Cambiando El Final

Horas después los mercenarios aún seguían buscando a Shadow y a Nick, sus cuerpos aun no habían sido encontrados por lo que hay una gran posibilidad de que aun estén vivos, el problema es que la zona que hay bajo el acantilado es muy extensa siendo este un inmenso bosque por donde pasa uno de los ríos más grandes del continente.

Lejos de donde se encontraban los mercenarios buscando a Shadow y a Nick, estaba el grupo de búsqueda y rescate dirigido por Leo, el personalmente quería ser quien dirigiera la misión. Cuando se fue de la sede de la MFA, Kaya le informó que Valery estaba estable, pero que si aún no despierta es porque está débil, perdió mucha sangre y energía debido al vínculo que tiene con Rebecca.

《Espero que ese tonto pueda ayudarla, o si no ella estará en serios problemas, su vida podría correr peligro. Valery espero que no me mates después de que pase todo esto》

Leo es sacado de sus pensamientos cuando una de las chicas del equipo de búsqueda le informa que más hacia el sur encontraron rastros de huellas, pero que no son de Rebecca, por lo que debían de ser de los mercenarios que la atacaron. Leo divide el equipo de búsqueda en dos, una parte irá con Lyla hacia el sur a investigar si realmente son los que atacaron a Rebecca, y de ser así capturarlos vivos, para sacarles información. Mientras que la otra parte irá con Leo hacia el norte para seguir buscando pistas sobre Rebecca.

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En la sede de la MFA se encontraba Valery inconsciente, sumida en un profundo sueño, Kaya estaba a su lado cuidándola, para ella no era raro ver a Valery en este estado solo que esta vez era peor. Su piel morena estaba pálida, sus mejillas habían perdido el color y sus labios rosas estaban blancos, su estado era deplorable.

– Lady Valery – toma su mano entre las suyas – si no fuera tan terca, no le pasaría esto –

– Sabes que ella nunca va a cambiar – habla alguien entre las sombras – prefiere mil veces esto a la otra solución

– Entonces espero que ella no nos mate por lo que vamos a hacer – suspira mirando hacia aquella sombra – y ojalá entienda que lo que estamos haciendo es por su bien –

– Dudo que ella lo vea así, pero si esto la salva será mejor para ella – se queda unos segundo en silencio – debo irme, tengo cosas que hacer – se da la vuelta y dice antes de marcharse – Dentro de poco todo esto acabará –

Kaya vuelve a quedarse sola en la habitación junto a Valery quien cada vez le es más difícil respirar, Kaya se sobre alarma y deja a Valery unos segundos para ir a por su medicina, lo único que la mantiene estable hasta el momento. Al volver observa como de nuevo empieza a salir sangre por su nariz, y empieza a convulsionar enseguida le da la medicina y usa un hechizo para detener las convulsiones, esto le dará el tiempo suficiente hasta que traigan a esa persona hasta la sede.

– Apresúrate Mari – mira hacia la ventana y luego hacia Valery – dentro de poco comenzará –

Kaya sigue mantenido el hechizo hasta que Mari vuelva, ella es la única esperanza para que Valery sobreviva esa noche.

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En el imperio Ashar en los aposentos del primer príncipe este se encontraba inquieto, dando vueltas de un lado para otro. Hace más de seis horas que mando a capturar a Shadow, pero aún no recibía noticias de su grupo de mercenarios. Y lo único que se le pasaba por la mente es que todos ellos estén muertos, al igual que los otros grupos que ha mandado a capturarla a lo largo de estos seis meses. Y es que el primer príncipe se obsesionó con tener a Shadow para él, desde que ella había rechazado ayudarlo a conseguir el trono, solo había una mujer que lo había rechazado una vez y fue Rebecca, y cuando Shadow rechazo ayudarlo, le recordó a Rebecca, y por eso la quiere para él.

Él quiere vengarse de ella, pero ninguno de los grupos de mercenarios que ha mandado a por ella han tenido éxito, y lo único que ha conseguido es perder mucho dinero, y que de vez en cuando se encuentre en su habitación la cabeza de uno o dos de esos mercenarios.

– Espero que esos imbéciles hagan bien su trabajo – se detiene en medio de la habitación – o si no – de sus manos aparece una llama azul oscuro – los quemaré hasta la muerte – lanza una bola de fuego hacia una estantería de libros – Shadow debes ser mía – se relame los labios, casi como si pudiera saborear algo – te haré mía de todas las formas posibles, a mí nadie me dice que no –

El primer príncipe empieza a reírse como un desquiciado, mientas observa como la estantería de libros es consumida por el fuego de sus llamas. De la habitación del príncipe sale una pequeña mariposa de color dorado, que se dirige hacia la zona de invitados, allí, vuela hasta uno de los balcones, y se posa en la mano de un joven rubia.

– Ese pobre príncipe cada vez está más loco – acaricia delicadamente las alas de la mariposa – pero pronto esa escoria caerá, lástima que yo no seré quien le del golpe final – acerca la mariposa a sus labios y la besa – vuela pequeña y llévale mi mensaje –

La rubia se queda observando como la mariposa desaparece entre la oscuridad de la noche y entra a su habitación, donde de las sombras sale una persona, ella era Amara la doncella de confianza de Alicia.

