Renací En La Villana De La Historia

......... Narrador........

En la mansión del marqués, se encontraba Katerina con hablando con su padre en el despacho.

- padre, tienes que creerme, esa mujer es una bruja.- dijo Katerina molesta, llevaba media hora tratando de que su padre le creyera.

- Katerina, ya te dije que hace siglos las brujas no existen, así que deja eso, ya mande a desaparecerla, espero que pronto me traigan buenas noticias, tu solo debes tratar de meterte en la cama del emperador, no importa como, entendiste. - dijo el marqués ya cansado de la insistencia de su hija.

- esta bien padre.- dijo mientras salía de la oficina, estaba molesta, su padre no le creía, solo esperaba que lo que haya mandado a hacer su padre funcione.

En su habitación, Katerina ordenaba a su doncella buscar el mejor de sus vestidos, mañana iría al palacio a ver a él emperador, tenía que volver a hacerse cercana a él.

( HACE 13 AÑOS)

Katerina estaba sentada en un pequeño jardín del palacio, su padre estaba reunido con el emperador, mientras ella esperaba tranquila, después de veinte minutos, vio pasar por el otro lado del jardín a un niño un poco mayor que ella, el niño, al percatarse de que había alguien allí desvío su camino hasta ella, la niña, el verlo llegar, saludo con alegría.

- hola, buenos días, soy Katerina, y tu? - dijo alegre de tener compañía, pues ta se encontraba aburrida.

- soy Adam, mucho gusto. - dijo el niño también con una sonrisa, pocos eran aquellos que no conocían su rostro, pero estaba feliz de que no lo trataran como el heredero.

- gustas acompañarme, mi padre esta ocupado y estoy aburrida de esperar. - dijo la niña con esperanza.

- por supuesto, dime, tu padre pertenece a la Corte?

- si, está reunido con el emperador, yo siempre lo espero aquí, pero es aburrido. - dijo la niña con cara triste.

- no te preocupes, cuando pueda tratare de hacerte compañía. - dijo el niño con determinación.

Después de estar conversando por varios minutos llegó el padre de la niña. Para llevársela, pero al ver al príncipe, ideó un plan en su cabeza.

- majestad, es un gusto verlo, no sabía que era cercano a mi hija. - dijo con una sonrisa maliciosa.

Ante estas palabras, Katerina quedo sorprendida, todo ese tiempo estuvo hablando con el príncipe, y no había mostrado ni un poco del respeto que le enseñaron que debía tener con la familia imperial.

- es un gusto verlo marqués Rodolf, solo le hacia compañía a su hija mientras esperaba por usted, me despido, señorita, espero verla más seguido. - dijo Adam mientras se retiraba.

Katerina solo supo hacer una reverencia para despedirse, pero se podía notar su cara completamente roja.

- espero que te hallas comportado bien en presencia del príncipe. - dijo su padre.

- si padre.

Desde ese día, cada vez que el marqués iba a palacio, llevaba a Katerina para que se encontrará con el príncipe, todos en el palacio notaron que se llevaban bien. Después del asesinato de los emperadores, Katerina era el soporte para que Adam no se derrumbara, incluso Adam llegó a pensar en pedirle matrimonio, después de convertirse en emperador, pero un día, Adam escucho una conversación de Katerina y su padre.

- hija, si quieres ser emperatriz debes esforzarte. Es necesario que llegues al trono, así nuestra familia tendrá el poder, después veremos como deshacernos del príncipe. - dijo mientras reía burlonamente.

- no te preocupes padre, tengo al emperador comiendo de mi mano, estoy segura que pronto me pedirá matrimonio, lo escuche mandar a buscar al joyero real, pronto todo será nuestro. - dijo mientras reía.

Esto le dolió a Adam, y se juro a si mismo no volver a confiar en una mujer. Después de esa conversación, siempre que Katerina iba a buscarlo al palacio, decía estar ocupado, y con el tiempo, nunca más volvió a hablarle, por mucho que ella siempre lo buscará, siempre era hecha de lado, Katerina seguía visitando el palacio, y en las fiestas y reuniones siempre aseguraba que sería la futura emperatriz.

                         ACTUALIDAD

Mientras Katerina pensaba en un plan, en el palacio de la emperatriz, cuatro hombres vestidos de negro y con capucha entraban en la habitación de Ashley, Ashley, fingía qué dormía, mientras Alfa se encontraba en la sala de visitas, esperando por si Ashley lo necesitaba, ella ya había visto a los asesinos por el balcón. Pero fingió no verlos ya que eso la ayudaría a liberar la magia que tenía acumulada.

Mientras los encapuchados rodeaban la cama, no se dieron cuenta del humo negro que los envolvía, al quitar las colchas de la cama, vieron que estaba vacía, mientras una risa escalofriante resonaba en la habitación.

- así que ya mandaron a matarme, al parecer algunos si notaron que spy una amenaza para sus planes, lastima que esto no funcionará. -

Dijo Ashley mientras hacía salir sus tentáculos y los enroscaba por el cuerpo de los asesinos, apretó hasta asfixiar a tres de ellos mientras estos la miraban aterrorizados, y con más tentáculos inmovilizaba al último.

- dime quien te envió, y no serás comida para lobo. - dijo mientras Alfa entraba, en poco tiempo ya había triplicado su tamaño.

- pp por favor, no me mate, fue en marqués Rodolf, quería que la matáramos para que su hija ocupará su lugar. - dijo temblando.

- muy bien, gracias a eso tendrás una muerte rápida. - dijo Ashley mientras creaba una gran bola de oscuridad qué se trago a los cuatro asesinos, para después cambiarse de ropa y acostarse a dormir, después se encargaría de ese marqués.