La Felicidad NO Esta Hecha Para Mi

Capítulo 6: Rumbo a Mi Futuro

Habiendo dejado atrás el momento de la graduación, me encuentro ahora en una nueva encrucijada en mi vida. Si bien he logrado culminar con éxito mi carrera universitaria, siento que se abre ante mí un futuro lleno de incertidumbre y posibilidades.

Mientras camino de regreso a casa junto a Lucía, reflexiono sobre las decisiones que tengo que tomar a partir de ahora. ¿Qué rumbo debo seguir? ¿Cómo puedo honrar la memoria de mi familia y al mismo tiempo construir mi propio camino?

Lucía me mira con sus ojos llenos de expectativa, y sé que ella también se pregunta qué nos depara el futuro. Hemos pasado por tantas dificultades juntos, que ahora más que nunca necesitamos encontrar un sendero que nos lleve a la estabilidad y la felicidad.

Al llegar a casa, encuentro a mi tía Mariana esperándonos con una cena especial. Sé que ella ha organizado esta celebración para honrar mi logro, y le agradezco con todo mi corazón su incansable apoyo.

Durante la cena, Lucía y yo le contamos a mi tía sobre la despedida de Alejandro y cómo me siento al respecto. Ella escucha atentamente, ofreciéndome su perspectiva y su sabiduría.

"Entiendo que te sientas triste por la partida de Alejandro, Martín. Él ha sido un verdadero amigo para ti durante estos años. Pero debes recordar que, aunque los caminos se separen, la amistad permanece. Sé que seguirán en contacto y podrán reencontrarse en algún momento", dice con una suave sonrisa.

Asiento, sintiéndome más tranquilo al escuchar sus palabras. "Tienes razón, tía. Alejandro siempre será mi amigo, sin importar la distancia. Y ahora debo enfocarme en lo que sigue para mí y para Lucía."

Mi tía toma mi mano con cariño y me mira con orgullo. "Sé que tomarás la decisión correcta, Martín. Tienes un corazón noble y una determinación inquebrantable. Tus padres estarían muy orgullosos de la persona en la que te has convertido."

Al oír esas palabras, siento cómo una calidez familiar me llena el pecho. Saber que cuento con el apoyo incondicional de mi tía Mariana me da la confianza que necesito para enfrentar este nuevo reto.

Después de la cena, Lucía y yo salimos al porche, como tantas otras veces. Nos sentamos en silencio, contemplando la tranquilidad de la noche estrellada. Sé que ella también está reflexionando sobre el futuro, y decido iniciar la conversación.

"Lucía, ¿has pensado en lo que quieres hacer después de terminar la escuela?", le pregunto con suavidad.

Ella me mira con esos ojos brillantes que tanto me recuerdan a los de nuestra madre. "Bueno, la verdad es que no estoy segura. Pero sé que quiero seguir estudiando y conseguir un buen trabajo, para poder cuidar de ti y de tía Mariana."

Su respuesta me llena de orgullo y ternura. A pesar de todo lo que hemos pasado, Lucía sigue siendo esa niña con un corazón puro y lleno de compasión.

"Me alegra escuchar eso, pequeña. Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites. Juntos vamos a salir adelante, sin importar los obstáculos que se presenten", le digo, abrazándola con cariño.

Lucía se acurruca a mi lado, y puedo sentir cómo se relaja bajo mi abrazo protector. "Hermano, ¿y tú qué planeas hacer? ¿Te quedarás aquí o irás a buscar nuevas oportunidades?"

La pregunta me toma por sorpresa, pues es algo que he estado meditando intensamente en los últimos días. Sé que tengo que tomar una decisión pronto, pero me aterra la idea de dejar atrás todo lo que conozco.

"Honestamente, aún no lo sé, Lucía. Siento que debo explorar nuevas posibilidades, pero al mismo tiempo, no quiero alejarme de ustedes. Tú y tía Mariana son lo más importante que me queda", le confieso con sinceridad.

Ella asiente en silencio, y puedo ver cómo su mirada se ensombrece por un momento. "Entiendo, hermano. Pero quiero que sepas que, pase lo que pase, siempre estaré aquí para ti. No importa a dónde vayas, yo te apoyaré en todo."

Sus palabras me llenan el corazón de gratitud y orgullo. A pesar de su corta edad, Lucía demuestra una madurez y fortaleza que me dejan sin palabras. Saber que cuento con su apoyo incondicional me da la seguridad que necesito para tomar la decisión correcta.

Esa noche, mientras yago despierto contemplando el techo de mi habitación, me permito soñar con el futuro. Imagino las posibilidades que se me pueden abrir si me aventuro a explorar nuevos horizontes, pero también siento el peso de la responsabilidad que tengo con mi familia.

¿Debería quedarme aquí, cerca de Lucía y mi tía Mariana, o debería arriesgarme a emprender un nuevo camino en un lugar desconocido? La incertidumbre me abruma, pero al mismo tiempo, siento que debo hacer algo más con mi vida, algo que honre el legado de mis padres y hermanos.

Finalmente, tomo una decisión. Sé que no será fácil, pero es algo que debo hacer, tanto por mí como por mi familia. Me levanto de la cama y me dirijo a la habitación de Lucía, donde la encuentro profundamente dormida. Me siento a su lado y acaricio su cabello con ternura, susurrándole que todo va a estar bien.

Al día siguiente, reúno a Lucía y a mi tía Mariana y les comparto mi plan. Ambas me escuchan con atención, y aunque puedo ver la preocupación en sus rostros, también veo el orgullo y la confianza reflejados en sus miradas.

"Estoy orgullosa de ti, Martín. Sé que esta no ha sido una decisión fácil, pero confío en que harás lo correcto", me dice mi tía, abrazándome con cariño.

Lucía también se acerca y me abraza con fuerza. "Te voy a extrañar mucho, hermano. Pero sé que esto es lo mejor para ti. Prométeme que volverás a visitarnos a menudo."

"Lo prometo, pequeña. Y recuerda que siempre estaré aquí para ti, sin importar la distancia", le respondo, besando su frente con ternura.

En las semanas siguientes, me dedico a preparar todo para mi partida. Hablo con posibles empleadores, envío solicitudes y me aseguro de dejar todo en orden antes de emprender mi nuevo viaje.

Finalmente, llega el día de la despedida. Lucía y mi tía Mariana me acompañan al autobús, sus ojos brillantes de lágrimas contenidas. Les prometo que los mantendré al tanto de mi progreso y les aseguro que volveré a visitarlos tan pronto como pueda.