A TRAVÉS DE LAS CARTAS

—Esto es una broma de mal gusto, te ah mandado Israel verdad, es un plan ideado por el?—menciona mezquino el castaño.

—Israel?, quién es el?—suspira—sé que es difícil para ti que otro chico se te declare, pero quería que supieras lo que has despertado en mi, soy gay Bastian no tengo miedo admitirlo, solo no me juzgues por favor, me enamoré de ti y sé que es amor porqué siento celos de ellas porque han logrado besarte, detesto a esa mosca que te abraza y se sienta en tu piernas; para eso estan las sillas o esta su novio, no entiendo si dicen que es bien celoso, porque contigo no, me senti celoso de que alguien más se te declarara y no haya sido yo, de que me confundieras y alguien más se aprovechará de eso por eso no quise esperar más para decírtelo, sé que no tengo derecho pero al menos dame la oportunidad como amigo—menciona frustrado.

Bastian lloraba no podía creer lo que estaba escuchando, por primera vez alguien se había fijado en el, y no cualquier persona, si no, aquel chico guapo, aquel chico de mirada profunda, un chico esta vez la declaración era de un chico, su tipo ideal….no podía creer que realmente esto le esté pasando, si era un sueño no quería despertar, y si era la realidad no quería que acabara en nunca…

—No llores por favor, tal vez te doy asco, pero no lo hago para obligarte a algo que no quieras, solo quería que supieras lo que siento y que al menos me permitas ser tu amigo.

El castaño no paraba de llorar, las dudas y miedos que tenia poco a poco se disipaban con cada palabra que salía de aquel chico con el que una vez fantaseó pero que olvidó porque erróneamente pensó que estaba interesado en su amiga….Ahora estaba frente a él declarándosele, confesando ser el autor de tan bellas cartas que guardaba y atesoraba porque tenían frases que le hacían sentir valioso y amado.

—No te juzgo, eres libre de ser lo que tú quieras, es verdad que estoy sorprendido y mucho, no entiendo tu interes por mí y no por mi amiga, si alguien más me lo hubiera dicho no lo creería, es mas aún tengo miedo de que pueda ser un broma, pero veo tu valor y determinación que hacen darme cuenta que eres sincero , valor que a mí me falta…—menciona Bastian entre sollozos.

—No llores, no me gusta verte así, no era mi intención ocacionar eso y no entiendo porque dices que no eres valiente, te eh visto como defiendes tus ideas en clases, en la cafetería, incluso hasta cuando haces deporte lo eres—comenta el pelinegro mientras con delicadeza limpia unas cuantas lágrimas del castaño.

—No lo soy porque tú sin miedo has dicho quién eres, y no temes al que diran, pero yo….yo me escondo de mi realidad detrás de esas 5 chicas que para ti son molestas.

—No te entiendo Bastian, dime que pasa, tenme confianza, no dudes de mí, jamás jugaría contigo ni te dañaría, dime que pasa a qué le temes!

—Tus padres saben que eres gay Ian?

—Si, claro que fue difícil pero contrario a lo que pensé, ellos me orientaron y me apoyaron, los amo son muy buenos, pero eso que tiene ver, que pasa, déjame ayudarte mi luz de luna.

—También soy gay Ian, pero a diferencia de ti, mi confesión trajo golpes, insultos, cicatríces en mi cuerpo y en el alma; ahora vivo una mentira, para poder estar tranquilo sin dolor con frases que me lastiman.

El pelinegro escuchaba todo mientras comenzaba a sentir como sus manos dolían de tanto apretarlas, sus ojos se llenaron de ira contra la persona que había dañado a su luz de luna como él le llamaba, supo lo que aquellas chicas hacían por él, el apoyo que le brindaban para ayudarlo, lo que hizo que cambiara un poco el concepto que tenía de ellas aunque Alanís no era su favorita.

—No tengo palabras para mitigar por lo que has pasado, es difícil, lo se, pero déjame intentarlo, déjame protegerte esta vez, dame la oportunidad de estar contigo y si piensas o sientes que no puedes, hasmelo saber, pero déjame intentarlo por favor….

—Tengo miedo, y si solo juegas conmigo y si no puedo darte más de lo que necesitas, vivirías con limitaciones a mi lado, serás un secreto más y no creo que puedas aguantar así y si…,

Unos labios lo habían callando, unos labios de los cuales no sintió rechazo al contrario era un sueño para él por fin se sentía correcto besar así, sin temores, de una manera tan tierna, el roce entre sus labios se sentía tan dulce que sin perder el tiempo correspondío audazmente mientras unos brazos sostenían su cuerpo, fue una sensación de plenitud, de sentir que todo estaba bien, que había encontrado su lugar seguro… “esto… es amar”, “así se siénte que te amen”…..