De Sirvienta A Señora Del Ceo

Paola se sentía atrapada, sus manos no dejaban de temblar, tenía miedo de que todo fuera descubierto. Caminó lentamente entre las sillas, para poder salir de allí lo antes posible.

Carlota, que estuvo escondida mirando todo lo que pasaba en la boda, quedó en shock, no obstante, al ver a Paola, caminar con lentitud entre los invitados, Carlota se apresuró a caminar hasta ella.

_ Señora Paola, vayamos a su habitación...

Carlota se acercó inmediatamente a Paola, agarrando su mano, para que ella no se desmayara delante de todos invitados.

_ No quiero ir a mi habitación, llévame a mi auto. _ Respondió Paola con dificultad.

Paola tenía que informarte todo a Armando, ya que ahora sería mucho más difícil para ellos deshacerse de Santiago y de Melisa.

Luego de unos minutos, Carlota abrió la puerta del auto de Paola, pero no fue la puerta del piloto, sino la del copiloto.

La mujer no iba a permitir que su señora, manejará en las condiciones que se encontraba.

_ No te moleste, puedo manejar yo misma...

Paola no quería involucrar a Carlota, y mucho menos que ella supiera sobre la existencia de la niña que tuvo con Armando.

_ Señora, soy una timba. Puede confiar ciegamente en mí. ¡Yo jamás la traicionaré!...

Paola subió al auto, confiando ciegamente en Carlota.

__ A dónde quiere que la lleve, señora Paola...

Paola bajó la mirada, tomó un trozo de papel y escribió la dirección, se lo entregó a Carlota y después solo cerró los ojos.

_ ¡Es la casa del médico!. _ Pensó Carlota mirando a Paola con los ojos cerrados...

Luego de media hora, Carlota estación el auto a la entrada de la casa donde Armando vivía con su familia.

En ese momento, Mónica, la esposa de Armando iba saliendo de su hogar con la niña entre sus brazos. Paola se dio cuenta de que Armando le había estado mintiendo y que Mónica no estaba de viaje cómo tantas veces se lo dijo

Ante los ojos de Carlota, la escena era de lo más normal. Una madre abrazaba a su hija con mucho amor, mientras que su esposo salía de su casa para asegurarse de que ellas subieran al auto.

Pero, para Paola, era la escena que iba destrozando su corazón. Al ver a Mónica con su hija entre sus brazos, besarla con tanto cariño, y que el hombre por el que dio todo, la tratara cómo una reina.

Fueron cómo dagas cortando su corazón un mil pedazos. Lentamente, fueron saliendo lágrimas de los ojos negros de Paola.

Paola no pudo resistir más, Santiago estaba a punto de saber la verdad, y ella es la única que iría a prisión por haber matado a sus padres.

No había nada que demostrará que Armando fue el que planeó todo, para ser él quien se quedara cómo el único dueño de las empresas Wlod.

Paola bajo del auto y caminó hasta estar a unos pasos de Armando y de Mónica... Sin embargo, cuándo estaba por acercarse a ellos, escuchó algo que la dejó helada.

_ Mi amor, regresaré en cuando me llames y me digas que Santiago a muerto...

_ Mi amor, no estarás mucho tiempo en el extranjero, Paola está siendo presionada por mí, además, la muy idiota quiere ver a la niña.

_ ¡No!...

__ No quiero a Paola cerca de mi hija. Y mucho menos quiero que Pilar un día se entere de que yo no soy su verdadera madre.

_ Esa mujer tiene que estar alejada de Pilar, no la quiero cerca de mi hija... Ese fue el trato que hicimos, ¿Lo recuerdas no?...

Armando se quedó callado. Ya que cuando Mónica se enteró del romance que mantenía con Paola, y que ella estaba embarazada de él. Mónica le exigió que le quitará a la niña y se la diera a ella.

Mónica no podía tener hijos, y el ser madre era su más grande deseo. Así que si Armando quería su perdón y volvieran a estar juntos, él tenía que darle a la niña de Paola.

En cuando la niña nació se la quitó a Paola, y se la entregó a su esposa. Desde entonces, Paola era sometida por Armando y chantajeada; para que hiciera todo lo que él le pidiera.

__ Cariño, debemos permitir que vea a la niña, solo así vamos a apresurar la muerte de Santiago y lograr que Paola nos firmé todos los documentos que necesitamos para tener una vida de reyes... Además, debes tomar en cuenta que debemos mucho dinero, incluyendo la hipoteca de la casa...

Mónica abrazó con fuerza a la niña en sus brazos. No quería que Paola estuviera cerca de la niña, y mucho menos que la tocará.

__ Está bien, pero solo que la vea unos segundos. No la quiero mucho tiempo cerca de mi hija. ¿Lo entiendes?...

Armando se sintió muy satisfecho con la respuesta de su esposa. Armando amaba demasiado a Mónica, y solo había utilizado a Paola para adueñarse de la fortuna Wlod.

Ahora que la mujer que amaba con tanta intensidad, estaba de acuerdo con cada una de las decisiones que estaba tomando, Armando quería apresurar las cosas para irse del país lo antes posible y comenzar una vida lejos de Paola y del recuerdo de la familia Wlod.

__ Más tarde llamaré a esa mujer, y le informaré que puede ver a la niña, pero, bajo mis órdenes... Ahora sube al auto, y espera mi llamada... _ Dijo Armando besando a Mónica en los labios.

Mónica subió al auto, dejando a Armando allí parado. Ni Mónica y mucho menos Armando se dieron cuenta del auto azul que estaba estacionado a unos pasos de su casa.

En cuando, Armando entró a la casa, Paola cayó de rodillas en el pavimento . Sus lágrimas no dejaban de caer con fuerza de sus ojos, mordía su labio inferior con mucha fuerza, para evitar gritar.

El corazón de Paola estaba destrozado, no podía soportar el dolor que estaba sintiendo por dentro.

Carlota inmediatamente bajó del auto y corrió al lado de Paola. Al llegar a ella, la abrazó.

__ Señora Paola, ¿Qué le sucede?...

__ Ayudame...

Paola se obligó a levantarse del suelo, y subir a su auto. En cuando tomó asiento, Paola perdió el conocimiento.