Red Oscura

NOEL.

Pasaron las horas o quizás días, lo único que sabia es que nadie había entrado por esa puerta, sabía que había avanzado el tiempo porque mi panza protestaba por una sola razón y es que tenía muchísima hambre al igual que sed.

Me levanté varias veces a caminar en círculos en este pequeño lugar sintiendome como un animal en el zoológico, y al sentirme fatigada solo volvía a ese colchón viejo y me volvía a dormir.

Ya que dormir era el único momento donde se me olvidaba que tenía hambre y sed...

Un golpe me hizo despertar, levanté mi vista y vi aquel hombre rubio de ojos azules sentado en la orilla del colchón.

Me sonrió y me acercó una vianda con comida, al abrirla no olía nada bien, pero tenía hambre y esto era lo más cercano a un manjar.

Me senté con rapidez y con mis manos temblorosa tome grandes bocados para llevarlos a mi boca, el sabor no era delicioso, intente pasar, pero mi garganta se cerró y mis ojos se aguaron.

Él me vio y grito tan fuerte que me asustó — Есть!, [¡Come!].

Y nuevamente intente hasta que pude pasarlo, seguí tomando porciones con mis manos de esa comida, hasta que me olvide de su olor y sabor, y comí con desesperación hasta terminar.

Se levantó, me quito la vianda y palmeo mi hombro— Хорошая девочка, [buena chica] — y solo se fue dejándome nuevamente encerrada.

Cada que esa puerta se abría era él con la vianda de comida en mal estado, me obligaba él y yo misma a comer con el anhelo de no sentir su sabor y soñando que algún día se terminará esto, pero solo era el inicio.

Y de tanto comer esa comida, mi estómago comenzaba a doler, tenía escalofríos y mi cuerpo dolía con cualquier simple movimiento.

Hasta que comencé a vomitar, pero estaba tan débil que no pude llegar tan lejos y solo caí vencida a mitad de ese cuarto, pensé que sería mi agonizante final, pero no, por esa puerta entro un hombre y me levantó llevándome en sus brazos.

Pero mi vista era tan borrosa, que el lugar no lo distinguía, las luces eran intolerables a la vista, sentí que me recostaron, alguien me revisaba y solo sentí un pinchazo en mi brazo.

El dolor fue grande, pero mi debilidad era aún más y no opuse resistencia, cerré mis ojos por el inevitable cansancio; al abrirlos observe el lugar y era igual de insalubre qué donde yo estaba.

Y me di cuenta de que estaba en una camilla, traía una bata de hospital y con un suero conectado a mi brazo, me sentía mejor que antes eso no lo puedo negar, suspiré y solo seguí observando el lugar viendo a las cucarachas pasar por los filos de las paredes.

Hasta que la puerta se abrió y entró el mismo rubio qué me obligó a comer esa comida, se acercó y tomo mi mano— Вы чувствуете себя лучше?, [¿te sientes mejor? — Asentí a su pregunta— Вы готовы, [ya estás lista].

Y salió del lugar dejándome con un enorme escalofrío por sus palabras, una chica entró, quito el suero al igual que el catéter, me sonrió con un poco de tristeza y antes de poderle preguntar, dos hombres entraron por esa puerta haciendo aun lado a aquella chica, uno de ellos me cargo sobre su hombro y salimos.

Tenía terror al lugar que me llevarían, caminaron por un pasillo interminable, hasta que atravesamos una puerta doble, pude ver que era un comedor donde había varias jovencitas recordando lo que habían dicho que era mayor, ahora entendía a que se refería, al ver sus rostros sabía que no pasaban de los dieciocho o quizás diecinueve.

El hombre me bajó dejándome en una de las sillas y grito— ¡Есть! [¡Come!] — el hombre se alejó más nunca se fue, solo se quedó junto a los demás al rededor de la habitación, observándonos y sin perder pisada.

Al levantarme, tome un plato y me serví todo lo que mi vista y mi estómago apetecía, era una larga mesa con comida y postres variados.

