En los misteriosos bosques del Imperio de Thaloria, Zaida despierta en un carruaje, sin memoria y rodeada de desconocidos. Pronto se encuentra en medio de una lucha por la libertad liderada por la valiente princesa Ariadne y sus caballeros.
Pero su destino toma un giro inesperado cuando Zaida encuentra un misterioso collar y libera a Anika, una poderosa bestia divina encerrada en su interior. A medida que la relación entre Zaida y Anika se desarrolla, enfrentarán desafíos y complicaciones, mientras Anika se convierte en una fiel sirviente de Zaida.
Mientras descubre oscuros secretos y poderes ocultos, Zaida atrae la atención de varios príncipes del reino, cada uno con sus propios intereses y motivaciones.
Nota: está es una historia que salió de mi cabeza xd, pero probablemente sufra modificaciones, aún cuando ya esté publicado (es que soy mujer y no sé lo que quiero jajaja) que la disfruten :)
Extra: Contiene imagenes para una mejor imaginación :3
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CAPITULO 19 - El Vínculo Inquebrantable
Al día siguiente, los soldados de Cassian llegaron al palacio de William, quien no tuvo más opción que dejarlos pasar. Rowan se enteró de esta intrusión y se enfureció al escuchar la noticia.
Indes, presente en la conversación, respondió con calma - Así es, su alteza. Cassian trajo guardias al palacio del Príncipe William -.
La ira de Rowan creció ante esta revelación. Dirigiéndose a Indes, le preguntó con furia - ¿Ya te has deshecho de esa doncella? -
Indes admitió que no había podido hacerlo aún, pero aseguró que lo haría sin falta. Rowan, perdiendo la paciencia, agarró a Indes por los pelos y le exigió que lo hiciera de inmediato.
- ¡Entonces hazlo ya! - le espetó Rowan con dureza.
El tío de Rowan, que estaba presente en la habitación, intervino en la conversación. Le sugirió a Rowan que, en lugar de deshacerse de Zaida y levantar más sospechas, sería más conveniente que Indes robara el mapa. Rowan, confundido por esta propuesta, preguntó por qué debería suceder eso.
El tío de Rowan explicó que si Indes obtenia el mapa del palacio, podría acceder a él sin problemas , ya que forma parte del palacio. De esta manera, sería mucho más fácil para ella infiltrarse en el palacio y llevar a cabo sus planes.
Rowan reflexionó sobre esta idea, comprendiendo la lógica detrás de ella. Sin embargo, aún dudaba de confiar en Indes con semejante responsabilidad.
Rowan lo pensó un poco, al final accedió, a lo que el duque se acercó a Indes entregándole el plano del palacio de William. Después le susurró al oído, - Es mejor que lo hagas bien. De lo contrario, tu hermana pagará el precio. - Indes asintió con seriedad y, sin perder tiempo, hizo una reverencia de rodillas, prometiendo cumplir con su tarea sin fallar.
...***...
Zaida, que estaba en cama, se dio cuenta de que ya no tenía signos de que alguna vez había tenido quemaduras, asombrada al ver que sus heridas habían desaparecido, tomó un espejo y examinó su rostro con detenimiento. Anika, quien había estado descansando en forma de tigre a un lado de la cama, se transformó en su forma humana y se acercó a ella ya que Zaida la había llenado.
- ¿Cómo es posible que ya no tenga cicatrices? - preguntó Zaida, aún incrédula.
Anika le explicó con calma: - Te curé. Usé mi poder mágico para sanar sus heridas. -
Zaida notó el brazo de metal de Anika y frunció el ceño. - ¿Por qué llevas esa armadura? - inquirió, con una mezcla de curiosidad y desconfianza.
Anika vaciló por un momento antes de responder: - Es solo una precaución. A veces me pongo la armadura en los brazos para estar lista en caso de peligro.
Zaida no estaba convencida. Se levantó de la cama y se acercó a Anika, mirando su brazo metálico con determinación.
- Quítate la armadura - ordenó Zaida, con firmeza en su voz.
Anika dudó por un momento, pero finalmente accedió a regañadientes. Con un gesto de su mano, hizo desaparecer la armadura, revelando su brazo oscuro marcado por cicatrices y quemaduras, un testimonio silencioso de las heridas que había sufrido Zaida.
Zaida se tapó la boca con las manos, incapaz de creer lo que veía. Miró a Anika y comenzó a preguntarle por qué lo hizo. Anika guardó silencio ante la insistencia de Zaida, quien no se dio por vencida y continuó preguntando
- Dime por qué lo hiciste -, suplicó Zaida. Anika finalmente respondió, explicando que lo hizo porque Zaida iba a morir. Recordó las palabras del médico y cómo los latidos del corazón de Zaida se debilitaban cada vez más. Anika sabía que su ama estaba destinada a morir, y no podía permitirlo.
Zaida se sintió abrumada por la tristeza al escuchar esto. Abrazó a Anika con fuerza, compartiendo su dolor y su agradecimiento por el sacrificio que había hecho por ella. Prometió que no volvería a arriesgar su vida, incluso si se encontraba en peligro.
Recordó la regla fundamental, - No se supone que debes proteger tu propia existencia -. Anika se sorprendió al darse cuenta que recordaba las reglas, asintió en silencio, consciente de todas las leyes y reglas que dominaban su existencia.
"Cuarta Ley establece que un collar debe proteger su propia existencia, sin importarle que entren en conflicto con las leyes anteriores"
Juntas, se quedaron en silencio, compartiendo un momento de profunda conexión y gratitud.
Zaida acarició suavemente su cabeza, reconociendo su acto de amor y sacrificio. Anika, en respuesta, se transformó en un pequeño tigre bebé. A pesar de su apariencia adorable, la herida aún persistía en su pequeña patita. Zaida abrazó al pequeño tigre, sintiendo el calor reconfortante de su presencia. Anika se dejó querer, encontrando consuelo en el afecto de Zaida. Mientras tanto, Zaida comenzó a reírse al escuchar a Anika ronronear, encontrando alegría en el vínculo especial que compartían.