Enamorándome De Mi Esposo.

--Isabella Jones--

Han pasado un par de días desde que mis padres están en la ciudad, hoy estoy en la universidad viendo mis clases, he estado bastante distraída la verdad.

-¿No es así, señorita Brown?-- dice el profesor y yo reacciono.

-¿Disculpe?-- pregunto distraída.

-Si no va a prestar atención durante la clase, la invito a salir del aula-- dice el profesor en tono malhumorado.

-Lo siento, señor Foster-- digo, él me mira y luego procede con la explicación.

-Oye, ¿qué tienes? estás actuando raro-- susurra Maddison cerca de mí.

-Estoy bien, solo...solo que estoy algo estresada-- digo en el mismo tono.

La clase transcurre tranquila y Maddison no me hizo más preguntas, gracias a Dios, no sabía qué responderle, ella no conoce esa parte de mi vida.

Ahora estoy esperando a Ambrose a que venga por mí, él ha estado ocupado y casi no hemos hablado desde la otra noche, pero no quiero molestarlo, siento que ya está lidiando con muchas cosas por mi culpa.

El sonido ya familiar de sus llantas rechinando en el asfalto, se escucha y levanto mi vista para verlo bajando del auto.

-Hola, disculpa la tardanza-- dice mientras me abre la puerta.

-No te preocupes, no esperé mucho-- digo y subo al auto, él cierra la puerta y sube a su lugar.

-¿Quieres comer algo antes de ir a la casa?-- pregunta él y yo digo que sí enseguida, no hemos tenido muchas oportunidades de salir y cuando estamos en público él siempre me da besos, eso me gusta.

-Comamos unas hamburguesitas-- digo emocionada, Ambrose sonríe y nos dirigimos a un sitio de hamburguesas.

Ya en el lugar, Ambrose pide las hamburguesas y esperamos unos díez minutos cuando nos las sirven y empezamos a comer.

-¿Te gusta?-- pregunta Ambrose al verme darle una gran mordida a mi hamburguesa.

-Sí, está deliciosa-- respondo, Ambrose sonríe mientras come -Le coloqué el aderezo como me enseñaste-- digo orgullosa y sigo comiendo.

-Sí, lo noté-- dice sonriente.

El rato, aunque es tan normal como cualquier otro, se siente muy bien, es bastante agradable estar así con Ambrose, me siento tan cómoda. Me gusta, me gusta estar con él.

Y como dicen por ahí, no todo es color de rosas, no, en el preciso momento en el que vi a mis padres, todo se volvió negro.

-Mi cielo, ¿qué haces en este lugar?-- pregunta mi madre mientras mira a todos los presentes como si fueran bichos raros.

La verdad Ambrose y yo somos los únicos "elegantes" aquí, pero eso no me importa, me gusta comer en lugares así.

-Mamá, ¿por qué hablas así?-- digo un poco avergonzada y queriendo desaparecer de aquí.

-Tu madre tiene razón, Isabella, ¿cómo es que puedes venir aquí? No es apropiado para ti-- dice mi padre y ya no puedo seguir comiendo.

Me levanto y me dirijo hacia el auto, Ambrose se levanta y me sigue, pero no nos liberamos de mis padres, ellos nos siguen.

-Vayamos a cenar a un restaurante-- dice mi madre.

-Ya no tengo hambre-- respondo seca.

-Mi cielo, ¿qué tienes?-- pregunta un poco entristecida.

Yo miro a mi padre y luego a Ambrose, quién está en silencio esperando por mí.

-Mamá-- digo y la alejo para hablar en "privado" -Sé que viniste aquí para pasar tiempo conmigo, que me extrañas igual que yo a ti, pero entiende que no puedes tratar a los demás como si fueran nada, son personas y merecen respeto-- agrego.

-¿Les falté el respeto a los comensales?-- pregunta ella, como si no supiera lo que acaba de hacer.

-Lo hiciste y papá también. Ya paren con esto-- digo alterandome un poco -Por favor, vine aquí para iniciar una vida sin problemas ni riesgos, debes saber que al estar aquí me expones a los peligros de los que estoy tratando de escapar-- agrego y mis ojos se llenan de lágrimas.

-Es por lo que pasó hace diez años, ¿verdad? Nunca podrás superar eso-- dice ella.

-¿Cómo podría? Vi a mi propio padre arrebatarle la vida a alguien, y el peligro que corrimos todos en ese momento, mamá, ¿cómo puedes hablar de eso a la ligera?-- pregunto, ya mis lágrimas derraman por mis mejillas.

-Pero, mi cielo, ese es el trabajo de tu padre-- responde ella tan tranquila.

-No, ese no es un trabajo-- digo -No tiene justificación y ya no me molestaré en decirles lo mismo, lo único que quiero es que respeten mi decisión-- agrego y me dirijo al auto, Ambrose ya tenía la puerta abierta para mí.

Al llegar al penthouse, me dirijo hacia mi habitación y no salgo de allí hasta el siguiente día.

--Ambrose Brown--

#Te veo en el departamento-- dice el señor Jones del otro lado de la línea.

#Es algo tarde, y por lo que vi, la señora Olivia alteró a Isabella, tengo que estar aquí para ella-- digo firme.

#Es algo importante lo que tengo para decirte, será mejor que vengas-- dice él y corta la llamada.