Me senté y comí lentamente, pues recién salía de mis dolores estomacales y no sabía cómo recibiría nuevamente el alimento, comí con un poco de recelo pues también me hacía la misma pregunta desde hace veinte minutos de haber llegado a este lugar, ¿por qué?, después de haber ingerido comida en muy mal estado, porque ahora nos dan hasta un buffet, ¿por qué?.

Comencé a comer sintiendo los exquisitos sabores salados y dulces, comí hasta que termine completamente, los hombres se acercaron a nosotras y cada quien cargo a una chica, y nuevamente estaba sobre el hombro de aquel hombre castaño, yo estaba en silencio mientras que escuchaba a las chicas gritar.

Al levantar mi cabeza vi como a una la golpeaban porque no se callaba, me dolía ver esa escena y lo único que hice para que a nadie más saliera herida les grite en inglés pensando para mí que es el idioma universal.

—¡Silence, be smart!, [¡silencio, sean inteligentes!]. — las chicas comenzaron a guardar silencio, el hombre castaño comenzó a caminar hasta salir de esa habitación, pero cuatro pasos después me aventó al suelo y me grito.

— Заткнись, твой голос меня раздражает, [¡Cállate!, tu voz me irrita] — me jalo del cabello para levantarme y volvió a cargarme, caminó por distintos pasillos.

Hasta que entró a una habitación idéntica a la de un salón de belleza, me bajó y me entregó a una chica de cabello rosa— Подготовьте его и подготовьте к большому событию, [Aseala y tenla lista para el gran evento].

Abrí mis ojos de asombro a lo que mis oídos habían escuchado, la chica tomó mi brazo y me llevo al baño, me quito la bata, dejándome completamente desnuda frente a los hombres que resguardaban cada centímetro de este horrible lugar.

Abrió la llave y salió el agua helada de la regadera, y como niña pequeña, aquella chica me aseo hasta la consciencia.

Me envolvió en una toalla y salimos al mismo lugar donde había espejos y asientos, me sentó frente a un espejo, secó mi cabello y lo arreglo, me maquillo, me entregó un diminuto vestido junto a unas zapatillas.

Alzó su ceja al ver que no me movía, me levantó del asiento y jalo la toalla — ¡Меняйтесь здесь и сейчас!, [¡cámbiate aquí y ahora!].

E hice lo que me pidió, me cambie bajo la mirada lasciva de aquellos hombres, al mirarme al espejo, no me reconocía parecía una mujer de la vida galante.

Baje mi cabeza y solo sentí que tomaron mi brazo y me llevaron, caminé sin ver el sitio, solo fui guiada por aquel hombre castaño.

Subimos unos escalones, me acomodo en una pose en específico como si fuera una muñeca hasta que escuche una voz por un altavoz.

— Знакомлю вас с нашей экзотической красотой!, [¡les presento a nuestra belleza exótica!].

Y al mismo tiempo que las cortinas de teatro se abrieron yo levante mi vista, dándome cuenta de que estaba repleto de hombres de todas las edades, pero al observar más a fondo no solo eran hombre, también había mujeres con sonrisas maliciosas y miradas enfermisas.

— ¡Аукцион начинается!, 20 000 рублей!, [¡inicia la subasta!, 20,000 rublos!] — estaba petrificada mientras veía a montón de gente levantar una paleta con un número impreso mientras que aquel hombre subía cada vez más la cifra.

Mi cuerpo temblaba estaba nada de desvanecerme en el escenario hasta que escuche lo que pedía que aquel hombre no gritara— ¡Продан партнеру 1547!, [¡vendida al socio, 1547!].

El hombre fue iluminado con el reflector, pero no pude ver su rostro; sentí un jalón en mi brazo, pero opuse recistencia, no quería pasar a manos de no se que enfermo, pero toda resistencia fue en vano y lo único que gané fue un fuerte golpe en mi nuca, golpe que provocó perdiera la conciencia.