– Mi Lady – hace una reverencia – la orden de iniciar el segundo paso de la misión ya nos fue dada – se acerca a ella y le entrega una pequeña bolsa – aquí está lo que me pidió –

– Bien Amaya – le entrega un brazalete de oro y rubí – dentro de una semana me casaré, pero antes de eso me desare de algunas ratas en este palacio – mira hacia la ventana y estalla en carcajadas, mientras sus ojos amatistas, brillaban con un hilo de locura – los mataré a todos y cobraré mi venganza, pagarán por lo que me hicieron en mi primera vida – se lleva la mano a donde inicia la marca en su cuello –

Amaya se retira de la habitación al ver a su señora comenzar a llorar. Y es que Alicia es una reencarnada, al igual que Rebecca, solo que ella simplemente retrocedió en el tiempo. En su primera vida, ella era una princesa dulce e ingenua, que no sabía nada sobre la magia ni sobre el arte de la espada, solo se dedicaba como toda señorita de su edad, a ir a fiestas de té, gastar dinero en vestidos y ser educada para obtener un buen matrimonio.

Alicia siempre fue muy amada por sus padres, siempre el dieron todo, pero ella nunca supo apreciar ese cariño. Fue así que en un baile organizado aquí en el palacio del imperio Ashar que conoció a Nicolai, que en aquel entonces ya llevaba seis años de haber sido nombrado emperador y estaba casado con la emperatriz Rebecca. Ella quedó perdidamente enamora de él, así que el pedio a su padre que la hiciera ingresar al palacio como concubina, su padre se negó, pero ella le insistió tanto que al final acepto.

Y así fue como comenzó su desgracia, Nicolai mostraba al principio interés en ella, pero solo la estaba manipulando, fue así como, ella lo ayudo a conquistar su propio reino, ella le entregó todo su ser a Nicolai, pero el solo se lo pagó usándola y matando a toda su familia delante de ella, y todo por darle el reino de Nimf como regalo a su amada concubina Lía. Después de que Alicia dejó de serle de utilidad a Nicolai, cayó a merced de las otras concubinas, fue torturada y humillada por cada una de ellas, principalmente por Lía y Mayari, quien era su hermana mayor, Alicia terminó muriendo al final por uno de los castigos impuestos por Lía, donde recibió cincuenta azotes en la espalda por un crimen que no cometió, al estar enferma y desnutrida debido a los otros castigos impuestos por ella, Alicia murió lentamente de dolor, pero en sus últimos momentos de vida, lamento y maldijo a sí misma por lo estúpida que fue, así fue que ella murió.

Y cuando volvió a abrir sus ojos no se lo creyó, tenía 17 años, estaba viva al igual que sus padres, y tenía una opinión de tomar venganza, fue así como entró y se hizo fuerte desarrollando su magia y volviéndose una de las mejores guerreras de su reino. Pero al cabo de unos meses comenzó a sentir dolores en su cuello y pecho, y fue que se dio cuenta de la marca, una marca que era una maldición, como castigo por haber provocado la muerte de sus padres y la caída de su reino en su primera vida.

Alicia estaba en el suelo llorando desconsolada por haber recordado todo lo de su primera vida, aún para ella seguía siendo muy doloroso, se llevó la mano a donde tenía la marca.

– Ya me deshice de Mayari y tomé venganza por lo que me hizo, ahora solo faltas tu Lía – su mirada se oscureció levemente – te mataré de la peor forma posible, y después de eso podré vivir tranquila – esbozo una pequeña sonrisa – y todo gracias a ti –

Alicia se paró del suelo y se secó las lágrimas, ya estaba a solo unos pasos de conseguir su venganza.

Al otro día en el palacio se oyó el grito de horror que provenía de la habitación de la concubina Lía, todos estaban asustados y corrieron enseguida hasta su habitación, incluida Alicia. Al llegar todos se sorprenden de ver a Lía, ella estaba cubierta de sangre en la parte baja de su camisón, y lloraba desconsolada en el suelo.

– Mi bebe – se tocaba la parte inferior de su camisón – no, no, mi bebé ha muerto – rompió en llanto

Todos veían con pena a la pobre de Lía, que no paraba de llorar. Alicia se acerca ella, llevaba un pañuelo en la mano, y aún estaba vestida en ropa de dormir.

– Lady Lía – pone una expresión de tristeza – lamento su pérdida – le extiende la mano con el pañuelo – mis más sentidas condolencias –

Lía la miro fijamente para luego empujarla haciendo que Alicia se golpeara la espalda contra un mueble, causando conmoción entre todos los presentes.

– FUE TÚ CULPA – se abalanza sobre Alicia intentando golpearla – TÚ MATASTE A MI BEBE –

– Por favor Lady Lía – Alicia comenzó a llorar cubriéndose de los golpes de Lía – pare por favor, yo no tengo la culpa – siguió llorando

Los sirvientes apartaron a Lía de Alicia, quien tenía una expresión, triste y aún estaba llorando, mientras que Lía aún seguía forcejeando con los sirvientes para abalanzarse sobre ella, seguía gritando que fue culpa de Alicia. Al final el primer príncipe llegó y al ver a Alicia golpeada y a Lía manchada de sangre corrió hacia Lía para ver como estaba ignorando a Alicia, quien aprovecho la situación y comenzó a llorar más fuerte. El primer príncipe creyó que fue Alicia quien tuvo la culpa de lo sucedido y la mando a castigar.

Los dos días siguientes solo se hablaba en toda la capital como el primer príncipe acusó falsamente a su prometida y la mando a castigar por algo que no hizo, y como a la concubina Lía no le hizo nada por haber agredido a Alicia. Esto llegó a oídos del emperador, quien mandó a castigar al primer príncipe y a la concubina, recibiendo cada una veinte azotes.

Alicia escuchaba las noticias que le estaba dando Amaya mientras ella solo sonreía.

– Esto es solo el comienzo par de escorias – sonrió diabólicamente – solo es el comienzo –