Desafortunadamente, Me Enamoré De Mi Mejor Amigo.

Llega el día del viaje, todos están emocionados, menos Mariana, ella quería quedarse con su hija, pero al mismo tiempo, también quería ir. Sentía que en ese viaje, tendría la oportunidad de conquistar de una vez por todas a Murilo Rossi. Por la mañana temprano fue al orfanato con Murilo para poder despedirse de Olivia. Fue difícil para ella, incluso llegó a llorar al imaginar que estaría una semana sin su hija. Después del almuerzo, Mari está en su habitación terminando de arreglarse cuando Luíza entra.

Luíza: ¿Lista para la mejor semana de tu vida?

Mari: Solo que no será la mejor, porque mi hija no estará.

Luíza: Este viaje será de pareja, la próxima vez ella irá con nosotros. Supongamos que será un descanso para los papás.

Mari: ¿Descanso? ¿Aún no ha venido a vivir con nosotros?

Luíza: ¡Tengo que tener otro argumento! jaja

Mari: ¿Los chicos están abajo?

Luíza: ¡No! Fred fue a buscar a Murilo y también a despedirse de sus padres.

Mari: Luh, hablando de Murilo... Te voy a hacer una pregunta y sé sincera, ¿de acuerdo?

Luíza: Si sé responder...

Mari: Ayer, cuando estaba haciendo mi maleta, empecé a reflexionar sobre él... sobre nosotros dos.

Luíza: ¿Dónde entro yo en esto?

Mari: Empecé a pensar en todo, en la forma en que me mira, en la forma en que me habla, en la forma en que se comporta conmigo, en lo que hace, en las caricias y....

A medida que va hablando, Luíza va esbozando una sonrisa pícara, haciendo que Mariana levante una ceja imaginando ya la respuesta.

Luíza: Continúa...

Mari: ¿Cuándo me ibas a decir que Murilo también está enamorado de mí, Maria Luíza?

Luíza: ¿Por qué debería decirlo? jaja

Mari: ¡Porque eres mi hermana y sabes que yo también estoy enamorada de él! ¿Esperabas que lo descubriera yo sola...?

Luíza: Era lo que queríamos, que algún día ustedes, o los dos, lo descubrieran solos.

Mari: ¿Queríamos?

Luíza: Toda nuestra familia lo sabe, Mariana. La nuestra y la de Murilo. Al igual que yo, ellos desean mucho que estén juntos.

Mari: ¡Qué vergüenza!

Luíza: Ahora que sabes que él también está enamorado de ti, ¿qué vas a hacer?

Mari: ¡Nada!

Luíza: ¿Cómo que nada, Mariana?

Mari: Voy a esperar a que él venga a hablar conmigo.

Luíza: Siento que hay un "pero".

Mari: Pero, en este viaje voy a dejarlo loco jaja

Luíza: Me lo imagino jaja

Mari: Para eso voy a necesitar tu ayuda.

Luíza: Si Frederico no me mata jaja

Mari: Relájate. Vamos a trazar un plan y puedes contárselo, pero tienes que hacerle prometer que no le contará nada a su hermano.

Luíza: Eso déjamelo a mí jaja ¡Ay, estoy muy ansiosa! jaja

Mari: Tonta jaja

Luíza: ¿Qué estás pensando?

Mariana le cuenta lo que ha pensado, le da algunas sugerencias y también le pide su opinión. Tendría 7 días para volver loco a Murilo Rossi. Después de un rato, las dos van al salón, se despiden de sus padres y se encuentran con los chicos también dirigiéndose al coche. Murilo guarda su maleta y la de su amiga en el maletero y luego sube al coche para reunirse con los demás. Francisco los iba a dejar, delante está Frederico, y en los asientos de atrás están los otros tres. Mariana está en medio, acurrucada junto a Murilo y cogiendo la mano de su hermana haciéndole caricias. Mari siente la mano de Luiza fría, automáticamente ya sabe de qué se trata, así que sale del regazo del hombre y atrae a su hermana para que se acurruque junto a ella.

Mari: No tienes que tener miedo, estoy aquí contigo.

Luíza no dice nada, solo sonríe débilmente y se acurruca más cerca de ella. Dos horas más tarde, los cuatro ya estaban dentro del barco y frente a sus camarotes.

Murilo: Piscina en media hora, ¿de acuerdo?

Todos están de acuerdo y entran en sus camarotes, Maria Luiza y Fred en uno, Mari en otro y Murilo en otro. Al entrar en el camarote, Mariana queda encantada, todo era muy sofisticado, aunque lujoso, tenía toques sencillos que hacían que el ambiente fuera acogedor. La habitación, además de la cama, tenía un televisor, un sofá, un minibar, un sillón, un mini vestidor y un baño con todo lo necesario, incluida una bañera. Mah optó por darse un baño rápido, se hidrató la piel, se puso un bikini un poco sensual y luego se puso el pareo. Luego, cogió solo su teléfono móvil y, en cuanto salió de la habitación, la pareja también salió.

Mari: Fred, llama a Lilo y vayan delante, necesito hablar con mi hermana, ¿puede ser?

Fred: ¡Claro!

Le da un cariñoso beso a su esposa y se dirige al camarote de Murilo para llamarlo. Mari coge la mano de su hermana y entra con ella en el camarote, sentándose en el sofá.

Mari: Si quieres irte, Luíza, no hay problema, nos vamos.

Luíza: No puedo...

Mari: ¿Por qué no? Hermana, si no te encuentras bien, nos vamos a casa, encontraremos la manera, llamaremos a papá.

Luíza: Quiero quedarme, Mari. Tengo muchas ganas, pero el miedo... el miedo siempre puede más que yo.

Mari: No estarás sola...

Luíza: Lo sé, por eso quiero quedarme. Pero los recuerdos... Los recuerdos del día que me ahogué todavía me atormentan. Sé que han pasado años, pero todavía tengo miedo.

Mari: No eras más que una niña, te golpeaste la cabeza y te ahogaste, es algo como para quedar traumatizada...

Luíza: Para una niña o una adolescente, no para una adulta, Mariana.

Mari: Estás luchando contra ese trauma, Maria Luíza. Sé que lo estás haciendo... ni siquiera te metías en una piscina, ¿y mira dónde estás hoy? En medio de un enorme océano. Tú, mi amor... estás superando tu mayor miedo, y para superar algo tan traumático, se necesita calma, tiempo y paciencia. Estamos aquí, hermanita, yo, tu amor y el...

Luíza: Tu amor jaja

Mari: Sí jaja. Los tres estaremos aquí para distraerte y si no puedes soportarlo, no tengas vergüenza de decírnoslo, porque te entenderemos perfectamente y nos iremos, no importa dónde estemos, nos iremos a casa.

Luíza: ¡Gracias, Mari! Eres la mejor hermana del mundo.

Mari: Soy tu única hermana, tonta jaja

Luíza: Te quiero mucho.

Mari: Y yo te quiero mucho más. Siempre estaré aquí contigo, sujetando tu mano, te prometo que nunca la soltaré.

Luíza abraza con fuerza a su hermana y Mari le corresponde con todo el amor del mundo. ¿Estaba siendo difícil para ella? Sí, lo era. Pero Luíza se sentía tan protegida por ellos que iba a aventurarse en este viaje con tanta agua.

Luíza: Eres mi mejor amiga, hermana.

Mari: Aunque Lilo sea mi mejor amigo, tú también eres mi mejor amiga. Creo que incluso más que él, sabes cosas que él no sabe. Tengo mucha suerte de tenerte como hermana, mejor amiga y confidente.