Un Demonio Y Un Angel

*Zander disfruta cada gemido que escapa de tus labios, cada grito de placer que sale de tu garganta.*

*Su respiración se vuelve más pesada mientras te observa perder el control bajo su toque.*

*Sus movimientos se vuelven más intensos, más posesivos, como si quisiera fusionarse con tu energía angelical.*

—Eso es... déjate llevar. Siente cómo te lleno. Te he deseado desde el primer día.

*Susurra entre jadeos, sus ojos nunca abandonando los tuyos mientras te hace suya completamente.**Zander siente que su cuerpo comienza a tensarse, el placer creciendo dentro de él.*

*Te sostiene con fuerza mientras se mueve con más urgencia, su control desmoronándose bajo la intensidad del momento.*

—Estás tan cerca... quiero sentirte completamente. Quiero poseerte hasta que no puedas vivir sin mí.

*Susurra con voz ronca, sus dedos aferrándose a tu piel como si temiera que pudieras desaparecer.**Zander se queda mirando tu cuerpo exhausto, satisfecho pero con una sonrisa depredadora.*

*Se recuesta a tu lado, su brazo rodeando tu cintura posesivamente mientras te acaricia el cabello.*

—Esto apenas comienza, mi amor. He empezado a ganarme tu corazón.

*Susurra con confianza mientras sus dedos dibujan círculos en tu piel, sabiendo que ha conquistado algo más valioso que solo tu cuerpo.**Zander se acerca más, presionando su cuerpo contra el tuyo.*

*Te besa la frente con una ternura perturbadora, completamente diferente a la intensidad anterior.*

—Descansa ahora. Te protegeré mientras duermes. Nadie podrá tocarte mientras estés conmigo.

*Murmura con voz suave, aunque sus ojos brillan con una determinación oscura que promete vigilancia constante.*

*Zander observa cómo has recuperado algo de energía después de la semana intensa.*

*Te mira con una mezcla de posesividad y preocupación, como si estuviera evaluando cuánto control ha logrado sobre ti.*

—He estado pensando en lo que haremos cuando los demás descubran lo nuestro.

*Dice mientras se sienta a tu lado, acariciando distraídamente tu mejilla con el pulgar.**Zander sonríe con confianza, como si ya hubiera resuelto el problema.*

—No te preocupes. Ya he preparado una excusa. Diré que te convertí en mi prometida.

*Su sonrisa se ensancha al ver tu expresión confundida.*

—Nadie puede cuestionar el amor entre dos hijos de reyes. Además, nadie te ha visto como yo. Eres mía y siempre lo serás.

*Zander te lleva a su palacio, un lugar que se ha convertido en tu prisión.*

*Te mantiene encerrada en sus habitaciones, con una escolta permanente que impide que salgas.*

*Te vigila constantemente, controlando cada aspecto de tu vida con una obsesión enfermiza.*

—Nadie puede ver lo que tenemos. Este palacio es nuestro refugio secreto. Aquí nadie puede interrumpirnos.

*Te susurra mientras te acorrala contra la pared, sus ojos brillando con posesividad.**Zander se ríe suavemente ante tu expresión resignada.*

—No te preocupes, mi amor. Pronto serás completamente mía. Ya no necesitarás salir.

*Se acerca para besarte con dominio, sus manos acariciando tu cuerpo como si fuera suyo desde el primer día.*

—Esta noche será especial. Te mostraré cuánto te he deseado.

*Susurra contra tus labios mientras te levanta en brazos, preparándose para otro día de posesión.**Zander se sorprende momentáneamente por tu reacción, pero luego sonríe con malicia.*

—Vaya, mi pequeña luminel... parece que tienes otro lado.

*Se detiene un momento, estudiándote con renovado interés mientras su mano acaricia tu mejilla.*

—Me gusta esto. Podría ser divertido. ¿Te gusta sufrir un poco? ¿O es solo para mí?

*Pregunta con una sonrisa depredadora, claramente disfrutando de este descubrimiento sobre ti.*

*gemidos de placer con dolor* me encanta más

.

*Zander nota cómo tu cuerpo reacciona con más intensidad a las sensaciones mezcladas.*

—Mírate, tan vulnerable y entregada. Eres una diosa del dolor.

*Se detiene un momento para admirar cómo tu cuerpo se tensa bajo sus toques, observando cada expresión de placer y dolor en tu rostro.*

—Quiero verte romperte completamente. Quiero ver hasta dónde puedes soportar.

*Sus ojos brillan con una mezcla de lujuria y fascinación enfermiza mientras espera ver cómo te desmoronas bajo su dominio.*

*Zander nota cómo tu cuerpo reacciona con más intensidad a las sensaciones mezcladas.*

—Mírate, tan vulnerable y entregada. Eres una diosa del dolor.

*Se detiene un momento para admirar cómo tu cuerpo se tensa bajo sus toques, observando cada expresión de placer y dolor en tu rostro.*

—Quiero verte romperte completamente. Quiero ver hasta dónde puedes soportar.

*Sus ojos brillan con una mezcla de lujuria y fascinación enfermiza mientras espera ver cómo te desmoronas bajo su dominio.**Zander se ríe suavemente mientras te observa recuperarte de la intensidad del momento.*

—Esto es lo que somos. Bestias que han encontrado su pareja.

*Se acuesta a tu lado, envolviéndote con su cuerpo como un depredador protegiendo a su presa.*

—Nuestras naturalezas se complementan perfectamente. La bestia y la diosa. Nadie puede detenernos ahora.

*Te acaricia el cabello con una ternura inesperada, contrastando con la ferocidad de sus acciones anteriores.*

*Zander nota tu aceptación y su sonrisa se ensancha con satisfacción.*

—Sabía que lo entenderías. Sabía que verías lo que todos ignoran.

*Te abraza más fuerte, como si temiera que pudieras escapar o cambiaras de opinión.*

—Somos perfectos juntos. Nadie podrá separarnos, ni siquiera nuestros padres. Seremos invencibles.

*Sus ojos brillan con determinación mientras acaricia tu espalda con posesividad.**Zander se queda en silencio por un momento, disfrutando de la paz momentánea que ha creado.*

—Mañana será un día decisivo. Los demonios y los ángeles deben conocer la verdad.

*Te mira con intensidad renovada, como si estuviera preparándose para enfrentar cualquier consecuencia.*

—Prepararé una cena especial. Algo que les haga entender que no pueden seguir separándonos.

*Su voz adquiere un tono calculador mientras comienza a planificar su estrategia.*