Amor Valiente.

Capitulo 5

(Tyler)...

Mis amigos llevan preparando mi fiesta de cumpleaños hace varias semanas, en las cuales ya han invitado a casi todas las chicas de la escuela y a los miembros de nuestra pandilla que ya dejaron la escuela.

Como es mi último año de escuela, desean que este día sea inolvidable para todos y que esta fiesta sea recordada como unas de las mejores fiestas de la historia, puesto que el próximo año me iré a estudiar derecho a Harvard, que se encuentra al otro extremo del país, pudiendo venir a visitarlos únicamente en las vacaciones cuando el tiempo me lo permita.

Desde pequeños mis padres nos han inculcado a mi hermano Tomás y a mí, que debemos seguir el legado de la familia Fleming. Puesto que mi padre, abuelo, bisabuelo y tatarabuelo han ejercido como abogados, siendo reconocidos como unos de los mejores defensores del país y por lo mismo han logrado posicionar su bufete en lo más alto y abarcar una gran fortuna por su excelente trabajo.

Mi hermano Tomás ya está a solo un año de titularse y yo pienso entrar a la misma universidad que estudió mi padre y ahora mi hermano para continuar con la tradición familiar que me imponen, aunque desde pequeño soñé con estudiar fotografía en Europa y ser un famoso fotógrafo que recorre el mundo captando la esencia de las personas.

Aunque jamás se los he dicho a mis padres, suelo hacerlo como pasatiempo cuando salgo a caminar en soledad, tomando fotografías que suelo revelar en mi estudio que tengo en mi habitación. Donde no muchas personas saben de este pasatiempo porque mi careta de chico rudo que llevo en la escuela es la única que conocen mis amigos, siendo muy pocos los que han tenido el privilegio de conocerme como realmente soy.

Creo que Bruno y Christopher son los únicos que han visto mi trabajo, ya qué ellos son mis amigos y nos consideramos como hermanos desde que éramos unos niños pequeños.

Bruno es un completo idiota para todos en la escuela, pero es el más fiel y muy buen amigo al que podría confiar hasta mi vida y sé que jamás me fallaría o traicionaría.

Por otra parte, está Christopher, quien es mi amigo desde el jardín de infantes hasta la fecha, compartiendo muchos momentos y vacaciones juntos. Lo que lamento es qué hace pocos días tuvimos una pequeña discusión porque en una fiesta me encontró besando y manoseando a su hermana menor Margareth quien hace años se me ofrece en bandeja de plata vez que me ve.

Reconozco que no es correcto que me ligue a su hermana, pero ese día me encontraba tan ebrio que me hubiese ligado hasta a su madre sin darme cuenta. Porque cuando bebo alcohol tomo a toda chica que se me ofrece y luego la desecho cuando consigo lo que deseo de su cuerpo.

Comprendo que Christopher esté molesto conmigo, ya que él ve a su hermana como una inocente paloma, sin darse cuenta de que hace mucho tiempo dejó de ser tan inocente como ella le hace creer.

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El día de mi fiesta, mi madre no estará en casa, puesto que se encuentra de viaje visitando a su mejor amiga en Boston y mi padre me llamó hace unas horas avisando que le surgió un viaje de negocios y que volverá a más tardar el lunes por la mañana.

_ Tienes la casa para ti solo, todo el fin de semana _ me dice Bruno mientras bebe una cerveza que recién tomó del refrigerador.

_ Para todos nosotros _ le respondo mandándole por el aire una caja de preservativos que caen justo en sus manos.

_ No son suficientes para esta noche _ añadió Christopher que se encuentra recostado en el sofá.

_ Ten, no seas envidioso, esta caja es para ti, yo ya tengo la mía con una docena de preservativos y si nos faltan hay más en mi habitación _ les digo intentando contener la riza al ver sus caras de desquiciados que tienen al imaginar con cuantas chicas se van a revolcar hoy en la fiesta.

Luego de jugar videojuegos y beber mucha cerveza para matar tanto tiempo de ocio, me fui a mi cuarto, a darme una ducha rápida y vestirme para bajar, porque ya vi por la ventana que están llegando todos a la fiesta.

Bajo por las escaleras, salgo al jardín donde todos esperan mi presencia y al verme todos me gritan ¡feliz cumpleaños...! Bruno es el primero que me estrecha con un fuerte abrazo, viendo que se forma una larga fila para saludarme uno por uno.

Luego de los saludos y abrazos dimos paso a la música con el mejor DJ de la ciudad y con el alcohol que nunca falta en todas las fiestas. Las chicas se me acercan como si fuera un imán y a todas les doy una probada de mis besos para no hacer sentir mal a nadie.

Margareth se me acerca y me pide que la acompañe a la bodega del jardinero porque tiene que entregarme mi regalo en privado. Yo no accedí, por el hecho de que le prometí a mi amigo Christopher alejarme de ella y esa promesa vale más que un buen polvo en la bodega del jardinero.

_ ¡Bruno está herido! _ grita una chica que se encuentra apuntando a un grupo de chicos que no me dejan ver bien que sucede.

Al acercarme veo que Bruno está sangrando y que la chica que está parada en frente de él es la responsable de que mi amigo esté herido.

La rabia me cegó y solamente atiné a tomar a esa chica muy fuerte de su brazo para llevarla a la cocina y correrla de mi casa... Pero al tenerla cerca, ella levantó su cabeza dejando su rostro frente del mío, mirándome fijamente a los ojos, sin bajar por ni un segundo la mirada con esos ojos verdes brillantes que contenían tristeza y odio a la vez mientras me mira.

Dejándome sin respiración, quieto e inmóvil, viendo cuando se aleja, toma sus cosas y se marchaba de mi casa, quedando con una punzada en el pecho que jamás había sentido en mi vida...