Mi Ardiente Chef

Bárbara

Fuimos a bailar una canción de reggaeton dónde varios hombres nos veían y hacían señas para que vayamos con ellos.

-Bien sexy perra como en los viejos tiempos- dije a Kim

-Oh yes baby!- respondió gritando

Comenzamos a bailar muy pegadas, todo aquel que nos viera pensaría que teníamos algo juntas pero no era así, simplemente eso llamaba la atención y nos quitaba algunos pesados de encima aunque los que tenían sus fantasías calientes en el pasado nos proponían tríos y cosas así.

Éramos las estrellas de la pista, las mujeres más sensuales y hasta Paulo a la distancia no nos quitaba los ojos de encima y sonreía de lado aun con el martini en la mano.

-Si las miradas ordenaran ya te tendría en cuatro y te daría con furia, lo traes loquito- dijo Kim riendo

-Jajajaja que siga esperando a que los cerdos vuelen

-Necesitas una buena follada y el está más que dispuesto y seguro lo tiene grande

-Callate estúpida, si te gusta ve por él, yo prefiero cualquier otro, con que sea guapo y caliente me conformo

-Le diría papito dame duro contra el muro o lento contra el pavimento, lo que sea. Además mira esos brazos, podría sujetarme como quisiera

-Jajajaja ve por el vaquera, todo tuyo- le di una nalgada y fue hacia él riendo a carcajadas

Mientras Kim le coqueteaba se me acercó un hombre de no más de treinta años, morocho, ojos verdes, alto y musculoso. Estaba más que bueno y yo soltera, que mejor que una aventura que merezca ser recordada con un bombón.

Comenzamos a bailar y cuando estaba por besarme apareció mí pesadilla que me giró bruscamente y me besó en la boca sin previo aviso.

Mí potencial acostón se quedó parado mirando la escena. El beso no se lo respondí claramente pero cuando decidió soltarme y habló no hizo más que empeorar todo

-Amor al fin te encuentro. Tu debes ser Ryan, el padrino del bebé que esperamos. Es un placer conocerte, hace mucho tiempo me habló de ti y coincidir aquí fue una fantástica idea- estiró su mano y le dedicó una sonrisa radiante

-Es un placer, me retiro, me llama mí amigo- hermosamente cobarde, que decepción

-Que lástima, te esperamos mañana a comer, será un placer tenerte con nosotros ¿Verdad amor?

-Tengo un compromiso, en otro momento será- hablo tan rápido y desapareció que no pude contestar

Lo empujé y le di tremenda cachetada pero el muy estúpido volvió a besarme. Cómo no me soltaba lo mordí y se alejó dejándome su sabor a sangre. Efectivamente lo había lastimado pero si creía que se enojaría estaba muy lejos de suceder

-Me encantan las mujeres salvajes, el sexo es maravilloso, ¿Quieres probar?

Mordí mí labio inferior -Si Pau, me encantaría- respondí con coquetería

-¿Nos vamos?

-Si pero tú a tu casa

-Tú cama o la mía, da igual

-Te vas a tu cama a dormir solito porque contigo me acostaré en otra vida. Kim está interesada, invitala a tu apartamento y te dará una noche memorable

-Me gustas tu, no ella

-Que pena, me gusta más ella que tú

-Sigue haciéndote la difícil, más disfrutaré la recompensa

-Si si como tu digas

Me fui molesta a buscar a Kim, otra noche arruinada en la que dormiría sola.

-¿Que pasó? Tenías que quedarte con él- hablé muy molesta

-No te quitaba los ojos de encima, me rechazó y me dejó ahí parada cuando te vio con quién estabas

-Si y ahora no dijo que soy su esposa sino que estamos esperando un hijo juntos, que el debía ser mí primo, futuro padrino del bebé y mañana lo esperábamos a almorzar

-Si que tiene imaginación y dotes de actor de Hollywood

-De no saber la verdad hasta me lo creía, maldito infeliz lo quiero matar

-Espero que sea a besos- murmuró en mí oído

-No precisamente, ¿Hasta cuándo arruinarás mí vida y me joderas mis posibles conquistas?

-Hasta que te decidas a darme una noche a mí

-Me tendré que meter al convento entonces. Entiéndelo, no me interesas

-Los que pelean se desean- dijo Kim muy divertida

-Callate, se supone que eres mí amiga y no me estás ayudando

Di media vuelta y salí lo más rápido que mis tacones me permitían. Llamé un taxi que pasaba por la calle y antes de que Paulo llegara hasta mí me subí y fui al apartamento muy molesta.

Llegué, me quite la ropa y me acosté a dormir pero varios minutos después los golpes en la puerta no me dejaron conciliar el sueño. Me levanté y por la mirilla vi que era el. Tomé una jarra de agua, abrí la puerta sin importarme estar semi desnuda y lo mojé completo, para completar le di una cachetada

-Espero que me dejes de joder y te vayas a la mierda

-Cuando acabe de irme a la mierda te llevaré a mí cama y te follare hasta el amanecer. Por cierto el azul te queda precioso- miró mí ropa interior y se dio vuelta para marcharse

-¡TE ODIO!- le grité y le arrojé la jarra por la cabeza antes de entrar a su apartamento y cerré con más fuerza de la necesaria la puerta

Volví a la cama y gracias a las paredes tan delgadas dijo para que lo escuche "Puedes resistirte y hacerte la difícil todo lo que quieras pero ya verás que tarde o temprano te tendré desnuda y dispuesta en mí cama"

-Sigue soñando imbécil- contesté para que me escuche

Escuché sus risas y luego silencio, seguramente se durmió, recién ahí pude descansar finalmente