Una Rosa Sin Color

—quiero dinero y total libertad para salir a dónde quiera sin tener ningún cuestionamiento al respecto—demande.

—no—miro sus dedos burlándose de mi—¿otra cosa?

—tu cabeza—sonrei.

—¿cuál de las dos?—pregunto dándome una sonrisa ladina.

Hijo de perra.

—dependiendo de cuál se desprenda primero—murmure mirando de reojo el cuchillo de la mesa.

—ten cuidado, podrías cortarte.

No estoy de humor para estos juegos.

Hablar con el abogado y con SeoHoon al mismo tiempo me quito toda la energía que tenía. Después de haber estado en aislamiento durante dias, fue realmente cansador concordar con algunos términos en el contrato, aún falta ver sobre otros detalles pero creo que será imposible llegar a un acuerdo con este tipo.

—quiero medio millón de dólares para esta tarde o voy a irme de vuelta—termine mi café quedándome satisfecho—y cuando finalmente se termine el tiempo del contrato quiero veinticinco millones por el tiempo invertido.

—¿algo más?—rió—tal vez...¿un viaje gratis por todo el mundo?—dijo sarcástico.

—si y un nuevo coche—cruze mis brazos.

—¿de verdad crees que te daré ese dinero?—se levantó dando unos pasos hacia la puerta con la intención de dejarme con la palabra en la boca—ya pague por ti el día del compromiso así que...

—pagaste por mi, para que formulara como tú pareja en el registro, sin embargo, lo que te estoy pidiendo no es para seguir siendo tu pareja—me acerque apoyándome en la puerta de la habitacion

—¿entonces?—cuestiono.

—es para comportarme como tu pareja—sonrei—básicamente estarás pagando por mis habilidades actorales.

—no los necesito si vas a estar en mi casa—dijo con una expresión confusa colocando su mano en la manija de la puerta—te quedarás aquí y luego veremos cuánto pagaré por tu comportamiento.

—no voy a quedarme encerrado—coloque mi mano encima de la suya apretándola e impidiendo que salga—seguiré con mi vida normalmente pero con la única excepción de que tendré un anillo en mi mano.

también debería pedir uno nuevo ¿verdad?.

—quiero otro anillo, más grande.

Obviamente no me lo voy a poner, pero quiero saber que tengo un diamante en mi bolsillo por si las cosas salen mal.

—el anillo lo cambiaré, lo demás no—dio la vuelta la manija.

—si quieres asegurarte de que estaré en esta casa hasta que nos "divorciemos", será mejor que aceptes estos términos.

—¿intentarás escapar?—vi como sus ojos cambiaban de color por un segundo.

—lo haré.

—hazlo y daré aviso al gobierno—su otra mano se dirigió a su bolsillo derecho de su pantalón.

—solo quedarás en ridiculo—me rei de el—¿de verdad quieres decirles que tu pareja escapo?

Lo pensó durante unos segundos mientras su mano jugaba con la manija tratando de que retirará la mía discretamente.

Demasiado obvio.

—supongo que no puedo rechazarlo—encogió sus hombros—pero a cambio tendrás un dispositivo de rastreo en un lugar visible en tu cuerpo.

—de acuerdo—respondi.

Se sorprendió al escuchar mi respuesta inmediata. No dijo nada más por alrededor de un minuto mientras me analizaba tratando de buscar algún truco que tenga.

—algo más antes de irme—abri la puerta.

Desde que me encontró SeoHoon, note que las veces que entraba en la habitación en dónde me tenía encerrado, su mano siempre se encontraba en el bolsillo, incluso cuando trataba de acercarme la retiraba lentamente y cuando me alejaba volvía a meterla.

No me sorprendió que al jalar de su corbata para acercarlo a mi y tomarlo desprevenido, pude sacar de su bolsillo lo que ya sospechaba.

—deberias ser más discreto—susurre cerca de su oreja.

Tire el sedante a un rincón de la habitación.