Me Reencarné En Una Ardilla Hembra

Capítulo 7: Nuevas Alianzas y Desafíos

Nieve despertó temprano en su habitación en la posada “Cara de Dragón”. La luz del sol se filtraba por la ventana, iluminando suavemente el cuarto. Se estiró y decidió que era hora de explorar más la ciudad y conocer mejor el gremio de aventureros.

Bajó al comedor de la posada, donde Sofía y su hija Luna ya estaban preparando el desayuno. Luna, con su habitual curiosidad, corrió hacia Nieve.

—¡Buenos días, Nieve! ¿Nos contarás más sobre tus aventuras? —preguntó Luna con ojos brillantes.

Nieve sonrió y se sentó a la mesa con ellas. Mientras desayunaban, Nieve relató algunas de sus experiencias en la mazmorra, omitiendo los detalles más peligrosos para no asustar a la pequeña.

Después del desayuno, Nieve se dirigió al gremio de aventureros. Al entrar, notó el bullicio del lugar. Aventureros de todas las edades y habilidades se movían de un lado a otro, algunos revisando los tablones de anuncios llenos de misiones, otros conversando animadamente.

Urela, la recepcionista de cabello naranja, la saludó con una sonrisa.

—Buenos días, Nieve. ¿Cómo te va en la ciudad? —preguntó Urela.

—Muy bien, gracias. Quería conocer más sobre el gremio y las misiones disponibles —respondió Nieve.

Urela asintió y le mostró los tablones de anuncios.

—Aquí puedes encontrar misiones de todo tipo. Desde cazar monstruos hasta escoltar caravanas. También tenemos misiones especiales que requieren habilidades mágicas —explicó Urela.

Nieve se acercó a uno de los tablones y comenzó a leer las misiones. Una en particular llamó su atención: “Investigar desapariciones en el bosque cercano”. Decidió que sería una buena oportunidad para probar sus habilidades y ayudar a la comunidad.

Antes de partir, Nieve se dirigió a la ventanilla donde You, el hombre musculoso y calvo, estaba trabajando.

—Hola, You. Quería agradecerte por la oferta de ayer. Los materiales que vendí me ayudaron mucho —dijo Nieve.

You sonrió y asintió.

—No hay de qué. Si necesitas más ayuda, no dudes en preguntar. Y si encuentras más materiales interesantes, tráelos aquí —respondió You.

Con su misión en mente, Nieve salió del gremio y se dirigió al bosque. Mientras caminaba, pensó en las palabras de Urela. ¿Qué tipo de criaturas encontraría? ¿Qué misterios ocultaba el bosque?

Al llegar al bosque, Nieve activó su habilidad de transformación y se convirtió en una semi-humana con orejas de ardilla y cabello blanco. Esto le permitió moverse con agilidad y escuchar mejor los sonidos del entorno.

No pasó mucho tiempo antes de que encontrara pistas de las desapariciones. Huellas extrañas y ramas rotas indicaban que algo grande había pasado por allí. Siguiendo las pistas, Nieve llegó a un claro donde encontró a un grupo de criaturas mágicas atrapadas en una red.

—¡Ayuda! —gritó una de las criaturas, un pequeño hada con alas brillantes.

Nieve se acercó con cautela y usó su magia para liberar a las criaturas. El hada, agradecida, le explicó que habían sido capturadas por un grupo de bandidos que planeaban venderlas en el mercado negro.

—Gracias por salvarnos. Si necesitas ayuda, solo llámame —dijo el hada antes de desaparecer en el bosque.

Con la misión cumplida, Nieve regresó a la ciudad y reportó sus hallazgos en el gremio. Urela y You la felicitaron por su valentía y le otorgaron una recompensa adicional.

Esa noche, de regreso en la posada, Nieve se sintió más segura de sí misma y de sus habilidades. Luna la esperaba en el comedor, ansiosa por escuchar más historias.

—¿Cómo te fue hoy, Nieve? —preguntó Luna.

—Fue un día lleno de aventuras. Pero lo más importante es que hice nuevos amigos y aprendí mucho —respondió Nieve con una sonrisa.

Mientras se preparaba para dormir, Nieve sabía que aún había muchos desafíos por delante. Pero con su nueva apariencia y habilidades, estaba lista para enfrentarlos todos.