Seré Novicia

Han pasado ya seis meses desde que Pilar  y Cèsar decidieron darse una oportunidad. Por decisión de Pilar, su relación se mantuvo en secreto hasta que ella no se sintiera totalmente segura. No quería cometer el mismo error dos veces. Siempre pensò que al darle la oportunidad a Alfredo fue algo precipitado, pero con Cèsar, sus pies sentìan no tocar el suelo, sus sentimientos con el pasar de los dìas eran màs fuertes y su sueño de ser novicia cada dìa lo veía màs lejano. En ocasiones, sus plegarias eran llenas de culpa y recriminaciones.Luego, cuando hablaba con la madre Superiora  la hacían sentir más tranquila.

-Madre, entonces no está mal que mi sueño ya no sea tan importante?  Pregunta Pilar

-Hija, claro que no. Dios es misericordioso y  quièn mejor que èl para comprendernos. Él nos hizo, nos conoce y jamás te juzgarìa si has perdido interés en querer seguir esta vocación. 

-Madre, le he fallado. 

Una sonrisa calurosa aparece en medio de la línea , - Mi niña, tù no nos ha fallado. Mìrate, eres una gran empresaria a poco de graduarse, con una vida por delante y lo más importante, con un amor que te corresponde. 

Ahora era Pilar quien dibujaba una sonrisa en su rostro.  Jamás pensó que pudiera encontrar el amor en esta travesía y menos de un hombre como Cèsar. 

-Madre, tengo miedo.  Pilar siente una punzada en su pecho. 

-¿Por qué lo dices mi niña?

-Sabe que no me gusta perder el control de mis actos. Lo sé, también soy  extremadamente calculadora y metódica. Pero… con Cèsar pierdo la noción de todo, del tiempo, de mi ser y mi pensar. Odio no tener control, el solo verlo me desarma. Y si… ¿me lastima? . 

-Hija, no puedo decirte que la vida es color de rosa , habràn pruebas que debes pasar y si tu amor y el de èl es  fuerte las superarà. Desde que me hablaste de ese muchacho me contaste lo que tù hiciste con su vida y cómo èl cambiò por estar cerca de tì. Siempre me has dicho que te ha respetado y que quiere ya formalizar contigo. Lo que no entiendo es por qué no lo has permitido. 

-Temo que al hacerlo, tenga que afrontar preguntas, èl es un hombre que tiene pasado  un nombre, en cambio yo, solo soy una huérfana. 

-Te prohíbo que digas esas palabras. La Madre es tajante con sus palabras. -Tù tienes un nombre. Uno que yo misma te di y un pasado que aunque nefasto también te acompaña. No debes temer al mundo. Tú eres el mundo. 

Pilar sintió vergüenza por ella. La Madre tenía razón, ella era alguien y eso era lo que bastaba.  Pilar se despidió de la Madre prometiendo visitarla pronto. 

-Hija, tus promesas últimamente se están volviendo de cajòn. 

-Madre, lo siento. He estado muy ocupada pero prometo que pronto iré. Es más, te llevaré a  Cèsar para que lo conozcas. 

-Esta bien hija, pediré plegarias por tì. Cuídate. 

-Buenos dìas  princesa. Un beso reposa en su mejilla mientras Pilar es sorprendida por Cèsar siendo abrazada por la espalda. - ¿Qué tanto piensas?

-He decidido que es hora de que formalicemos lo nuestro. Pilar responde aùn pensativa. 

-¿De verdad?. Cèsar se colocó de frente  a Pilar. ¿Quieres eso?

-Si, bueno, creo que ya es tiempo.  

-Me haces el hombre más feliz del mundo. Además, ya estoy cansado de andar como ladròn para ver o  besar a mi novia en mi propia empresa.Una sonrisa sale de sus labios. 

-Bueno Señor Steven, pues ya no estarà màs como vil ladròn de besos. Pilar se pone de puntas y da un tierno beso a Cèsar. 

-Mujer, tù me matas. Sabes que soy hombre y esos hermosos ojos solo me hacen perder la cordura. Cèsar la sorprende con otro beso aùn màs demandante. 

-Cèsar … la voz de Pilar està entrecortada.  Nos pueden ver. 

-Está bien. Cèsar da un cálido beso sobre su nariz  mientras acomoda su pantalòn.  èl se sienta en su sillòn  tomando la mano de Pilar haciendo que ella se siente sobre sus piernas. 

-Sabes que te he esperado mucho tiempo. Te he respetado y quiero todo contigo.

Pilar asiente con su cabeza. 

-Lo sè tambièn. Solo dame tiempo , fui  criada de una manera… Pilar se sonroja, no sabe cómo decir que sigue siendo virgen. 

-Pilar,  una sonrisa sale de Cèsar, le fascinaba verla sonrojada. - No estoy diciendo que quiero estar ya contigo, no te quiero presionar. Solo quiero que sepas y sientas que mi amor por ti es verdadero, que no romperè la promesa que te hice y que estarè contigo hasta que Dios me lo permita. Para mi no existen papeles de por medio para decir que eres la mujer que amo y si los quieres te los darè.  Solo quiero que también vivas y no te cohibas en amarme como yo te amo a ti. 

-No quiero casarme aùn, no quiero presionarte. Siento miedo de que tal vez no cumpla tus expectativas. ¿Y si te aburres de mí?  No lo soportarìa. 

-Mi princesa, cómo te hago entender que solo tú eres la mujer que me ha hecho cambiar. Matarìa por tì si es preciso. 

Pilar duda por un momento. Cèsar toma su mentòn y besa nuevamente 

-Quiero que esta noche me acompañes a un lugar especial.  

-¿Adònde?

-Es una sorpresa, quiero que esta noche sea inolvidable para ti y para mi.  Pilar sonríe tiernamente mientras Cèsar acariciaba su mejilla. 

-Entonces estaré ansiosa porque llegue la noche. Debo irme, el trabajo nos espera. 

-No te vayas. Cèsar hace un puchero. 

-Me tendràs esta noche. 

-Está bien. Cèsar la suelta y observa mientras ella desaparece de su vista.