El matrimonio de muchas personas se ve afectado por un problema y la traición es lo que pone el clavo en el ataúd, podrá perdonar la traición la persona que más sufre?, quien es en realidad el que más sufre?.
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Cap. 6 ¿Qué?
Aníbal al entrar escuchaba un bullicio, pero en cuanto ingresó totalmente a la sala se produjo un silencio, parecía que fuese él el del problema.
Después de los saludos, Aníbal quiso darle un beso en los labios a Olga, pero ella se mostró un poco reacia, poniendo los nervios de su marido de punta literalmente.
—Bien, ya estoy aquí, dijeron que tendríamos una reunión familiar —dijo Aníbal ameno, ya que su carácter era suave y animoso; sin embargo, nunca se imaginó lo que escucharía esa noche.
Olga se puso más nerviosa, en cambio, Mireya lo miró con una mirada condescendiente, como si lo que fuera a decir sería un gran honor para el hombre guapo ahí sentado.
—Aníbal, como sabrás, Svetlana no puede tener hijos, sus óvulos son inviables totalmente, pero ella está deseosa de ser madre y yo quiero a mi primer nieto, no sé cuánto tiempo más esté en este mundo, así que creo que las cosas deben apresurarse, sé que tú y Olga no quieren hijos todavía, y lo entiendo, tú aún no te estableces formalmente y Olga no tiene temperamento como para trabajar tiempo completo en una oficina —dijo Mireya mientras que Aníbal frunció el ceño, no le gustaba nada lo que estaba escuchando.
—Aníbal, así que hemos hablado entre todos y hemos decidido que va a ser Olga quien tenga un bebé para Svetlana, así ella se sentirá emocionalmente estable y además podré tener mi primer nieto, así todo volverá a la normalidad —dijo Mireya sonriente como si fuera una gran noticia mientras que Aníbal estaba en blanco, no sabía si lo que estaba escuchando era real.
Olga se desesperó y miró a Aníbal con ansias, Svetlana también miraba expectante con una cara de alegría, mientras que Orlando tenía una sonrisa burlona.
—¿Qué? —dijo Aníbal sin poder reponerse de la noticia.
—Aníbal, sabes que Svetlana ya está en un cuadro depresivo, así que hemos decidido que yo tendré a su hijo, después, tú y yo tendremos a nuestros hijos, tú y yo tendremos nuestra familia —dijo Olga con firmeza, mientras que Aníbal seguía perdido, no podía creer lo que estaba escuchando.
Trató de recomponerse y tratar de saber más, aunque no va a aceptar esta situación, quiere saber detalles y tratar de dar soluciones antes de asesinar a todos ahí.
—Olga, ¿de qué hablas?, aunque sé que Irina puede pagar un vientre subrogado, creo que esto es demasiado, además, por qué tienen que ser tus óvulos?, es por esto que Irina se fue?, ella va a apagar la inseminación in vitro? —Aníbal estaba tan confundido, no entendía nada.
Olga miró al piso, Svetlana miró hacia un lado y se escuchó la arrogante voz de Mireya, ella había decidido cómo se abordaría este tema.
—Aníbal, los óvulos de mi hija Svetlana son inviables, así que las cosas deberían ser más claras, no queremos adoptar a un desconocido que quién sabe qué males genéticos traiga a la familia, tampoco queremos un embarazo subrogado, la madre podría querer sacar más de lo que se le va a apagar, además que ya no sería de la familia, sino que solo sería de Orlando, así que decidimos que sea de Olga y Orlando, pero tú sabes que soy una mujer de fe, una mujer que nunca dejaría que su nieto venga de un tubo de ensayo, perdería su alma, esos niños nacen sin espíritu, es el acto carnaval lo que los convierte en humanos.
—No te preocupes, esto va a ser una rutina hasta que Olga quede embarazada, después, cuando entreguen el niño a Svetlana, tú y Olga podrán tener sus propios hijos, este no va a contar para nada —dijo de lo más tranquila, mientras que Aníbal está perdido, aún está en shock.
Aníbal no podía creer lo que escuchaba, estaba tratando de procesar, esperaba en lo más profundo de su ser sea una broma y claramente lo planteó para tratar de salvar su corazón que estaba temblando de ira.
—¿Olga?, es broma, ¿verdad? —dijo mirando a su esposa quién está mirando el piso, ella trataba de hablar, pero no le salían las palabras, fue cuando Svetlana puso el clavo en el ataúd.
—Aníbal, cuñado, esto es de una sola vez, es mi oportunidad de ser madre, Olga pondrá su óvulo y orlando la semilla, será como un hijo de nosotros, esto es solo una transacción de vida, nada más —dijo sonriente mientras que Aníbal estaba empezando a molestarse muchísimo, él había sido siempre de buen carácter y risueño, pero ahora parecía que la alegría había salido de su existencia.
—Aníbal, no te sientas inseguro, esto es realmente algo sin importancia, si habría algún tipo de malicia o perversión, lo habríamos hecho a tus espaldas, pero como puedes ver todo es totalmente transparente —dijo Mireya mientras que Orlando tenía una gran sonrisa en los labios, podía ver como ese concuñado que siempre se creyó el más carismático, estaba siendo acorralado y parecía haber perdido toda la sangre de su cuerpo.
—Olga…, ¿de qué carajos están hablando? —dijo Aníbal apretando los dientes mientras que todos se sobresaltaron, era la primera vez que escuchaban una palabrota en la boca de Aníbal.
Olga se apresuró y lo miró sin ninguna duda o culpa, ella debía dejar en claro las cosas.
—Aníbal, no te portes así, sabes que mi hermana corre peligro de muerte, esto nos ha sobrepasado, y mi madre ha encontrado esta salida, no debes preocuparte, esto no significa nada, yo te amo a ti, tú eres el amor de mi vida, verás que cuando todo esto termine, seremos felices como siempre —dijo Olga son una suave sonrisa mientras que Aníbal comenzaba a deformarse, su rostro estaba cada vez más distorsionado por el odio y la rabia que sentía en ese momento.
Aníbal se volteó a ver a su cuñada, quien lo mira esperanzada, mientras que Orlando se pone de pie para acercarse a él.
—Cuñado, no te lo tomes personal, es más, estoy seguro de que será divertido y nos reiremos de esto en el futuro… —Pero el hombre no terminó sus palabras y lo lanzó lejos debido al impacto de su puño contra la cara de ese arrogante atrevido, no podía creer lo escuchaba y menos que Olga, que su Olga, su amada Olga, esté de acuerdo con esto.