Esta es la historia de Emily, una mujer a quien la vida la puso de rodillas.
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Capitulo 4
...* Emily*...
Despierto y veo que mis mejillas están llenas de lágrimas, me doy cuenta de la porquería que es mi vida y lo peor de todo es que no e hecho nada para arreglar mi situación, mucho menos me e enfrentado a mi opresor.
Durante mi recuperación Marcos no volvió a acercarse a mi, es más nisiquiera volvió a esto que se le llama casa.
Un par de semanas después mis puntadas ya estaban totalmente cerradas, así que sabía que Marcos no tardaría en volver para recordarme lo poca cosa que soy, preparándome mentalmente para ese evento pienso en la forma en la que me liberare de este infierno.
Y como lo dije a la hora de la cena llegó Marcos.
- Espero y hayas cocinado tu y si no es así vete a preparar algo que estoy hambriento - solo asiento y me voy a la cocina por su comida
Se la pongo sobre la mesa y el analizando me vuelve a hablar.
- Y tu plato, que no piensas comer? Nunca vengo y cuando vengo espero que tú me atiendas como debes - dice molesto y yo solo vuelvo a ir a la cocina por mi plato.
Me siento y comienzo a comer en silencio y el hace lo mismo, al terminar levanto los platos de ambos y al querer irme a la cocina, pero su mano me detiene.
- Ya se cerraron tus heridas?- pregunta de manera fría
- Si - contesto de la misma manera
- Que bueno, termina de levantar esto y te espero en la habitación, vestida como me gusta no así ( me señala de pies a cabeza) cómo abuela - diciendo eso se levanta y se va.
Yo lavo los platos y limpio lo que se ensucio, tenemos personas que se hacen cargo de eso pero cuando está el yo ago todo. Me dirijo a mi habitación y me arreglo como el lo pidió, me pongo un vestido con una manga larga y la otra descubierta, así cubrí mi cicatriz. Me peino y maquillo, después entro en su habitación y el ya me espera sentado sobre el sofá.
- Casi no tardaste pequeña zorra, ahora ponte de rodillas - así lo ago y me bloqueó mentalmente para no lidiar con la humillación que se viene a continuación.
Todo lo que pasó está noche está borroso, solo despierto en la cama, todo lo cuerpo me duele y al querer levantarme mi zona íntima me arde y duele. Al sentarme me doy cuenta de que hay manchas de sangre en la sabana. Si no es mi primera vez ..... O si?
El muy cerdo me dió por todos lados la noche anterior y esa era la prueba que me daba mi dosis de realidad. Lloro desconsoladamente pues sigo sin hacer algo por huir de esta situación y digo huir por qué se que el jamás me dejara ir.
- Puedes caminar?- me pregunta Marcos saliendo del baño
- Cómo si eso te importará -
- No me hables así, responde -
- No - contesto fríamente
El se acerca con la toalla aún en su cintura y me carga hasta meterme en la bañera. Ya ahí comienzo a bañarme ante la atenta mirada de Marcos.
- Se te ofrece algo ?- le pregunto
- Dime, que quieres para volver a sonreír?- yo lo miro fijamente pues no sé que le dió por preguntarme eso.
- El divorcio, fírmalo y créeme que voy a sonreír como nunca antes - el hace una muñeca de furia y me toma por el cuello.
- Jamás me oíste, jamás tu eres mía y lo serás hasta que te mueras o te mate - diciendo eso sale del baño y yo comienzo a toser pues su agarre fue muy fuerte.
Cómo puedo salgo del baño y solo me pongo una bata, me acuesto a dormir pensando en como escaparé de este calvario.