Abdelary La Guerrera Albina

Cuando terminaron de armar las tiendas, Mandla entró a la suya, y Abdelary corrió con los niños y entraron a la tienda, pero el cocinero los vio y ella puso su dedo índice en sus labios indicándole que debía guardar silencio y él solo le afirmó con la cabeza, pero Manu, también la vio, ya que la estaba vigilando, y Abdelary no se dio cuenta.

Manu, sonrió diciendo… lo sabía, querido amigo creo que estás en problemas… Abdelary les quitó la ropa, que habían mojado en el arroyo y los cubrió con telas… Nadir, Bahiti, necesito que se queden aquí en silencio, ¿pueden hacer eso por mí?… si señora… le sirvió la comida a su cuñada y se la llevó, le pidió el favor de que le llevara a su hermano también y ella así lo hizo.

Hermano, aquí te mandó tu esposa la cena… ¿Y por qué no espero a que yo fuera o vino ella a traerla?... no lo sé, seguramente no quiere verte… cuando su hermana Halima sale, mira hacia afuera y su esposa le está dando comida al cocinero y el feliz, prefirió darle la comida al cocinero y no traérmela a mí.

Después que Abdelary le llevó comida al cocinero volvió con los niños… chicos, necesito curar sus heridas, pero deben ser muy fuertes, les voy a echar unas gotas al agua, pero igual les va a doler mucho, la niña muerde un trozo de tela y se desmaya al soportar tanto dolor, cuando reacciona ya Abdelary le está echando un ungüento... con esto amanecerás mucho mejor.

Mientras tanto… ¿Ya fuiste a ver a tu esposa?... no… deberías ir y pedirle disculpas, yo sé por qué te lo digo… al parecer no quiere verme… lo toma de la mano y lo saca de la tienda, lo acerca a la tienda de su esposa… no voy a ir… están en la discusión y escuchan un grito estremecedor… ahiiiiiiiiiiiii nooooo… ¿De dónde salió ese grito?… de la tienda de tu esposa.

Mandla corre a ver lo que pasa, pero cuando trata de ingresar su esposa lo detiene en toda la entrada… ¿Me puedes decir para dónde vas?... creí escuchar algo… solo me cayó algo en el pie… ven te reviso… no me toques, estoy muy bien… es extraño porque tu voz no, olvídalo… ¿te puedes ir por favor?, no quiero verte.

Está bien, pero antes… la jala y le da un beso y ella le da un golpe en la canilla… aush… ¿Por qué hiciste eso?… porque te quiero lejos de mí… Mandla se retira y mira como su amigo Manu, se ríe a carcajadas… ¿Puedes creer que mi mujer nunca me ha pegado?... muy chistosito.

Pídele disculpas y entra sin preguntar, te aseguro que si te disculpas ella te perdonará… está bien, pero si no funciona me las pagaras… Mandla entra decidido a hablar con su esposa.

No se preocupen niños, yo los protegeré de cualquiera que quiera hacerles daño, el verdadero problema es esconderlos de mi esposo, por ahora no tenemos de que preocuparnos, él es demasiado orgulloso y no pedirá disculpas y yo tampoco lo haré, aunque se me fue un poco la mano con él, pero era la única forma de mantenerlo lejos de mí.

Así como yo encontré quien me protegiera, yo los protegeré a ustedes, mañana llamaré a un guardián del santuario, y quedarán bajo la protección del rey Hakim y no volverán a ser humillados, tampoco nadie tratará de mutilarlos… quiero tener una madre buena como tú… soy muy joven para ser su madre y no soy buena Bahiti ¿acaso no viste lo que le hice a esos hombres?... lo hiciste para que no nos cortaran las manos.

Bahiti inicia a llorar… tranquila, no llores, todo estará bien, quédense allí acostaditos, en un rato les pondré de nuevo el remedio para que se recuperen rápido, ¿bueno?… bueno… tan lindos.

Abdelary se pone de pies, voltea y casi pega un grito, pone su mano en su pecho y mira su espada que se encuentra un poco distante, el general también mira en esa dirección y sonríe… ¿Vas a matarme?... eso depende de ti, tocas a estos niños y te puedo asegurar que vas a conocer un lado de mí que no te va a gustar nada.

¿En serio?... ¿por qué te ríes?... me alegra haberme equivocado contigo… general, ¿qué tal si nos debatimos en un duelo? Si yo gano deja en paz a los niños… ¿Y si yo gano?... haré lo que me pidas menos entregar a los niños ¿Qué dices?... ¿Y no crees que todo está a tu favor?... pero usted es un general y yo una pobre mujer… el general se ríe a carcajadas, mientras su esposa está muy seria.

Estira la mano hacia ella y ella muy desconfiada lo mira, pero igual pone su mano sobre la suya, la acerca a él y la abraza… perdóname, Abdelary… es mejor que no me pidas disculpas, general, nuestro matrimonio no va a funcionar, tenemos visiones del mundo muy diferentes.

¿General, porque no lo piensa bien?, cuando en una relación no hay confianza eso no funciona, y es cierto porque mi madre siempre lo repetía… ¿Me vas a decir que tú si hubieras confiado en mí?... lo mira decepcionada y trata de irse, pero él la detiene… ¿Hubieras confiado en mí?... claro que hubiera confiado en ti, hubiera pensado que tuviste razones muy poderosas para hacer algo así y eso que no te conozco.

Abdelary, yo nunca te voy a dejar así que olvídate de eso, no voy a pelear contigo y jamás les haría daño a estos niños… ¿en serio no vas a entregarlos?... no… lo abraza… muchas gracias… se sienta dando un gran suspiro, pone sus manos en la cara y suelta algunas lágrimas… te escuché hablar con ellos, lo siento mucho me equivoque, y déjame decirte que sé pedir disculpas cuando me equivoco, no sabía que eran niños.

General, usted tiene algunas telas que me pueda facilitar… sí, debo tener algunas por ahí… ¿Puede traerlas por favor?... Claro ¿para qué las necesitas?... Abdelary se quedó mirándolo y él salió de inmediato. Cuando salió su amigo Manu, lo estaba esperando… ¿Oye, cómo te fue con tu esposa, le pediste disculpas?... por supuesto que no, le dije sus cuantas verdades y no le quedó de otra que pedirme disculpas.

Un hombre no debe permitir que la mujer haga lo que le da la gana… ¿General, va a hacer lo que le pedí sí o no?, no tengo tiempo y si no puede hacerlo puede decirme y yo iré por ellas… está bien, ya voy, no te enojes… Amigo ¿me decías?... Manu inicia a reírse a carcajadas, pone su brazo en el hombro de su amigo y se van hablando.

Minutos después regresa con varias telas, su hermana y Palesa acompañan a su esposa… muchas gracias, cuando el general sale de la tienda Abdelary sale atrás de él… general, esta noche voy a realizar un trabajo y necesito que ellas me ayuden, ¿tiene algún problema con eso?... no te preocupes has lo que tengas que hacer, ¡pero en lo relacionado con los niños!... no se preocupe lo voy a solucionar.

Si quieres podemos quedarnos un día más para que los niños se recuperen… no te preocupes estarán bien… cualquier cosa que necesites me dices… si señor… se acerca a él y le da un beso en la mejilla… Muchas gracias.