Yo Soy La Fea

AHORA TAMBIÉN NARRA EFRAÍN

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ELIZABETH

La reunión concluyó de la mejor manera, después de leer varias veces el contrato todos estaban contentos con el, firmaron los papeles necesarios. Se levantan juntos...

*Efraín se acerca a Sean*– Bueno, no hay nada que me moleste, señor Sean Carter

– Me alegro que eso suceda... –*dice Sean*

– Esperemos poder resolver este problema pronto y empezar un buen proyecto juntos durante los años que trabajemos –*dice Efraín*

– Bien... –*Sean me mira*– hasta que consigamos otra asistente para usted la señorita Keller nos ayudará a ambos

– Creo que nos llevaremos bien –*dice Efraín mirándome*

*Trago saliva*

– Bien, Elizabeth lleva al señor Victorino a su oficina –*dice Sean*

– ¿Yo...? –*pregunto nerviosa*

– Si, llévalo allá y de paso muéstrale nuestro piso, más tarde conocerá el resto de la empresa

– Bu... Bueno, lo haré

*Efraín se gira hacia uno de sus hombres*– Ghael tráeme las cosas de mí auto

– Si, señor –*este se va*

*Connor se acerca a mí*– Yo me encargo de todo aquí, junto a Lucy. Tu enséñale su oficina

– Gracias, Connor –*miro a Efraín nerviosa*– Por aquí, señor Victorino

– La sigo señorita –*me dice y salimos de la sala*

Camino delante de él enseñándole el piso donde trabajaremos juntos, siento su mirada en mí y claramente no está prestando atención a lo que le digo.

Llegamos hasta la puerta de su oficina donde está su nombre "Efraín Victorino CEO"...

– Aquí es... –*abro la puerta y entramos a su oficina*– Ojalá le guste

– Si, me gusta mucho, de verdad me gusta mucho

*Me giro hacia él*– Que bueno que le haya gustado su oficina

– No hablaba de la oficina, Elizabeth –*se acerca a mí*

*Empiezo a alejarme*– Señor Victorino... ¿Que...?

– La he buscado mucho tiempo y aquí estabas –*se acerca más con su mirada clavada en la mía*

*Choco contra la ventana*– Efraín... –*suspiro*

Se acerca tanto que siento su aroma, me vuelve loca, su mirada no se aleja de mí ni un instante y siento que mis piernas dejan de funcionar, el frío del ventanal pega contra mí espalda. Efraín coloca sus manos a ambos lado de mí rostro, está tan cerca que solo deseo besarlo...

*Se acerca a mí cuello y huele mí perfume*– No has cambiado de perfume

– ¿Lo recuerdas? –*cierro los ojos*

– Recuerdo todo de esa noche, Elizabeth. Tu perfume, el sabor de tus labios –*dice el volviendo a mis ojos*– Cómo recorrí tu suave piel con mis manos y con mí boca

– Dios, Efraín –*digo entre suspiros*

– Me vuelvo loco cuando dices mí nombre de esa manera... –*me mira intensamente*

– ¿Que... vas a hacer?

– Quiero que sepas que me estoy aguantando la inmensas ganas que tengo que ti

*Tocan la puerta*– ¿Efraín...? –*se escucha la voz de un hombre*

– El trabajo llama, me tengo que ir –*digo nerviosa alejándome de él*– Buenas tardes

EFRAÍN

Veo como se va rápidamente de la oficina, roja como tomate, con ella pase la mejor noche de mí vida y quiero seguir teniendolas con ella también. Ghael entra y me mira medio extraño. Me siento en mí sillón y miro el espacio en el que encuentro...

– Tu nueva oficina, amigo. ¿Te gusta? –*me pregunta*

– Si, tiene estilo. Me gusta

*Me sonríe picaron*– ¿Y la asistente de Sean Carter? ¿También te gusta?

– ¿Se me nota mucho? –*digo*– ¿Recuerdas hace dos años cuando llegamos aquí que te dije que no llegue a la fiesta porque se me rompió el auto

– ¿Si? ¿Por qué...?

