La Obsesión Del Mafioso (Imperio Lombardi—II)

REMI

— ¿Quien es esa niña?, va a trabajar aqui—Dijo con tono molesto Alison.

—Es mi mujer, así que quiero que la trates como tu jefe—Dije viendo la espalda desnuda de Molly alejándose por un pasillo

—Vamos Remi, tu no eres de los que tienen dueña—Se.burló y se.acercó acariciando mi pecho

—Ella lo es—Dije hastiado, la tome por las muñecas apretando con fuerza.

—Me lastimas Remi—Chillo viéndome a los ojos.

—No te acerques a ella—La solté y me perdí por el pasillo que ella había tomado, abrí todas las malditas puertas y no la encontraba, me altere bastante dando órdenes a todos de cerrar y buscarla alrededor del.club.

Que si me volví loco buscándola por todo el puto club, Mierda, creí que se había ido de mi lado. Eso no lo soportaría, mi alma volvió al cuerpo al verla acostada en el sillón de mi oficina, con los ojos cerrados, su vestido lo tiene un poco más arriba de su muslo y me excito con esa imagen perfecta de ella.

—Aquí estás—suspiro aliviado al verla.

—Estoy cansada, no estoy acostumbrada a usar tacones— Dice y me acerco hasta ella, me arrodilo a su lado y acaricio suavemente sus pies, subí mi mano por su pierna y siento como se estremece, sigo subiendo y la meto debajo del vestido, ¿No tiene bragas? respira agitada y le rozó un dedo en sus labios, ¡Mierda! esta muy húmeda.

—Molly—Digo con.voz ronca

—Remi—Gime y ya no soporto más, quiero hacerla mía, me subo encima de ella y la beso apasionadamente, recorro sus perfectas curvas con mis manos, la aprieto más a mí, estoy al borde un colapso. La tengo dura, muy dura, puedo sentir como me palpita y quiere romper el pantalón para atravesarla y hacerla gritar mi nombre una y otra vez.

—Te deseo, ya no lo soporto más—Confieso, pegó mi frente a la de ella mientras sigo tocando por encima del vestido sus senos, le beso el cuello dando pequeñas mordidas.

—Que esperas—Dice deseosa, la miro, sus mejillas están rosadas y sus labios entre abiertos tomando aire, la levantó y la subo en mi hombro pongo una mano en su trasero para que nadie vea lo que es mío, salímos por el pasillo y todos nos miran sabiendo lo que va a pasar, me imagino a mi pequeña muriendo de vergüenza, es tan inocente.

Llegamos a la mansión, la alzó en mis brazos y ella me rodea con los suyos por el cuello, la tomó del trasero y nos besamos mientras camino a pasos torpes por los pasillos, mierda, nunca se me había hecho tan grande está puta casa, de una patada abro la puerta de nuestra habitación, si,nuestra, la tiró en la cama y nos despegamos para tomar aire.

—No te imaginas cuanto he esperado este momento— Dije convoz ronca, me subí encima de ella y la bese, sus labios son tan dulces.

MOLLY

No estoy pensando con claridad, puede que después me arrepienta de esto, pero es que este hombre es jodidamente sensual, sabe como hacerme perder la cabeza.

—Espera.... Remi—Gemi y se incorpora un poco— Me va a doler.

—Lo haré con cariño—Jadeo viendo mis ojos.

Asenti con la cabeza porque las palabras se atoraron en mi garganta al sentir la punta en mi entrada.

—Relájate— Susurró en mis labios y me dio un beso suave, nuestras lenguas juguetearon con desespero, me queje al sentir que entró en su totalidad, me aferro de su espalda clavando con todas mis fuerzas las uñas en ella, se quedó totalmente quieto dentro mío, cerró los ojos y su expresión era total de satisfacción. Eso era lo que quería y lo que tanto buscaba de mí, aún me sigo preguntando si estoy haciendo bien al entregarme a este ser que tanto desprecio, mis lágrimas bajaron por mis mejillas.

—Mmmm. Mi dulce Molly — Gimio, movió las caderas en círculos despacio acostumbrandome a su tamaño.

—Remi, hagamos un trato— Dije agitada y mi espalda se arqueo cuando me embistió con fuerza, sus movimientos eran suaves pero profundos.

—Te escucho ..— Me beso el cuello mientras aumentó la velocidad, se aferró de mis caderas y ya no dolía para nada, solo sentí puro placer.

— Ya te di lo que querías.... ahora dame... mi libertad...— No pude articular más sólo escapaban de mi boca fuertes gemidos, su expresión se tornó oscura y temble de miedo, con cada estocada que daba me hacia ver el mismo infierno, ya no era para nada gentil, me agarró por la nuca ejerciendo mucha fuerza, trate de liberarme pero era imposible, la bestia que hay dentro de él despertó.

— Escuchame bien, Molly.... salió de mí..... jamás te irás de mi lado..... Entró con tanta brutalidad que ardi de placer y dolor al mismo tiempo, me di mil cachetadas mentales por gustarme esto..... jamás.... repitió y de un rápido movimiento me dio la vuelta, levantó mis caderas y abrió mis piernas.

— Ahí no te haré nada, por ahora— Dijo y sentí de nuevo su punta en mi entrada, entró con fuerza. Lo sentí mucho más grande y profundo en esta posición, me tomo de los brazos llevandolos hacia atrás y nuestros cuerpos chocaron con fuerza, sentí que mi vientre se contrajo y otra vez aquella exquisita sensación se apoderó de mí, salío y entró, daba círculos y con una mano me froto el botón, me retórci de placer y pase de estar en el infierno a quedar en el completo cielo del orgasmo, estalle con furia y el siguió con sus embestidas rápidas y más profundas, un fuerte gemido salió de su garganta cuando se corrió dentro mío, llenándome por completo de él.

—Mi pequeña Molly — Me tomo por el cabello y me giró, estampó sus labios en los míos con ferocidad. Salió de mí y cayó a mi lado, me tomo por la cintura y me abrazó con fuerza, me queje, levantó la mirada y tocó mis caderas lastimadas, dolía... ¿Como pudiste disfrutar de esto Molly? que estúpida.