Anastasia es una joven de 17 años que reside con sus padres, David Blanco y Carmela Cruz, así como con su hermana de 18 años, Ana. A pesar de haber sido criadas en un ambiente similar, la relación entre las hermanas no es del todo armoniosa: Ana es aficionada a las fiestas y suele ser bastante contestona, mientras que Anastasia prefiere dedicar su tiempo a los estudios y no es muy propensa a salir. David, su padre, es el propietario de una de las empresas más destacadas de la ciudad.
Un día, mientras David se encontraba en su oficina, recibió una visita inesperada: Ernesto Contreras.
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capítulo 24. anastasia se desmaya
Anastasia lloraba desconsoladamente. Ernesto la abrazó con ternura y le dijo: Más tarde hablaré con mi hijo; ahora lo más importante eres tú. Luego sugirió: ¿Qué te parece si entramos? Voy a pedir que preparen una habitación para que puedas descansar un poco. Si no deseas quedarte, permíteme llevarte a tu casa.
Anastasia respondió: No quiero quedarme aquí, no deseo ver a su hijo, y tampoco quiero regresar a mi casa para enfrentar a mi hermana.
Ernesto, como figura paterna, le preguntó: Entonces, indícame a dónde te gustaría que te llevara.
Ella contestó: Al hotel de mi familia, por favor, llévame allí.
Ernesto (padre): Tus padres ya están al tanto de la situación. Deben estar preocupados.
Anastasia: Ellos están abrumados por todo lo que ha sucedido y creen que estoy en el hotel. Por favor, llévame al hotel; quiero salir de aquí.
Ernesto (padre): Está bien, te llevaré. Voy a buscar las llaves de mi auto. Prométeme que no te moverás de aquí.
Anastasia: Te esperaré aquí, puedes estar tranquilo. No puedo irme sola a esta hora, aquí no hay taxis.
Ernesto se levantó y entró a la casa para buscar las llaves. Al verlo, su hijo le preguntó: “¿Dónde está ella, papá?”.
Usted y yo conversaremos más tarde; en este momento, llevaré a Anastasia a su hogar, dijo el padre de Ernesto.
Ernesto, el hijo, salió y al ver a Anastasia le dijo: Amor, por favor, perdóname. Anastasia se volteó, pero al verlo no pronunció palabra alguna. En ese momento, el padre de Ernesto salió con las llaves del auto, y Anastasia se dirigió hacia él. A lo lejos, Ernesto gritaba: Anastasia, mi amor, perdóname, Anastasia.
Ella estaba llorando, y cuando iba a subir al automóvil, se desmayó, lo que generó gran preocupación entre los presentes. Ernesto, rápidamente, corrió y la levantó en sus brazos. Su madre le indicó: Colócala en el auto, hay que llevarla al hospital.
Ernesto abordó el automóvil, su padre encendió el motor y su esposa se unió a ellos. Todos se dirigieron a la clínica. Al llegar, solicitaron una camilla, ya que estaban muy nerviosos y no sabían qué había sucedido.
El médico les informó que debían esperar en la sala. Ernesto y sus padres se quedaron allí, todos vestían ropa de dormir. Ernesto le expresó a su hijo: ¿Qué pensabas al involucrarte con ambas hermanas? ¿No te diste cuenta de que esto afecta a nuestra familia? Ellos nos han brindado su apoyo para salir adelante.
Con la empresa,
No solo eso, estás involucrándote con ambas hermanas, lo que ha herido sus sentimientos. ¿Acaso no consideras que deberías madurar?
Ernesto: Papá, las cosas sucedieron de esta manera, no lo busqué. Al principio pensé que iba a ser divertido, pero no imaginé que terminaría enamorado.
El padre de Ernesto le dio una cachetada y le reprochó: ¿Te parecía divertido jugar con dos mujeres? ¿Acaso eso te lo he enseñado?
Ernesto: Papá, no pensé en las consecuencias de mis acciones.
La madre intervino y dijo: Cálmense, estamos en una clínica. Hablaremos de esto más tarde, ¿de acuerdo?
Ahora debemos pensar en la salud de Anastasia.
Ernesto dijo: 'Papá, perdóname, no quise que esto sucediera. Yo también me he enamorado de Anastasia y estoy sufriendo'.
He mencionado que hablaremos en casa, pero ahora estamos en la clínica. Anastasia está dentro y no sabemos qué le ha sucedido. Creo que deberíamos llamar a sus padres', comentó la madre.
'Tienes razón, amor. Llamemos a David', respondió el padre.
'Ernesto, hijo': 'no, papá, esperemos a que salga el médico. Además, no tengo el teléfono
Amor, ¿tienes tu teléfono?, preguntó Ernesto.
No, cariño, salimos de improviso y, como puedes ver, incluso estamos en pijama, respondió la esposa.
Ernesto, el padre, comentó: Esperemos a que salga el médico y luego iré a buscar mi teléfono a casa. Creo que David debe saber que su hija está aquí.
Todos permanecieron a la espera de que el doctor saliera. Cuando finalmente lo hizo, dijo: Ustedes son los familiares de la joven que ingresó recientemente.
Ernesto respondió: Sí, doctor, soy su novio.
El doctor informó: La chica sufrió un desmayo.
Esto puede ser consecuencia de estrés o de alguna situación que esté atravesando. Al llegar, presentaba una notable inflamación en los ojos, como si hubiera estado llorando durante un largo período. Asimismo, estamos realizando algunos exámenes. Por el momento, le hemos administrado un suero y la hemos dejado en reposo debido a lo mencionado. Está estable y la mantendremos bajo supervisión hasta recibir los resultados de los exámenes.
Ernesto: Doctor, ¿se recuperará? ¿Puedo pasar a verla?
El doctor indicó: Por supuesto, solo se permite el ingreso de una persona a la habitación.
Ernesto, al ver a su padre, le suplicó: Papá, por favor, permíteme entrar.
Su padre lo miró y respondió: Está bien, puedes pasar a verla.
Me quedaré aquí el resto de la noche. Iré a casa para cambiarme y recoger los teléfonos móviles; debemos informar a sus padres, ya que creo que es lo adecuado., agregó.
Ernesto asintió y siguió al doctor. Posteriormente, se dirigió con su esposa a su hogar para cambiarse de ropa antes de regresar a la clínica.
Durante el trayecto, Ernesto le expresó a su esposa: Me gustaría entender en qué he fallado para que nuestro hijo se comportara de esa manera.
Su esposa le respondió: Querido, no es nuestra culpa. Le brindamos todo nuestro amor y lo educamos de la mejor manera posible. Sin embargo, debemos recordar que ellos crecen y toman sus propias decisiones. Sé que lo que hizo no está bien, pero también es cierto que se enamoró de Anastasia. Ahora, por no considerar las consecuencias de sus acciones, debe asumir la responsabilidad por lo que ha hecho.
Ojala que Ana pueda recapacitar pedir perdon y ser perdonada.