"Ser una cobarde en el amor, ¿te puede costar tu propio corazón? Freya seguirá huyendo de sí misma."
Tendrá que decidir entre el amor o la pasión
Descubre lo que sucederá 🤓
Esta historia es solo amor entre chicas
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Capítulo 21: ¿Quiero a Charlotte?
Había estado con tantas mujeres antes, pero cuando Charlotte me tocaba, era algo completamente distinto. Había una delicadeza en sus gestos que ninguna otra había igualado. Su toque tenía una suavidad que desarmaba mis defensas, y, sin importar cuántas veces sucediera, siempre parecía la primera.
Recordaba nuestras primeras veces, tan inesperadas como intensas. Sus manos delgadas acariciaban mi pecho, sus dedos jugando con mis pezones hasta endurecerlos. Cada caricia suya arrancaba de mí gemidos que resonaban en toda la habitación, como si el aire mismo se impregnara de su presencia. Charlotte, con su respiración cada vez más pesada, parecía embriagarse de mis reacciones. Sus labios viajaban desde mis muslos hasta mis orejas, dejando un rastro de calor. Ese aroma a flores, tan característico de ella, me envolvía, adictivo, mientras descendía hacia mi zona más íntima. Su lengua y sus caricias me sumergían en un torbellino de placer que nadie más había logrado igualar.
Horas después, entre sábanas blancas, Charlotte estaba recostada en mi pecho. Sus dedos jugaban perezosamente con mi cabello mientras yo la observaba en silencio, tratando de encontrar las palabras para abrir un tema que no dejaba de rondarme la cabeza.
—¿Cómo te enteraste de que coqueteé con Lauren? —pregunté finalmente, rompiendo el silencio. Sabía la respuesta, pero quería oírlo de ella.
Charlotte dejó de mover sus dedos.
—Estaba nerviosa cada vez que su celular sonaba cuando estaba conmigo —confesó, su tono apagado—. En un descuido vi una notificación tuya. Cuando entendí que eras tú… me enfurecí. No podía creer que estuvieras intentando acostarte con ella.
Sonreí apenas, mirando al techo.
—Así que mi plan dio resultado —murmuré lo suficientemente alto para que me escuchara.
—¿Qué plan? —me miró con una mezcla de sorpresa y confusión.
Dudé en responder, pero finalmente cedí.
—No me hablaste por tanto tiempo que no sabía cómo acercarme a ti. Así que intenté coquetearle a esa largartona para que ella me llevara a ti. No sabía si funcionaría, pero era tu amiga.
Sus ojos se abrieron aún más.
—¿Cómo sabías que era mi amiga? —preguntó, claramente sorprendida.
—Min-ju me lo dijo.
Al escuchar ese nombre, Charlotte puso los ojos en blanco, molesta.
—Esa estúpida nunca pierde la oportunidad de mencionarte o de acercarse a ti —respondió, haciendo un puchero mientras golpeaba suavemente mi pecho con sus puños cerrados.
Solté una risa ligera.
—Es simplemente una oportunidad —bromeé, tratando de quitarle peso al asunto.
Pero entonces su expresión cambió. Sus ojos, antes juguetones, se tornaron serios.
—¿Estuvo contigo toda esta semana?
La pregunta me tomó por sorpresa.
—Sí, pasamos algo de tiempo juntas —respondí con honestidad.
Charlotte apartó la mirada un segundo, como si estuviera reuniendo valor antes de preguntar lo siguiente:
—Dime, Freya… ¿te gusta?
Su tono era tranquilo, pero había algo afilado en él. Mi mente se llenó de dudas. Min-ju era hermosa, eso era innegable. Había algo en su forma de ser que despertaba curiosidad en mí, pero ¿gustarme? No estaba segura.
—No lo sé —murmuré, más para mí misma que para ella.
Charlotte soltó un suspiro, su cuerpo relajándose ligeramente contra mí.
—Es algo que ya tenía en mente… —comenzó a decir con un tono suave, pero sus palabras escondían algo más profundo—. ¿Recuerdas lo que te propuse sobre la relación abierta?
Asentí, confusa por el giro de la conversación.
—Lo recuerdo. ¿Por qué?
—Quiero que estés con alguien más… pero solo con Min-ju.
La propuesta me hizo toser, desconcertada. Me incorporé ligeramente, mirándola con incredulidad.
—¿Qué estás diciendo, Charlotte?
Ella me abrazó más fuerte, su voz era dulce, pero en ella había un dejo de tristeza que intentaba ocultar.
—No puedo evitar que muchas te miren, Freya. Pero si estás con Min-ju, al menos sé que ella te limitará. No habrá más mujeres entre nosotras… solo ella y yo.
Sus palabras eran tentadoras y confusas a la vez. ¿Qué significaba todo esto? ¿Quería compartirme o solo asegurarse de no perderme del todo? Su sonrisa parecía despreocupada, pero sus ojos delataban un dolor que no podía esconder.
Mi mente volvió a Min-ju. Había algo en ella que me hacía sentir diferente, algo que disfrutaba, pero no de la misma manera que con Charlotte. Sus gestos, sus palabras, su compañía, todo era distinto. Pero, ¿realmente podría ser esta la mejor opción?
El silencio entre nosotras era espeso. Mientras Charlotte seguía abrazándome, yo trataba de entender mis propios sentimientos. ¿Qué quería realmente? ¿A Charlotte como amante? ¿A Min-ju como algo más? ¿O simplemente estaba buscando respuestas en lugares equivocados?