Buscando Al Alfa

Al día siguientes estaban a primera hora en el hospital visitando a Enrique y ya lo estaba preparando para llevarlo a Noruega, pues había pasado la noche estable y sus pulsaciones estaba normal por lo que el doctor habia dado la orden del traslado.

Carmelo: Buenos días Sra. Andrea ¿cómo sigue Enrique?

Andrea: hola chicos, ¿qué hacen aquí?

Johana: Hola señora, estamos preocupado por Enrique y decidimos venir a visitarlo, ¿podemos verlo?

Andrea: llegaron justo a tiempo para despedirse de él, lo trasladamos a la manada Media Luna en Noruega.

Carmelo: ¿lo qué tiene no lo pueden atender aquí? que se lo tienen que llevar hasta allá.

Andrea comenzó a contarle sobre el estado de salud de Enrique y el por qué la decisión de llevarlo para allá, Johana lloraba abrazada a Carmelo, Gabriel desde lejos veía la escena y sintió celos pero no entendía porque, había algo en esa niña que le llamaba la atención pero no sabía que era.

Horacio que desde lejos veía a esté par de jóvenes hablar con su hija, se acercó para ver qué pasaba, cuándo detallo a los jóvenes, el chico le recordó a alguien pero no sabía a quién.

Horacio: Andrea, ya es hora.

Andrea: Padre, te presento a los amigos de mi hijo, ellos son Carmelo y Johana.

Horacio: mucho gusto, si quiere ver a Enrique, es mejor que vayan en este momento.

Carmelo: mucho gusto señor, gracia por permitirnos verlo ante que se lo lleven.

Entraron a la habitación de Enrique y lo vieron dormido, tranquilo, Johana se acercó y lo abrazo mientras lloraba. Carmelo le agarro la mano y la apretó.

Carmelo: vamos amigo que pasa, tú no eres así, nunca te dejas derrumbar a la primera, tiene que luchar por tu amor, no sé qué pasó con tu princesa, pero en esta vida no hay problema que no tenga solución, vamos tu eres fuerte, te tienes que poner bien, tenemos que ir a la universidad junto, acuérdate que quedaste en llevarme contigo a Noruega para estudiar allá.

Johana: si tienes que mejorarte y si esa princesita no te quiere, sabes que cuentas conmigo hasta que consigamos a nuestro mate, además yo también quiero ir con ustedes a Noruega a estudiar con ustedes con los dos, así seguiremos siendo los tres mosqueteros por un año, hasta que nos alcance Karla.

Carmelo le dio un codazo a Johana y le apunto con los ojos hacia la puerta y al voltear vio que estaba Gabriel en la puerta, aunque estaba cerrada es mejor prevenir antes de que se entere que Karla estaba con ella.

Horacio: chicos ya es hora.

Carmelo: ya vamos, Adiós amigo mira acuérdate que tiene que venir por mí.

Johana: por los dos a mí no me van a dejar aquí, mejórate pronto que tenemos una graduación que celebrar. (Limpiándose las lágrimas)

Andrea: vamos chicos, yo los mantendré en informado de la evolución de Enrique.

Se despidió de ellos con un abrazo a cada uno.

Horacio: fue un gusto chicos, esta es mi tarjeta cualquier cosa me llama. Adiós.

Así los chicos acompañaron a Enrique hasta la ambulancia que lo iba a llevar al aeropuerto. Allí se quedaron abrazados, viendo cómo se alejaba la ambulancia.

Gabriel: si quiere los llevo o quiere dar una vuelta por la manada.

Johana iba a responder y Carmelo se le adelanto.

Carmelo: Gracias pero no, tenemos que irnos. Adiós

Agarrando por la mano de Johana para irse, no le gustaba cómo Gabriel veía a Johana se imaginaba que asimismo veía a Karla y le daba más rabia.

Johana: gracias Gabriel, mi tía nos está esperando, chao fue un gusto, conocerte.

Ese mismo día regresarían a Veracruz, pues Carmelo tenía que llegar hoy, para que su mamá no se preocupara más.

En Noruega

Alicia seguía en la cabaña, tenía dos días despertando con la mente en blanco y cansada y no entendía, ella sentía que dormía profundamente pero no descansaba, tampoco había soñado con su hermano, por lo que durante el día se la pasaba acostada en la cama descansando, se paraba de la cama sólo para comer e ir al baño el resto del día estaba en la cama, lloraba por ratos, luego leía libros y se quedaba dormida con ellos encima.

Lo que Alicia no sabía era que su alocada loba estaba controlando a Nerón y lo mantenía tranquilo por medio de los sueños.

Alexander estaba haciendo un rastreo del bosque buscando a Alicia, se había enterado de lo ocurrido por medio de Fabiola quién había ido a buscarla para saber cómo estaba, ya que no se había presentado a clases después de lo ocurrido en el lago, estaba algo preocupada por ella.

Luego de un largo vuelo Enrique llego a la manada y el Alfa Alexander y la Luna Carolina ya le tenía la mejor habitación del hospital adaptada para la comodidad de él.

Alexander: hola, Andrea, Pedro, ya todo está listo.

Andrea: hola, Alexander ¿dónde está tu hija?

Alexander: la estamos buscando.

Andrea: creo que no estas entendiendo la gravedad de la situación, Alexander necesito a tu hija aquí ya.

Alexander: cálmate Andrea claro que se lo grave la situación, y estamos haciendo todo lo posible por encontrarla, ella también debe estar mal y no sabe nada de lo que le pasó a Enrique.

Andrea y Alexander se criaron juntos como hermanos y por eso ella, era una de las pocas personas que lo enfrentaba a él sin importarle nada, ella debía ser su delta, pero al conseguí a su mate decidió irse con él, aprovechando de que su padre aún estaba joven para el cargo, por eso Enrique estaba en entrenamiento desde muy joven para tomar el lugar de su mamá y que su abuelo pueda descansar.