La mayor cobardía de un hombre es despertar el amor en una mujer sin tener la mínima intención de amarla, como curar aquellas heridas si es difícil de cerrar, y cada día el precio de vida es más difícil de pagar, después de alejar el dulce amor de su esposa, sin imaginar que su búsqueda en el amor termino cuando la conoció, de la cual la vida convirtió a Rafael Castro un mendigo del amor,
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Ya no te amo
Sara.
Me despido de mi tía, de mis primos y de mis amigo aunque me voy preocupada por Jhon, la traición es un arma mortal para nuestro sentimiento, aún recuerdo la traición de Rafael, nunca consumamos el matrimonio pero yo era su esposa legal, primero fue Leonela, cuando ella se fue tenía la esperanza de que el me mire, pero toda mi ilusión se fue al tacho de basura, especialmente cuando lo encontre con su secretaria teniendo relaciones íntimas.
Tendré que buscar la manera de olvidarme de Rafael y de ese inmenso amor que siento por él. ese amor que lo único que hizo fue lastimarme, un capricho tonto de adolescentes, aún recuerdo sus besos que en pocas ocasiones me dió, pero gracias a ellos conocí la ilusión,...ilusion qué se apagó después de la boda porque después no hubo besos ni palabras bonitas a lo contrario sus palabras fueron frías y grotesca, cerré mis ojos y solo los abrir cuando escuché decir al chófer servidos, abrí mis ojos y ya estaban en el terminal de la ciudad. Cuando llegue a Guayaquil, sentí como si estuviera en otro mundo, edificios grandes y muchos puentes, es la primera vez que estoy en esta ciudad, busque un taxi y le di la dirección, me llevo a una casa donde había habitaciones de alquiler, lo bueno que solo le alquila a estudiantes.
Sara---: Hola, hablé con la casera hace dos días.
Gloria---: Soy Gloria, gusto de conocerte te llevaré a tu habitación, el desayuno se sirve a la 7:30 a m. el almuerzo más tardar se sirve 13:00 Pm y la merienda a las 19:00 horas.
Sara---: Igual trataré de buscar trabajo, mientras estudio en la mañanas.
Gloria---: Me alegra. bueno con la cantidad que me depositaron te alcanzará para un año.
Sara---: ¡De verdad!
Gloria---: Si, está es tu habitación, lavandería está en la terraza.
Sara---: ¡Gracias!
Sara ingreso a la habitación, estaba tranquila porque su tía le pago un año su habitación con todo los beneficios que brinda la casona.
Sara---: Gracias tía, algún día te pagaré todo.
El resto del día lo dedicó a entregar papeles en la universidad, como era becada tenía muchos documentos que entregar, ya que su facultad estaba muy cerca de secretariado, ella estaba maravillada con los que sus ojos veían se distrajo tanto que no se percató que por dónde caminaba que chocó con una bella mujer que por poco cae al suelo, pero ella fue más rápida que la agarro del brazo para que no caiga.
Sara---: Lo...lo siento, es que yo estaba viendo lo hermoso que es todo esto.
Jenny---: Tranquila, cuando yo vine por primera vez también estaba así de anonadada.
Sara---: ¿Estudias aquí?
Jenny---: No, más bien vine a buscar a mi esposo, el es profesor ¿cómo te llamas?.
Sara---: Sara Mera.
Jenny----: Gusto en conocerte Sara yo soy Jenny (se va).
Sara sonrió aquella mujer fue muy amable otra en su lugar la hubiera insultado, camino hacia la salida pensando en su futuro y en especial en buscar un trabajo de manera urgente su tía le había pagado un año de alquiler, pero los pocos ahorros que tenía no era suficiente para vivir durante el tiempo que dure sus estudios, cuando estaba por salir se percata que un hombre se sostiene para evitar caerse que al acercarse aquel hombre estaba blanco como un papel y bastante sudoroso.
Sara---: ¿Se encuentra, bien?
Ricardo---: Si señorita gracias.
Sara---: Debería ir al médico no se ve bien de salud.
Ricardo---; No se preocupe, gracias (se sienta).
Sara---: Tome un poco de agua, le hará bien.
Mientras Sara ayudaba a Ricardo, en España, después de un buen descanzo en un hotel, Rafael buscaba la dirección de Leonela, cuando llegó al edificio el sonreía con emoción, marco su número teniendo la esperanza que ella le contesté pero fue en vano, ella no contesto, mientras miraba el edificio como deduciendo el número del departamento de su amada Leonela, un vehículo se estaciona en la entrada del edificio llamando la Atención de Rafael.
Leonela bajaba de aquel vehículo junto a un hombre alto, con tes blanca, cabellos claro y ojos azulado de buen parecer, los miro porque ellos se abrazaban y ella le daban muchos abrazos, ese gesto hizo que su corazón se rompiera como un cristal sus ojos se oscurecieron y sus lágrimas amenazaban por salir, ver a su amada Leonela que besaba al hombre con lo misma intensidad que algún día lo beso a él. En ese instante sintió que el mundo se le venía encima, quiso ir hasta donde ella y arruinarle su momento romántico quería cuestionarla, pero sus pies no respondieron la orden de su cerebro se quedaron estatico como una estatua más, como los monumentos que adornaban la ciudad de Madrid.
Leonela sonríe y se despide de su galán y al girar su cuerpo para ingresar al edificio se percata que Rafael estaba ahí parado frente a ella, ya no podía ocultar nada porque él había visto todo.
Leonela---: Rafa... ¿que haces aquí?
Rafael---: Vine a buscarte como lo prometí (serio)
Leonela---: Ven, vamos a la cafetería y conversemos.
Leonela tomo del brazo a un Rafael decepcionado que camino casi en contra de su voluntad.
Leonela---: ¿Que haces aquí?
Rafael---: Como dije antes vine a buscarte, (silencio) ¿porque Leonela?...
esta es la razón de no querer contestar mis llamadas.
Leonela---: Rafa, tu te cásate y estoy segura que no te resististe ante ella, yo tenía que hacer mi vida porque esperarte a qué te divorcies lo veía casi imposible.
Rafael---: Pero me divorcie, lo hice por ti porque tu eres la mujer que yo amo... te prometí que me divorciaría, pero al llegar aquí, me encuentro con esta escena.
Leonela---: Lo siento, pero yo..
Rafael---: Todo lo sacrifique por ti.
Leonela---: No es mi culpa Rafa, está es la vida que quiero, yo ya no te amo.
Rafael se pone de pies para irse y salir de la presencia de Leonela tras escuchar esa confesion, ella intento detenerlo, pero él sacudió el brazo en señal de enojo con ese gesto dió a entender a Leonela que no lo tocará, ella retrocedió con temor, porque el rostro de Rafael se había transformado, ya no era amable y sus ojos no la miraban con gentileza, el salió de la cafetería tomo un taxi de inmediato, pidió que lo lleve al hotel, mientras contenía sus lágrimas.
Al llegar al hotel, tomo el ascensor quería estar ya en su habitación porque el aire le estaba faltando y sentía desesperación y muchas ganas de llorar pero había gente a su alrededor de la cual se contuvo para que no lo vean sufrir por una mujer que no vale la pena, cuando ingreso a su habitación cerro la puerta y lloró amargamente postrado al suelo sin consuelo alguno.
Nota: FELIZ DIA A TODAS LAS MUJERES DEL MUNDO.