El Precio De Tenerla

Bruno llegó al restaurante con Anna, ambos platicaron un rato, Bruno intentó cambiar la cara y disfrutar de la compañía de Anna, que era muy agradable, ambos se rieron y estaban muy a gusto en compañía de una deliciosa cena, carne roja y vino blanco, y pensó que tal vez era buena idea formalizar algo con Anna, ya que con Amalia era imposible, y sabía lo mucho que Anna le amaba...

Amalia por su parte llegó a su casa, hizo la cena, pero al estar de pie y recargada cocinando, se acercó Simón, la pego completamente a él y comenzó a acariciarle las piernas, Amalia sabía por qué lado iba, pues Simón beso su cuello... Amalia estaba por sufrir otra violación, y claro que Amalia trato de resistirse, pero fue imposible, Simón era demasiado grande y fuerte para ella, mientras ella pasaba una noche de horror, Bruno estaba en una excelente compañía...

Al día siguiente Aurora quiso contarle a Bruno lo que le contó Amalia, pero Bruno había tenido una reunión con el juez de Italia muy temprano, así decidió esperar, Marco se quedó a cargo de la empresa lo cual era una cosa horrible, pues en solo un par de horas, era capaz de ser brutal con los empleados...

Amalia llegó, triste y cansada, así que decidió ir por agua para tomar una pastilla, al pasar por la oficina de Bruno estaba abierta y pudo notar que no estaba...

Regreso a su lugar y le sonrió a Angelo...

— El señor Darcy no vendrá? — Preguntó Amalia

— Más tarde, se reunió con el juez de Italia...

— Ahhhh ya entiendo!

Después paso Marco por ahí...

— Señor tienen que recoger una evidencia que quedó pendiente en el ministerio...

— Que se encargue otra persona, no tengo tiempo... — Respondió Marco con desprecio

— Es que siempre el licenciado Bruno se encarga los días jueves de eso...

— Pues no estas con tu Licenciado, estoy yo a cargo y no iré por nada!

Marco miró a Angelo

— Y la señorita Anna?...

— No ha llegado?... — Dijo Angelo muy extrañado y Amalia puso atención a la plática al escuchar eso

— No, por eso te estoy preguntando!

— La señorita Anna se reunió con el señor Darcy para ir con él juez...

Dijo la chica que era secretaria de Anna se encargaba de sus llamadas y de su agenda, Amalia sintió mucho dolor al enterarse que Bruno se había ido con ella, y que tal vez pasaron la noche juntos

— ¿Que?... y para que? — Dijo Marco enojado

— No sé señor... solo me avisó eso!

Marco se fue con la asistente de Anna muy enojado

Amalia se quedó mudá, y una chica se acercó a Angelo...

— Eso quiere decir que ayer pasaron la noche juntos!

Dijo riendo la mujer y Angelo se sonrió, mientras que Amalia estaba desconcertada

— Pues sí, él tiene que encontrar a alguien que le haga sentir especial y que le demuestre interés!

Dijo Angelo dándole entender a Amalia que eso debería de hacer con Bruno

— Sí, eso quiere decir que el señor está que se derrite por ella...

— No, alguien se tiene que esforzar mucho por esa relación, y no es precisamente el señor Bruno... por qué la que está enamorada es ella, no él...

Amalia al escuchar eso se tranquilizó un poco pero no del todo...

— Ya vete a trabajar anda — Dijo Angelo a la chica que estaba con él, y pudo notar que Amalia se quedó muy pensativa...

Después de un largo rato Bruno llegó y por supuesto que en compañía de Anna, al entrar él y Amalia se miraron mutuamente y sentía como si estuviera haciendo algo malo y tuviera que darle una explicación sobre Anna...

— Buenos días! — Dijeron Bruno y Anna...

— Buenos días...

Amalia lo miro con confusión y con súplica de una explicación, Angelo y Anna pudieron notar esas miradas de los dos...

— Señor! que bueno que llegó, hay que ir por la evidencia que quedó en el ministerio y guardarla en nuestro archivo...

Dijo el hombre y lo saco del trance

— ¿Cómo?, ¿Aún no has ido?... — Respondió enojado

— Se lo pedí al señor Marco pero dijo que el no iba a ir por nada...

Bruno se molestó mucho y fue hacia la oficina de Marco...

— Bruno, ¿Que vas hacer?...

Dijo Anna gritando y tanto Anna cómo Amalia y Angelo fueron tras él...

En esos momentos salió aurora de su oficina

— ¿Ya llego el señor Bruno?, lo escuché hablar

Dijo Aurora a Angelo

— Si, pero ahorita va a ver pleito con el señor Marco...

— Me avises cuando se desocupe... es urgente!

Angelo corrió y Bruno se metió en la oficina de Marco...

— ¿Por qué entras así a mi oficina?...

Dijo Marco enojado

— Porque soy el dueño absoluto, ¿Cómo ves?...

— Eres un intruso aquí y...

— Shhh! — Dijo Bruno y colocó su dedo en su boca para expresar la frase — Eso ya me lo haz dicho muchas veces, ya no te canses, porque aún así, yo soy el dueño absoluto, quiero que en estos momentos vayas por esa evidencia...

— Tu no puedes mandarme

— Claro que sí, por qué yo tengo asuntos que atender, ya veo que para quedarte como encargado unas horas no funcionas, ¿Así quieres tener tu el poder?...

— No voy a dejar que alguien como tú, me de una orden así y más para un mandado, tendrías que obligarme...

Bruno se acercó a él mientras que los demás observaban preocupados...

— ¿Quieres ver que si te obligo?...

— Quiero ver...

Bruno fue con furia hacia él, y lo agarró del cuello...

— Ve por esos malditos documentos!, o te llevo a rastras!

Dijo Bruno muy enojado

— ¡Tú no me dices que hacer!

Ambos se empezaron a empujar y a decir cosas y los que estaban presentes los comenzaron a separar...

— Basta Bruno no lo caigas en sus juegos!

Dijo Anna tratando de separarlo, pero Bruno no entro en razón, varias veces tanto ella como Angelo le dijeron que se calmara pero él no entendía, hasta que Amalia se acercó a él...

Puso su mano en el pecho de Bruno, cerca de su corazón y lo miró con ternura, Bruno se puso nervioso y se hizo para atrás tal como Amalia se lo pidió sin decir nada y con solo una mirada...

Angelo y Anna se dieron cuenta pero no dijeron nada...

— Yo voy por la evidencia señor, no se pelee más por favor!

Dijo Amalia con ternura y él no se pudo resistir

— Ese no es su trabajo señorita Amalia... — Respondió Bruno

— No se preocupe, se perfectamente cómo hacerlo, y me gustaría hacerlo...

— Hasle caso a la señorita Amalia... — Dijo Marco con risa

— Es lo mejor señor, no se pelee más... — Añadió Angelo

— Está bien, pero tú me las vas a pagar...

Dijo Bruno, salió muy enojado, y se metió en su oficina y Amalia fue con él...

— ¿Cómo voy para allá señor?...

— Amalia no es necesario, yo iré... pero agradezco que me hayas calmado y no me permitieras pelearme con él, le prometí a mi padre no tener problema con ellos, pero me lo hacen imposible....

— No se preocupe señor, entiendo...

Ambos se miraron fijamente y se sonrieron...