*Suspiro*– En realidad me había ido a un club solo. Entonces conocí a Elizabeth, la chica. Pasamos la noche juntos

– ¡Vaya...! ¿Y...? –*me dice*

– La mejor noche de mí vida, amigo. Te juro que esa mujer me marco

– ¿Y piensas tener otra noche con ella? –*me mira picaron*

– No, no quiere tener una noche... quiero tener muchas más –*suspiro*

*Me mira extraño*– Apenas si la conoces. ¿Y te atreves a decir que estás enamorado de ella?

– ¿Acaso no se puede? –*digo*– Y yo que me negaba a venir aquí

– Mmmhh... ¿Destino, casualidad o suerte? –*dice Ghael*– Bueno tu madre se volverá loca cuando se entere que te enamoraste, la querrá conocer apenas se entere

*Me río*– Tienes razón, pero antes tengo que conquistarla

– ¿Cómo piensas hacer eso, Efraín?

– Aún no tengo la menor idea, pero encontraré la forma, ya lo verás –*digo y me apoyo en el respaldo del sillón*

ELIZABETH

Regreso a mí apartamento aún con mí corazón latiendo a toda velocidad, en mí cabeza no hay nada está nadie más que Efraín, sus ojos, su olor, su cuerpo... ¡TODO!.

Helena vino a casa con Connor, nosotras estamos cocinando, ella me habla pero la verdad es que no presto atención en lo absoluto...

*Me mira riendo*– ¿Que me dices, Lizy?

– Si, estoy de acuerdo... –*me giro y se me cae el plato rompiéndose*– ¡Señor...!

– ¡Lizy! ¿Estás bien, hermana? –*se acerca a ayudarme*

– Estoy bien, estoy bien, no te preocupes –*me agachó a levantar el vidrio*

– ¿Segura, Lizy? –*se agacha a ayudarme*– te ves rara

– Si, estoy bien

La verdad es que no estoy prestando atención en nada, solo pienso en Efraín y mí cuerpo entra enseguida en calor como hace dos años. Durante toda la cena hablamos sin la verdad darle importancia. Después de una hora Connor se va y quedamos solas con mí hermana. Me pongo a juntar los platos e irnos a lavar...

– Deja eso y mírame –*dice Helena*– ¿Que rayos está pasando contigo?

– Nada, Helena. ¿Por qué? –*pregunto intentado mentir*

*Se cruza de brazos*– A mí no me puedes mentir, Lizy. Ahora dime

*Suspiro*– Helena, yo... estuve con un hombre una noche

– ¿¡Que!? ¿¡COMO!? ¿¡POR QUÉ NO ME DIJISTE!? –*me dice*

– No no, escucha no fue reciente. Hace dos años masó menos –*le digo mirando mis manos*

– ¿Cómo? ¿Cuando tuviste tiempo de estar con él? ¡No me digas que fue Sean?

*La miro*– ¡NO! ¡JAMÁS!. Hace dos años salimos Jane, tu y yo, a un club donde nos esperaban los chicos, ¿recuerdas?

*Mira al techo*– Aamm.... Si, si, creo que si

– Bueno, les dije que me había ido a casa de una chica porque me sentí, ¿recuerdas?

– ¡Oh! ¡Si, claro, esa vez!...

– No me fui a casa de ninguna chica, me fui con un hombre e hicimos el amor

*Se cubre la boca*– ¿De verdad? ¿Y como fue eso...?

*Suspiro satisfecha*– No pensé que un hombre era capaz de tanto

*Se ríe*– ¡Por Dios, Elizabeth! ¡Jamás te creí capaz de eso! –*me mira*– Pero... ¿Por qué eso es el problema?

– Ahora tenemos un nuevo jefe en la empresa, cómo dijo Connor, pues ese jefe es nada más y nada menos que con quién estuve esa noche, Efraín Victorino

– ¿¡QUE!? –*grita*– ¿Te acostaste con el multimillonario italiano?

– ¿Yo que sabía que era él? ¡Además fue hace dos años!. Era lo menos que me imaginaba en ese momento

*Me sonríe*– ¿Es guapo?

– Te haré una pregunta, ¿es legal ser tan guapo?

– Entonces, ¿Te gusta ese Efraín Victorino?

– Solo pase una noche con el, pero cuando lo volví a ver... –*cierro los ojos*– Es algo que no puedo explicar

– Pues si, hermanita linda, te gusta

*Pongo mis manos en mí cabeza*– ¡No puede estar pasando!