En Sus Brazos

Regresé al hospital y como me imaginé ya Alice y mi suegra ya estaban acompañando a mi mamá en la habitación que le asignaron a Abbi...

- Sebastián no descansaste nada?

- Alice no me puedo quedar tranquilo en el departamento sabiendo que mi Abbi aún no despierta, no se cómo sienta después de todo lo que pasó ayer.

- Hijo! Ella está mejorando satisfactoriamente, el doctor vino a chequear su herida y dijo que todo se ve bien...

- Sí, Sebastián además nos dijo que cuando despierte es normal que sienta mucho dolor, la operación fue bastante delicada y ella tiene que guardar mucho reposo.

- Bueno! Alice será que la tendremos que amarrar porque tú perfectamente sabes lo terca que es tu amiga...

- Bueno haremos todo lo posible por cuidarla, yo me puedo quedar con mi hija hasta que se recupere.

- Gracias suegra, yo estaré muy al pendiente de Abbi.

- Sebastián! Sé que lo que los llevo al divorcio no fue fácil para ninguno de los dos, también puedo darme cuenta de lo mucho que aún se aman... --acuna mis manos con las de ella-- Si mi hija llega a darte una oportunidad, está vez no la desperdicies.

- No se preocupe suegra, eso lo tengo muy claro.

Nos quedamos hablando de temas triviales, mi mamá trajo unas ricas galletas que acompañaba el café...

Abbi

Desperté y prácticamente no veo nada, cerré y abrí los ojos con mucho cuidado para acostumbrarme a la luz, por el olor y la vía que al mover mi mano me di cuenta de que tenía conectada pude deducir que estoy en un hospital y no estoy sola porque escucho bajas voces bastante conocidas...

- Abbi! Hija, como te sientes? --mi mamá creo que ni bien pestañee ya estaba a mi lado tomando mi mano--

- Mamá, estoy cansada y adolorida... --al instante ví a la Señora Marina, a mi amiga Alice y a Sebastián; todos con caras de preocupación--

- No es para menos amiga, ayer nos diste un gran susto...

- Que me pasó? --veo que todos se miran las caras desconcertadas y yo trato de moverme para acomodarme, pero me duele todo-- Ay, ouch! ¿Me pasó un camión por encima?

- Abbi, no recuerdas que fue lo que te paso? --lo mire confundida--

- No.

- Bueno! Amiga, ayer te atacaron y te hirieron, no sabemos más detalles...

- Abbi, amor pensábamos que cuando despertarás nos dijeras que fue lo que te pasó.

- Disculpen, pero no lo recuerdo...

- Bueno! Bueno, hija no te preocupes por eso ahora, lo importante es que te recuperes...

- Sebastián! Y Miguel, como está mi hijo?

- No te preocupes Abbi, Miguel --mientras toma con mucho cuidado mi mano y me sonríe, se le nota que está cansado-- Mamá lo dejo al cuidado de Rosa.

- Entiendo! Sebastián te ves cansado, si quieres... --no me dejó terminar cuando coloco su dedo tapando mi boca--

- No me moveré de aquí hasta que te pueda llevar a casa --me dio un suave beso y acaricio mi mejilla, no sé en qué momento todos nos dejaron solos en la habitación-- Me tenías muy preocupado mi amor. --mientras pega su frente a la mía--

- Ya estaré mejor.

- Sí, ya el peligro paso la operación fue muy delicada, tienes que tener un reposo estricto para que tu recuperación sea satisfactoria.

- Pondré de mi parte, porque no quiero estar tanto tiempo encerrada...

- Yo estaré contigo, te cuidaré día y noche.

- Sebastián! No es necesario, mi mamá y Alice me pueden cuidar.

- No te estoy pidiendo permiso, solo te lo estoy notificando, durante tu recuperación me mudaré con ustedes, estaré más tranquilo. --me volvió a besar y con mucho cuidado me dió un suave abrazo, la verdad es que me siento tan bien en sus brazos que no me quiero separar, Sebastián le transmite a mi corazón una conexión especial--

- Está bien!

Pase varios días en el hospital, hablé con mi tesoro...

¡📱¿Mami como te sientes?

📱 Hijo! Estoy mejor ¿Tú cómo te portas?

📱Bien, la tía Rosa me cuida muy bien.

📱 Si, la tía Rosa es adorable. Hijo en unos días ya estaremos en casa.

📱Yo te voy a cuidar muy bien mami, para que te mejores rápido.

📱 Gracias hijo, te quiero...

Sebastián pasó todo el día conmigo en la habitación del hospital, me ayudó en todo, desde darme la comida hasta ayudarme para ir al baño. Me tuve que apoyar en el porqué me cuesta caminar y no había nadie más con nosotros. Está herida me duele mucho, pero estoy segura de que siguiendo el tratamiento y el reposo al pie de la letra pronto estaré como nueva.

Al día siguiente por fin me dejaron salir de ese hospital, estoy agradecida con la atención de todo el personal, pero realmente no me gustaría regresar no hay nada mejor que estar en casa, en mi suave y comoda cama; llegamos a casa y mi príncipe ya me estaba esperando con los brazos abiertos...

- Mami te extrañé, Ya te sientes mejor? --mientras acaricia mis mejillas--

- Mi amor, solo verte hace que se me olvide lo mal que me siento... --lo abrace y bese-- Mi tesoro te quiero.

- Y yo mami...

- Miguel! Hijo, mami tiene que descansar y estar tranquila... Ven amor déjame llevarte a descansar.

Sebastián como enfermero es peor que mi mamá, las medicinas es a la hora exacta, las comidas, las meriendas, la siesta y hasta el baño, todo tiene su hora... Estos días me he sentido muy bien en compañía de todos, en especial con la compañía de Sebastián, que hasta a estado trabajando desde casa para no dejarme sola. Alice viene por unas cuantas horas, dice que todo está bien en la panadería; mi mamá y mi suegra se dividen las tareas para pasar el día haciéndonos compañía.

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