Yo suspiro medio cansado y frustrado, odio esa actitud, pero no puedo hacer nada de lo que me pueda arrepentir luego.

Isabella tiene un rato encerrada en su habitación, espero que esté bien, pero tendré que ir con su padre.

Al llegar al edificio donde poseo un par de departamentos, aparco el auto y subo hasta el piso donde los padres de Isabella se hospedan.

-Has venido-- dice el señor Jones en cuanto me ve.

-No sonaba como una sugerencia cuando me lo dijo al teléfono-- respondo. Él me invita a sentarme y me ofrece un trago.

-Olivia ya está dormida, he estado aquí sentado durante una hora pensando en las cosas-- dice mientras bebe de su trago -Las cosas no han salido muy bien desde que mi hija y tú se casaron, este no era el plan, pero parece que ella quiere tomar otro rumbo-- agrega, luce entristecido.

-Entonces la escuchaste-- digo un poco comprensivo.

-Siempre pensé que esa idea absurda iba a quedarse en el olvido, pero veo que siempre lo dijo en serio. No quería creerlo porque es mi hija, es lo único bueno que he hecho y no me gustaría perderla-- dice él.

-No necesariamente debes perderla-- me encuentro respondiendo -Solo acepta lo que ella quiere y apóyala-- agrego.

-Olivia me pidió lo mismo al llegar aquí, estaba llorando y se sentía desesperada-- dice él -Por más que me duela, lo tengo que aceptar, solo te pido que la cuides. Sé que estás enamorado de ella, es que ¿quién no lo haría? ella es muy especial-- dice orgulloso -Así que confío en que la vas a cuidar muy bien, pero si descubro que la estás lastimando, de algún modo...-- agrega, pero yo lo interrumpo.

-Eso no va a pasar-- digo firme.

-Eso espero, porque no te va a alcanzar ni esta vida ni la siguiente para pagar por ello-- dice amenazante -Tenía planeado expandir mis negocios aquí, pero no lo haré, ya no necesito más dinero del que tengo, así que cancelaré los planes y me iré-- agrega y se levanta del sofá.

-Muy bien, eso es lo mejor para ella-- digo serio, pero por dentro me siento aliviado de que esto no pasara a mayores.

-Cuídala bien, muchacho-- dice y me ofrece su mano.

-Eso hago-- respondo y luego me voy de allí.

......................

-Señor Brown, aquí tiene los papeles que pidió-- dice María mientras coloca los documentos en mi escritorio -Ah, y...-- agrega pero se detiene.

-¿Qué, María? Habla-- digo.

-La señorita Alexa está en recepción, dice que quiere hablar con usted-- dice María, yo dejo de hacer lo que estoy haciendo y miro a María.

--Isabella Jones--

-¿Lo dices en serio?-- pregunto emocionada.

-Sí, respetaremos tu decisión, mi amor-- responde mi padre y yo lo abrazo.

-Gracias, papá, esto es lo mejor que me puedes decir, de verdad agradezco lo que estás haciendo por mí-- digo alegre -Te amo, los amo a los dos-- agrego mientras los abrazo, mi madre también está aquí junto a mi padre.

-Ya no nos veremos tan seguido, mi cielo, pero quiero que estemos comunicadas siempre-- dice mi madre.

-Sí, podemos hablar de vez en cuando-- digo.

No puedo con la emoción que tengo, no pensé que las cosas serían así de fáciles, esto es un sueño.

Al siguiente día mis padres se marcharon y yo me sentía en el mismo sueño, esto es algo muy bueno, aún no me creo que sí haya pasado.

......................

-Ve a conseguirnos unos jugos-- dice Maddison a Martin, pero solo para deshacerse de él.

-Enseguida los traigo-- responde él y se va. Ella me mira.

-Oye, ¿estás bien? luces algo distraída como la última vez, pero ahora te ves felíz-- dice Maddison.

-Pasó algo realmente increíble-- digo emocionada -Pero para que puedas entender, debo contarte sobre mi vida-- agrego decidida a contarle a mi amiga sobre mi vida antes de venir acá.

Le cuento solo los detalles necesarios, pero omito varias cosas como el contrato con Ambrose, las veces que atentaron con nuestras vidas y eso. Ella luce sorprendida, asombrada y todos sus sinónimos.

-Vaya, es como una película con un final feliz-- responde ella tomándoselo muy bien a mi parecer.

-Bueno, solo espero que todo vaya bien desde ahora-- digo y justo llega Martin con un par de bebidas que nos ofrece.

-Aquí tienen, chicas-- dice -Ten, Maddie, te traje una de las revistas que te gusta leer-- agrega ofreciéndole la revista a Maddison.

-Gracias, eres muy amable, Martin-- dice Maddison y se dispone a ver la revista, pero yo se la arranco de las manos, al ver la foto de la portada.

Es una foto de Ambrose y una mujer, en la que parece que le está besando el cuello, pero no se logra apreciar bien, solo se ve el perfil de Ambrose y los brazos de la chica enredados en él, pero la nota que publicaron es aún peor.

"El empresario Ambrose Brown, que está en sus primeros meses de matrimonio, parece que se aburrió de su esposa o tal vez se cansó de la monotonía. Ahora está volviendo a sus viejas andanzas"

-Isabella, ¿estás bien?-- pregunta Maddison, pero mis oídos empiezan a zumbar.