-Por amor, un hombre es capaz de entregarlo todo, ríen, lloran y confían ciegamente su corazón a la mujer que tanto aman, pero, cuando ese amor es traicionado, son capaces de convertirse en demonios, de despertar el lado oscuro que llevan dentro. Se convierten en un ser sin piedad.
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Eras como un ángel en medio de la guerra.
Siguiendo paso a paso, las indicaciones del asistente, Natascha se dirigió al baño. Y en cuanto salió, Germán le dio todos las coordenadas de los muebles y más. Así ella, logró dibujar un mapa en su mente.
Dos horas después, Gael abrió los ojos y lentamente salió del aturdimiento, sentía el cuerpo pesado, al igual que los párpados. El medicamento es algo fuerte y casi no tiene fuerzas para mantenerse despierto.
No obstante, alrecordar a Natascha, rápidamente se enderezó y sintió un fuerte dolor en la parte de atrás de su cabeza. y al palpar el golpe que tenía, también se percató que tenía una aguja en el brazo.
-¿Qué sucedió? -Se preguntó al tiempo que se puso de pie. El joven se cubrió el cuerpo con una bata y enseguida salió de su habitación. A decir verdad, le preocupa Natascha, mientras caminaba recordó todo lo que sucedió y del trato que ella le dio. Pero su inmenso amor fue el que le dio fuerzas para soportar el dolor.
Una vez que estuvo frente a la puerta de Natascha, abrió despacio y cauteloso, después entró sin hacer ruido.
La chica dormía plácidamente y no sintió la presencia del hombre que se sentó a su lado.
¡Hoy me volviste a herir! -Susurró el CEO mirándola con melancolía. -Luego se sentó en la cama y continuó.-
-En el campo de batalla siempre te vi con tu uniforme blanco, y eras como un ángel en medio de la guerra, pero hoy vistes de negro y me heriste como si fueras el mismo demonio en persona y eso no me gustó para nada.
En ese instante, Gael se sintió cansado y se apoyó en la almohada al lado de la joven, luego dijo.
¡Aún te amo! -Pero ambos hemos cambiado, no sé cuál de los dos se ha convertido en más demonio.
-Lo cierto es que alguno de los dos tiene que ceder. No sé si terminarás amándome o yo te terminaré odiando. Veremos qué pasa primero. -Murmuró antes de cerrar los ojos y quedarse dormido junto a la chica.
El medicamento que Axel le aplicó, lo hizo dormir como hace mucho tiempo no lo hacía. A la mañana siguiente Natascha se despertó primero y enseguida sintió que alguien le sujetaba la mano.
Por miedo, la joven se quedó quieta y escuchando la respiración de la persona que dormía a su lado, y sintió que esa persona estaba relajada "al parecer aún dormía."
¿Quién puede ser? -Se preguntó- En ese momento, Natascha movió la mano que tenía libre y comenzó a tocar al hombre. Primero le tocó la mano y luego subió al brazo y continuó hasta llegar al rostro. Evidentemente se dio cuenta que el lado izquierdo del hombre estaba lastimado, ella logró sentir cada una de las cicatrices, tanto del brazo como también en la cara.
-¿Quién eres? ¿Qué fue lo que sucedió qué te sucedió? -Preguntó de inmediato- fue tanta su curiosidad que se acercó demasiado al rostro de Gael y su voz lo hizo despertar.
En cuanto el hombre abrió los ojos se encontró de frente con los de ella, y aunque la mirada de la joven no tenía luz, Gael pudo notar que tenía las pupilas dilatadas.
-¡No me toques! -Ordenó Gael, en cuanto salió del encanto y preso del pánico se levantó de la cama.
No quería que ella se diera cuenta de su condición, si quería volver a enamorarla sería por lo que es, "no por lastima."
-¡Lo siento mucho! Dime ¿quién eres? -Volvió a preguntar la chica. No reconoció la voz de Gael, quizás se debía a que la tos lo dejó algo ronco, además, ese día Gael olía a medicamento y no a su perfume habitual.
-¡No importa quién soy, no debería estar aquí! -Dijo Gael al salir de la habitación.-
Mientras que Natascha se quedó ahí, sin saber qué hacer. Por lo menos en la mansión ella salía al jardín, pero ahora esta en un lugar desconocido y no se atreve a salir.
Muy lejos de ahí, Lisandro se levantó temprano y recibió a uno de sus espías. Les ha ordenado encontrar el departamento de su hermano, pero ellos no dieron con la dirección del CEO y es que Gael se esconde para que no lo tomen de sorpresa. -¡Pasa y toma asiento! -Dijo Lisandro al abrir la puerta.-
El hombre que recién llegaba, portaba un uniforme militar, al parecer se está aprovechando del uniforme para conseguir lo que desea.
-Señor, te juro que hemos buscado en toda la ciudad y no lo encontramos. Moví a varios hombres y buscamos en los archivos de la base, pero no hay nada referente a su hermano.
En ese momento Lisandro ensombreció la mirada y apretó los puños con fuerza. -¡Eso no puede ser posible! Hace unos días, mi hermano recibió una carta de la base militar.
¿Por qué lo estarían protegiendo? - preguntó el hombre al golpear una mesa.
En ese momento, el espia levantó la mirada con asombró y tembló al escuchar la pregunta de Lisandro.
-Lamentó decirle que si es así no le puedo seguir ayudando. Lisandro, ya me he arriesgado mucho y si a Gael lo protege la armada no se puede hacer nada.
El hombre tenía razón, desde el momento en que Gael aceptó el rango de general, también aceptó una gran responsabilidad, de la cual aún no se ha dado cuenta.
Negando con la cabeza, Lisandro esbozó una sonrisa y dijo. -Por el momento no hagas nada, no podemos levantar sospechas, veré si yo mismo puedo conseguir la ubicación de Gael. De todos modos, Natascha no permitirá que Gael se acerque a ella. -Esto último lo dijo sonriendo con aires de triunfo.
Al parecer el joven es astuto y tiene a Natascha amenazada, y por otro lado, se cuida antes de cometer un error y caer.
Lisandro sabe muy bien que el castigo por traicionar a la Patria lo puede llevar a la pena de muerte.
