"Me cruce por su camino una vez... Solo una vez. ¿Suerte, casualidad o destino?. No lo sé. Pero desde que eso ocurrió conocí al hombre que cambio mí vida..."
Renzo Leone (27 años) es un poderoso mafioso de Grecia: Inteligente, despiadado, sin corazón y frío asesino, todo eso se oculta detrás su fachada de ángel hermoso. No dudo el matar a sus enemigos con sus manos. Inmensamente temido en el mundo de la mafia y aún peor que no portaba debilidades por dónde atacar, logro poner su apellido por encima de todo el mundo tanto así que cualquiera temblaba la oírlo.
Melina Brown (20 años) una dulce joven introvertida de EE.UU que vive bajo la maldad de su mamá, quien la odia por ser hija de una infidelidad de su parte hacia su marido. Con la culpabilidad de haber arruinado la vida y el matrimonio de su madre, jamás presto atención al hecho que estaba siendo vigilada sino hasta muy tarde. Su verdadero padre hará su aparición cuando intenta rehacer su vida.
NovelToon tiene autorización de Thais Perdida para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
21. AMOR.
23 DE DICIEMBRE DE 2.022
• MANSIÓN LEONE •
...****************...
RENZO
Hace semanas que busco a mí padre por cielo y tierra, pero no tengo idea de dónde está el desgraciado –¿Estará en Grecia? ¿Quien lo ayudo?– esas preguntas atormentan mí cabeza.
Miro hacia el jardín desde mí balcón, la nieve cubre gran parte. Siento las manos de Melina en mí cintura haciendo que me sobresalte.
–. ¿Que haces despierto tan tarde? –pregunta–. ¿Que ronda tu cabeza?.
–. Solo miraba este hermoso paisaje –me giro hacia ella–. Y aquí hay algo mucho mejor.
–. ¿Por qué siempre me dices esas cosas? –me besa una mejilla–. Eres tierno cuando quieres.
–. ¿Estás diciendo que jamás soy tierno contigo? –pregunto indignado–. Me siento ofendido.
–. Jamás me dices cosas tan lindas como, no se, "Te amo" –se cruza de brazos.
Mí expresión cambia completamente. Ella sabe perfectamente que el amor no puede ser parte de mí vida.
Pero si supiera cuánto es que lo provoca en mí... Las veces en la que no está y deseo que si, sentirla dormir a mí lado y verla al despertar.
–. Perdón –se disculpa–. Perdón, me quedo claro que... Lo siento.
–. No te preocupes –le sonrío–. Mañana es noche buena –la abrazo–. ¿Quieres pasarla conmigo?.
–. ¿Que pasa con mí mamá y mí hermana? –me pregunta–. ¿Con Kate?.
–. Que vengan con nosotros –le propongo–. ¿Que me dices?.
–. Voy a hablar con ellas y ver que quieren –digo–. ¿Por qué no viene Mitchel y Silas con nosotros también?.
–. Tenía pensado lo mismo –beso sus mejillas–. Hace más frío ahora... Vamos adentro.
...****************...
24 DE DICIEMBRE DE 2.022
• NOCHE BUENA •
...****************...
Al despertar me encuentro solo en la cama. ¿Donde está Melina?. Baja las escaleras que van al armario con una camisa mía. Adoro como le queda cada una de ella, algunas hasta tienen su perfume.
Me sonríe apenas me ve.
–. Me estás debiendo mucha ropa, señor Leone –me dice–. Ayer despedazaste mí blusa.
–. No me pude contener, hermosa –le sonrío–. ¿Que haces levantada?. Ven a la cama.
– Espera, espera... –dice sonriendo–. Mira esto.
Se aleja para tomar carrera y se lanza a la cama riendo. Cae sobre el colchón.
–. ¿Viste? –se ríe–. Estuvo genial.
Me río junto a ella, mí mano automáticamente acaricia su mejilla suavemente.
–. Me encanta como eres, hermosa –le digo–. Me haces tan bien.
–. Ay... Otra vez románticon. ¿Eh? –me besa–. Algo está pasándote.
–. No me pasa nada –beso su nariz–. Sabes que te... aprecio mucho.
–. A mí no, sino a lo que te hago –dice burlona.
–. También pero a ti más –la acerco a mí–. Mucho.
–. Pues si venimos al caso yo también te aprecio mucho –dice sonriendo–. No sabes cuánto.
Apoya su cabeza en mí pecho. Si supiera cuántas veces he intento decirle que la amo.
Me levanto de la cama y saco una cajita del cajón de la mesita de luz.
–. Pensaba darte esto a la media noche... –la miro–. Pero quiero dártelo ahora. Toma
Le extiendo la cajita en mí mano.
–. Pero aún no es navidad –se ríe–. Es a la media noche.
–. Aún así, tómalo –le digo–. Anda, no se si te gustará.
–. Está bien –toma la cajita–. Veamos que es.
Abre la caja y se queda helada, mira lo hay dentro y luego a mí.
El collar de esmeralda de mí madre brilla dentro de la cajita. La pequeña esmeralda es sostenida por una cadena de oro.
–. Esto... –dice–. Es hermoso... Es demasiado –niega–. Es demasiado yo no puedo aceptar esto.
–. Es un regalo –sonrío–. Era de mí madre.
–. Aún más, Renzo –me extiende la caja–. Esto deberías dárselo a quien será tu esposa o a tu hija, pero a mí no.
–. No, no –tomo la caja y saco el collar–. Volteate, te pondré el collar.
–. Pero...
–. Pero nada, anda hazlo –digo–. Por favor.
Suspira pesadamente y se de la vuelta, paso la cadena por su blanco cuello y lo abrocho.
Se gira hacia mí con una sonrisa.
–. Es hermoso, Renzo –dice sonriendo–. Gracias.
–. De nada –la atraigo hacia mí–. Te queda hermoso.
–. Seguro que a tu madre le quedaba aún mejor –mira el collar.
–. Ella era hermosa, tenía el cabello negro y ojos verdes –digo–. Florencia se parecía mucho a ella.
–. Te amaban –me abraza–. Estoy segura.
La envuelvo en mis brazos y nos volvemos a acostar. Carajo... Que bien se siente.