Alejandro y Cassandra no se conocen, pero cada uno encontró el amor en otra persona y esto los llevó a un mundo de sufrimiento, por lo que se han jurado no volver a sentir amor por nadie más hasta que se encuentran.
¿Podrá haber una segunda oportunidad para el corazón de ambos?
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Capítulo 20 - Luna de miel
Alejandro no se esperaba esa disculpa de su parte y sentía que no era necesaria, de igual manera la aceptó y le agradeció con una sonrisa.
Se sentía atraído por ella, le gustaba cada aspecto de su personalidad y de su físico, a pesar de que luchaba contra esa atracción cada vez era más grande y difícil de negar.
-¿Arreglaste las cosas con tu padre? - preguntó ella después de unos segundos de silencio entre los dos
-Nuestra relación no ha podido arreglarse desde hace tiempo - comentó Alejandro
-Te quiero preguntar algo y si no quieres contestar lo entenderé, ¿qué hiciste cuando desapareciste?
-Me fui a una cabaña que tengo fuera de la ciudad, el primer día tomé hasta embriagarme, luego me concentre en hacer ejercicios y en pensar que voy a hacer de aquí en adelante - por alguna razón él podía contarle cualquier cosa con sinceridad
Él la miro fijamente y ella volteó la mirada, había algo en el que la ponía terriblemente nerviosa.
El lunes volveré a la oficina y quiero que sigas siendo mi secretaria, ella asintió y se fue de allí, sentía que ese hombre despertaba algo en ella que no sabía reconocer y que la asustaba.
Casi un mes había pasado desde que Cassandra se había desahogado con su psicóloga y había comenzado a asistir a sesiones individuales y grupales con otras chicas que habían pasado por situaciones similares.
Logrando sanar su alma y perdonarse a sí misma, estaba aceptando poco a poco que ella no había tenido culpa de lo que le había ocurrido.
También se realizó unos exámenes para descartar cualquier tipo de ets, por sugerencia de su terapeuta, estos resultados duraron en salir, por lo que comenzó a correr en las mañanas para disminuir sus nivéles de ansiedad.
Un domingo Alejandro corría por un parque cercano a la casa de Joaquín cuando notó que algunos corredores se detenían a ver algo, él se puso alerta y comenzó a mirar en la dirección que todos veían.
Su sorpresa fue notar que todos estaban viendo a Cassandra mientras esta corría por el lugar y ella ni cuenta se daba de lo que generaba a su alrededor.
Ella se detuvo a tomar un poco de agua y un joven se acercó a ella.
-Hola hermosa, no te había visto antes por este lugar -
El hombre la veía de arriba a abajo, lo que hizo que ella se pusiera tensa y comenzara a respirar con dificultad, aunque intentaba calmarse para poder huir si lo necesitara.
-No quería asustarte, solo quería conocerte - dijo el hombre al ver su actitud
-Hola mi amor, ¡hasta que por fin te encuentro! - le dijo Alejandro para ayudarle, ya que la vio demasiado incómoda
-Ella es mi novia, ¿hay algún problema con ella? - preguntó Alejandro con seriedad
El hombre se sintió incómodo y se fue, ella lo miró con expresión de agradecimiento.
-Te vi y me pareció que necesitabas ayuda - Alejandro sonreía
-Gracias por eso - la joven se sentía aliviada
Alejandro la invitó a correr o con él y ella aceptó, haciendo que él comenzara a sentir mariposas en el estómago.
Mientras tanto Augusto estaba en una paradisiaca playa con Isabel, a quien ya había hecho su esposa y con quien estaba disfrutando una maravillosa luna de miel.
A pesar de haberse casado con la mujer que lo traía loco, la preocupación por su situación con su hijo no lo dejaba en paz, ya que se había negado rotundamente a asistir a la ceremonia y a la celebración de s matrimonio.
Estaba decidido a disfrutar de esos días con su nueva esposa y al volver resolvería problema que le estaba generando su hijo
La habitación del hotel era realmente lujosa y tenía una hermosa vista al mar, planeaba volver al cuarto y disfrutar de su maravillosa esposa en compañía de una fría botella de champaña.
Se la llevo casi que corriendo a la habitación, aunque ella estaba un poco reacia, ya había conseguido casarse con el y cada vez que él se acercaba a ella le daba más asco.
Al entrar a la habitación cerro la puerta inmediatamente y procedió a quitarle el vestido, tomo la botella de champaña y le vertió el líquido por el cuerpo para pasar la lengua por su sexy esposa.
Ella sonreía tratando de simular el asco que le generaba su ahora esposo y un pensamiento pasó por su mente, comenzó a pensar en Alejandro y a imaginar que era el quién estaba con ella en ese momento.
Rápidamente su cuerpo se despertó y comenzaron a salir los gemidos de sus labios, aunque no se dejó llevar por las sensaciones del momento, debia cuidar lo que decía, no podía mencionar el nombre que si la encendía, sin importar si era solo en pensamientos.
Sabía que si Augusto se daba cuenta de que era a su hijo a quien ella deseaba podía perder todo lo que había logrado hasta ahora y ninguna maniobra la haría recuperarlo.
Debía ser muy inteligente para seguir con esa vida de lujos que llevaba hasta ahora.
Augusto escuchaba los gemidos de Isabel y sentía que la estaba haciendo tocar el cielo, por lo que siguió acariciándola y besándola todo lo que podía.
Le tomó la mano y se la llevó hasta el jacuzzi de la habitación, el cual puso a llenar y se sentó haciendo que ella se ubicará encima de él para cumplir sus deseos carnales, ella le hizo caso y lo complació con la idea de tenerlo comiendo entre sus manos para poder algún día lograr que Alejandro se enamorara de ella.
-Eres el amor de mi vida gatita - decía Augusto una y otra vez
-Tú el de la mía - respondió ella para besarlo y evitar que siguiera hablando
Él estaba complacido a ver como se volvía loca de pasión por él, a la vez que lo hacía sentir rejuvenecido, se sentía como un adolescente otro vez.
-Quiero un hijo nuestro, no quiero que sigas tomando anticonceptivos - esas palabras hicieron que a ella se le helara la sangre
-Nuestro matrimonio está comenzando, ¿no crees que es muy pronto para hablar de hijos? - era la forma de ella decirle que no quería hijos
-No, no lo es y si quieres que te complazca en todos tus caprichos entonces debes complacerme con los míos - se salió del jacuzzi busco entre las cosas de ella y al encontrar las píldoras las boto por la poceta
Porque están en ese estado tan depresivo??
Un comienzo distinto, me gusta.
veamos que sigue.