras y voy buscando de dónde salieron los disparos, mi corazón se detiene cuando veo a Massim de pie en la puerta, mirando fijamente a Bianca y a Natalia, Angelo Ferrero está en el piso y tiene tres impactos de bala.
Natalia me hace una señal para que no diga una palabra, me supongo que se algo de lo que paso y no voy a incomodar a Bianca pero espero cuando se calmen, varias explicaciones, además que a Alessandro esto no le va a gustar para nada.
Escuchamos mucho ruido, vamos directo a el balcón y vemos muchos hombres apuntando, cuando se dan cuenta de nuestra presencia empiezan a Disparar, pongo a Bianca, Massim y a Natalia a Resguardo y bajo.
Abro la puerta y lo que veo hace que me enfurezca más de lo que estoy, agradezco siempre llevar mis dos nenas encima y con cada una de ellas apunto a la cabeza de estos dos malditos, escucho afuera los disparos y el ambiente se tensa.
Veo a Natalia que tiene una pistola en dirección a uno de ellos y va caminando, también veo en que dirección va y no muy lejos está mi pequeño Maximiliano, tiene una arma en su cabeza pero antes de alcanzar a responder veo que apuñala fuerte la pierna de aquel hombre y en un solo movimiento se pone lo que puedo decir a salvo.
Sin pensarlo dos veces disparo y los hermanos Ferrero caen a mis pies, inmediatamente veo a Natalia ir en dirección de mi niño y con toda la frialdad que jamás vi, le pone una bala en la cabeza a su atacante, toma a Maximiliano y va en dirección a la casa, Alessandro y yo la cubrimos y empezamos a disparar, nuestros hombres los superan y ya no tienen la ventaja de un rehén.
Tenemos algunas bajas pero logramos salir victoriosos.
Natalia
No puedo creer lo que está pasando, mis hijos están en peligro en un cerrar y abrir de ojos, no sé por qué Máximo piensa que no voy a hacer nada pero no es momento para discutir.
Mientras él piensa que nos a puesto a resguardo, lo sigo al parecer por la prisa no se entera, salimos y lo veo. Por su carita se que está enojado, lo conozco bien no se va a quedar quieto, siento tanta ira que no me puedo controlar, así que cuando escuchó que Máximo acabo con la Vida de esa escoria, me muevo rápidamente y sin pensarlo dos veces le pongo una bala en su cabeza, tomo a mi hijo y rápidamente voy a la casa con la protección de Maximo y Alessandro.
Camino directo a mi habitación donde tengo a mis otros dos hijos y entro, al parecer Bianca ha dejado de llorar y por su expresión adivino que está enojada, igual que Massim.
— ¿Como están todos? —
— Todo en orden mamma—
— ¿Tu Bianca ya estás mejor cariño?—
— Solo dame un arma y voy a salir a apoyarlos madre—
— Eso no va a pasar por ahora deben quedarse aquí —
— Mamma escúchame ¿Para que nosotros aprendemos día a día a defendernos si no podemos apoyar a papá?—
— Ustedes son solo niños, más tarde lo van a hacer eso es seguro pero por ahora no y es mi última palabra se quedan aquí— Asienten sin muchas ganas, voy al piso de abajo y los veo entrar; un olor a pólvora y a muerto, inunda todo lo que respiro, trago fuerte y me dirijo a ellos.
— ¿Podemos hablar? — Asienten con la cabeza y pasamos al estudio.
— He matado a Angelo Ferrero Alessandro— Eso fue lo único que me salió, el me mira con una leve sonrisa.
— Veo que te volviste una asesina despiadada— El vómito amenaza en salir y mis ojos se llenan de lágrimas, los cierro de nuevo para tomar aire y lo suelto como me sale.
—El intento abusar de Bianca— Veo que su mandíbula se tensa y me mira fijamente, Máximo también está sorprendido y me mira están esperando que se los explique.