Amor Entre Enemigos

Eriks Ivanova

Me llevo a la rubia a unos de los baños tengo tantas ganas de follar con alguien y el que haya estado dos semanas metido en el trabajo casando al hijo de perr* de Antoni Torriceli, no me había permitido estar con nadie y eso es una tortura para mi.

Y no solo tengo que lidiar con él si no también con la loca que se dice llamar “mi esposa” que no me deja en paz.

Sigo con lo mío la rubia suelta gemidos con cada embestida la sigo embistiendo hasta que llega al clímax igual yo la chica se arregla el vestido y sale, me arreglo el vaquero y la camisa y salgo pero me quedo inmóvil cuando veo a la persona que está frente al espejo.

Nota mi presencia cuando me ve por el espejo se gira chocando su mirada con la mía, no hace nada solo se queda mirándome unos segundos y vuelve su atención al espejo retocándose el maquillaje.

¿Que haces aquí? — la pregunta sale por si sola.

Disculpa — dice sin apartar la mirada del espejo

Que haces aquí — vuelvo a preguntar

Y me da más rabia que me responda y no se inmute en mirarme.

Eso a ti no te importa — dice, y me enojo cuando no me mira y actúa como si no existiera.

¿Sabias que estabas aquí? — preguntó

Se ríe, sin mirarme haciendo que mi rabia aumente.

No todo se trata de ti señor importante — dice, y es como si estuviera hablando con sigo misma — vine aquí a pasarla bien, no a saber de ti y mucho menos a verte.

No aguanto más y la tomo por su nuca haciendo que se gire y me mire a los ojos, alza la mirada encontrándose con la mia forcejea para que la suelte lo que hace que la pegue más a mi.

Suéltame — dice aún forcejeando

Trato de besarla pero aparta la cara y eso me hace agarrarla y pegarla a la pared.

Que me sueltes — dice

Y si no quiero que — respondo

Si no me sueltas por las buenas entonces será por las malas — dice

Por qué querrías que te soltara cuando podemos hacer otras cosas — digo, susurrándole al oído

No gracias — dice

No quieres ¿por qué? — preguntó

No quedaste satisfecho con la que te acabas de follar — dice — que quieres continuar conmigo.

El echo de haber estado con alguien no me quita las ganas ya que ella es la que las provoca, cada que llega a mi mente haciendo que mis ganas por ella crezcan cada vez mas.

No, por que con solo verte despertaste mis ganas de filmarte — soy sincero

Bueno puedes matar esas ganas con la rubia y ya está — dice

¿Celosa? — preguntó

Se ríe y me mira como si estuviera loco

Por qué debería estárlo — dice — suéltame mis amigas me están esperando.

Dice y no la suelto al contrario la pego más a mi, mi mirada viaja a sus labios y luego a sus pechos que se ven tan provocadores con el vestido escotado en forma de corazón haciendo lucir sus grandes pechos.

Vuelvo acércame a besarla y termina rechazandome, nunca nadie me había rechazado un beso y muchos menos he rogado por uno, vuelve a pedir que la suelte pero yo nunca me quedo con las ganas la tomo por la barbilla y le planto un beso el cual no corresponde haciendo que la bese con más fuerza

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Flor Rojas

Forcejeo una y otra vez para que me suelte y no lo hace lo que lleva a darle con la rodilla en sus genitales lo que lo hace retroceder.

No vuelvas a besarme — le digo

Intento irme pero vuelve a tomarme y esta vez me sube en el lavamanos aprisionando mis piernas con las suyas y sujetando mis muñecas con una mano.

Yo hago lo que se me da la gana — dice tomándome de la barbilla — con quien se me da la gana.

Conmigo no harás lo que se te de la gana — digo — no te pertenezco.

Se queda en silencio por unos minutos y siento como su rabia aumenta.

La primera vez lo hice — dice

Es cierto me deje ganar fui débil, pero era algo que quería como ahora que no solo lo quiero si no también lo necesito, pero eso no significa que será igual que la primera vez.

Y la segunda pasará cuando yo quiera — digo — no cuando tú lo digas, ahora quiero que me dejes tranquila y que me sueltes.

No dice nada, solo me mira apreta mas mi barbilla y me se acerca a besarme con un beso cargado de rabia y esta vez no forcejeo solo dejo que me bese.

Se detiene y me mira antes de soltarme, sale del baño y me quedo sentada por un rato, vuelvo a retocar mi maquillaje y salgo Jackson sigue en el mismo lugar, llego hasta donde están la chicas y sigo como si nada.