Las Crueldades De Esta Vida

Viki sabe que no debería perdonar tan fácilmente el hecho de que haya desaparecido sin más solo por qué acaba de realizar una declaración de amor. Ella trata de mantenerse distante y firme en su posición, pero cuando él se aproxima a ella y la toma del mentón levantando la cabeza de ella todo aquel autocontrol que debería tener se esfumó, así dan inicio a un beso apasionado el cual él va profundizando al ver que ella no traía nada más que la toalla que envolvía su cuerpo. Lentamente baja las manos hasta el dobladillo de la toalla y lo deja caer dejándola completamente desnuda frente a él.

Él se separa un poco y observa el cuerpo de su novia, ella queda un poco avergonzada y trata de cubrir sus pechos con ambas manos y sus partes íntimas moviendo un poco las piernas. Maikon se aproxima nuevamente y toma sus manos entre las suyas dejándolas contra la pared por encima de la cabeza de Viki. Ella suelta un gemido involuntario ante la acción de Maikon, él la observa pidiendo permiso para continuar a lo cual ella simplemente baja la mirada observando la evidente erecci*n que tenía. Maikon besa a Viki aún sosteniendo sus brazos contra la pared, al separarse debido a la falta de aire aprovecha para quitarse la ropa que tenía puesta, luego la carga enredando las piernas de ella alrededor de su cintura. Los besos continúan cuando repentinamente ella siente como él se introduce dentro de ella, aquello le había causado un poco de dolor, ya que aún no estaba completamente lista para tal invasión. Ella clava sus uñas en los hombros de Maikon y él continúa moviéndose bruscamente en su interior.

Minutos después él alcanza el clim*x del acto y la baja lentamente. Ella un poco desorientada por la manera rápida y brusca que todo había sucedido se retira al baño para darse otro baño, él la sigue y se ducha con ella.

_¿Te apetece ir a desayunar a un lugar? Podríamos aprovechar el día y pasarla juntos.

_Tengo trabajo pendiente hoy, debo reunirme con Marcus para finalizar algunos contratos y luego viajaremos hasta Las Vegas para negociar la compra de una empresa.

_No sabía que tú y Marcus tenían tanta intimidad al punto de llamarse por el nombre.

_Es mi jefe, pero pasamos tanto tiempo juntos que preferimos no ser tan formales.

_Eso no me parece decente, las personas podrían malinterpretar que ambos se traten de manera tan informal, eso podría generar rumores de que están saliendo.

Los celos de Maikon eran evidentes, ella le toma de la mano y trata de amenizar la situación.

_Marcus es mi jefe, lo que los demás lleguen a pensar no pasará de un simple rumor que podemos desmentir fácilmente.

_No irás a esa reunión con él, mucho menos dejaré que viajes sola con él a otra ciudad.

_Te guste o no es mi trabajo y lo voy a hacer.

Viki se pone de pie y estaba por dirigirse hasta la habitación para tomar su bolsa, pero Maikon la sostiene del brazo al momento que ella se pone de pie, la fuerza que ejerce sobre ella es tanta que su pie se pone roja, él la puja fuertemente hasta la silla haciendo que cayera sobre la misma y perdiera el equilibrio cayendo al suelo.

Al darse cuenta del error que había cometido él se arrodilla a su lado y pide disculpas diciendo que no era su intención lastimarla.

_Lo siento mucho cariño, no quería que salieras lastimada. Los celos le cegaron y actué de manera estúpid*, perdóname. Tú también tienes la culpa por cuestionarme de esa manera, debiste aceptar lo que te pedía y esto no hubiera sucedido.

Ella no lo observa, mantiene la mirada fija sobre la mano que continuaba apretando su muñeca con tanta fuerza que dolía.

_Sueltame, estoy atrasada para la reunión.

_Viki por favor escúchame, no quise hacerte daño. Lamento lo sucedido aquí, te lo compensaré de alguna manera, te lo juro.

Ella ya había tomado su bolsa y se había puesto una blusa fina que la ayudará a esconder la marca que había quedado en su muñeca.

_Puedes salir de mi apartamento, debo irme.

Él sale y ella tranca la puerta del apartamento marchándose a pasos rápidos hasta llegar al elevador, él seguía parado en el mismo lugar y ella aprovecha para cerrar las puertas del elevador y evitar que él vaya con ella. Cuando él nota esto corre en su dirección, pero no logra llegar a tiempo, las puertas se cierran y ella baja hasta el estacionamiento en donde probablemente Marcus ya la esperaba para ir a la reunión que tenían marcada.

Ella sale y sube rápidamente al auto pidiendo que él acelerará y la sacará de allí lo antes posible.

_Buenos días Virginia.

_Por favor acelera, sácame de aquí rápido.

Marcus muda su semblante al ver cómo ella estaba claramente con miedo y asustada. Él avanza y sale del estacionamiento logrando ver a través de retrovisor como Maikon sale del elevador y busca desesperadamente por todo el estacionamiento.

_¿Qué te hizo ese idiota?

La cara de Marcus reflejaba el enojo, la irá que lo domina al notar la marca en la muñeca de Viki. Ella permanece en silencio sin lograr evitar que las lágrimas caigan sobre su mejilla.

Marcus entiende que lo que sea que haya sucedido la había dejado en un estado de shock, toma su celular y le marca a su secretario.

_Cancela la reunión de hoy, diles que tuve un problema personal que debo solucionar.

Termina la llamada y deja su celular en algún lugar del auto, luego muda la dirección a la que se dirigía. Una hora después llegan a una hermosa casa a las afueras de la ciudad, ella estaba perdida en sus pensamientos aún con lágrimas cayendo sobre sus mejillas apenas nota que habían llegado porque él abre la puerta y la carga en sus brazos llevándola dentro.

Ella no entendía donde estaban o como acabaron allí, solo se deja llevar por la sensación de seguridad que le causa estar al lado de Marcus, así termina desmayando sobre sus brazos.