Tu hermano iba a heredar el imperio de tu padre, pero por cosas de la vida te toca a ti. Será que podrás con todo.
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Un paso a la vez
Cómo dijeron los Moretti al día siguiente Antonio y su esposa se mudaron a mi casa yo tenía ojos y oídos en toda la mansión hasta en los baños, no podía dejar ningún lugar libre de vigilancia, como estaba planeado me fui a vivir a la casa pequeña dentro de la propiedad, nadie sabía de su existencia eso era lo mejor.
Comencé la vigilancia de la casa, ya habían pasado cinco meses, tenía todo controlado, seguí cada una de sus rutinas, Antonio nunca dormía con su mujer, los días martes y jueves llegaba bastante tarde, en cambio ella se la pasaba en la casa, durmiendo comiendo o si no salía de compras, bueno todos los días llegaba con un hombre diferente.
Los Moretti se habían convertido en los reyes de la mafia en Londres, pero pronto se iba a acabar ese reinado, como dice un refrán " subes como palma y bajas como como " y la última parte de ese refrán era cierto, ellos tendrían que caer.
Mi siguiente paso era deshacerse de mi falso yo, así que comencé a ir a la casa en la noche, me aparecía como un fantasma, le cambiaba las cosas, su ropa aparecía dañada y fotos mías aparecían de la nada, era muy divertido. Al principio no le prestó mucha atención, las cosas se movían de lugar, eso se lo adjudicaba a los empleados, pero la ropa, las fotos y los mensajes cambiaron todo. Estaba en el punto en que no salía de su habitación por miedo a encontrarse con el fantasma de un Ricci de verdad.
Para cuando logré ese efecto en ella habían pasado dos meses mas, y esa semana de mi estocada final con ella, Antonio tenía un viaje estaba sola en la mansión. Duncan y Noa me ayudaron mucho. Esa noche entre a su habitación, le coloque un paño con cloroformo y la dormí, cuando al fin se despertó estaba atada de manos y piernas en la cama.
- Hola falsa yo - Su cara se puso blanca como una hoja de papel. - Parece que hubieras visto a un fantasma.
- T... tu... tu no puedes estás viva. Nosotros estuvimos en el velorio, nosotros te matamos al igual que a toda tu familia.
- Te equivocas, yo sí estoy viva y estoy acá contigo, puede que hiciera un pacto con el mismo diablo y me trajo de.vueñta a la tierra de los vivos, si quieres puedes tocarme para comprobarlo.
- Que me vas a hacer, se que no eres capaz de nada eres débil como todos los Ricci, y como tú adorado Ezequiel.
- Segura, se nota que no me conoces de verdad, eso me pone un poco triste. - Me levanté de dónde estaba y me acerque a ella, saque un cuchillo de debajo de las cobijas y le corté la ropa dejándola completamente desnuda.
- Eres una pervertida, porque hiciste eso. - Ella trataba de soltarse pero no podía, parecía una rata en una cubeta, cuando está se calienta, tratando de salir de ese lugar.
- Por diversión. - Con la punta del cuchillo empecé a escribir los nombres de toda mi familia en su pecho y abdomen, pero el nombre más grande era el de Ezequiel.
- Perra te voy a matar, no habrá ningún lugar donde te puedas esconder de mi, ni de nosotros, somos los Moretti.
- Llevo meses escondiendome y ni siquiera los Moretti me han encontrado, pero está es la última ves que me escondo, porque hoy se van a enterar que Samantha Ricci Salvatore está más viva que nunca.
Con el cuchillo, comencé a hacerle cortes por todo el cuerpo, ella gritaba de dolor hasta el punto que trato de desmayarse pero no sé lo iba a permitir.
- Ya estas cansada de mis juegos.
- Me estás masacrando, por favor detente estoy muy herida.
- Eso no es nada. - Me coloque varios anillos en mis dedos y comencé a darle puños en la cara estaba tan concentrada que cuando me di cuenta, su cara era irreconocible. Me aleje de ella y me fui a bañar, ya que se había desmayado, y no era para nada divertido si ella estaba inconsciente, a la tarde siguiente se volvió a despertar.
- Dormiste bien - Su cara estaba irreconocible, no podía hablar muy bien, varios de sus dientes cayeron.
- Puta asquerosa cuando me suelte te mataré con mis propias manos.
- Todavía crees que saldrás viva de acá, tu hermano Víctor pensó que se podría salir con la suya y lo mate.
- Víctor te hizo sufrir mucho, cuando me enteré de su muerte jure que me vengaría de la pobre alma que lo hizo, y pues te quite lo que más amabas, a y otra vosita Antonio llegará pronto y te va a matar.
- Jajajaja no me hagas reír, en cuanto a tu marido yo se que ustedes no duermen juntos, ni siquiera te toca. Se que te toca pagarle a hombres para que tengan sexo contigo, porque nadie te quiere, eres una asquerosa perra, tu familia no es nada en comparación a la mía, y creeme que cuando acabe con usted, iré por su familia también, no puedo permitirme que vengan a hacer un intento de venganza.
- Como es que sabes de mi familia, y lo que pasa entre Antonio y yo.
- Desde hace más de cinco meses los vigilo, no me iba a quedar de brazos cruzados cuando yo soy la verdadera heredera, pero eso se acaba hoy tu vida es mía y la de sus familia también.
Saque de debajo de la cama un galón de ácido sulfúrico el cual lo verti encima de ella, se retorcía en la cama, gritaba mucho, se estaba quemando viva.
Yo solo me senté frente a la cama a disfrutar del espectáculo. Cuando terminó de gritar me di cuenta que ya había muerto, así que llame a Duncan y a Noa ellos me ayudaron a mover el cadáver hasta mi auto, y para poder dar un mensaje ellos me acompañaron hasta la propiedad de los Moretti, había poca seguridad los muchachos se bajaron conmigo y me ayudaron con el cadáver, lo deje en la entrada con una nota.
" Así quedará cada una de las personas que se metio con lo mío y me quito a mi familia y mi ser amado, ella es la falsa Samantha pueden corroborar su identidad, bueno si es que tienen éxito con eso, de ahora en adelante la verdadera Samantha Ricci Salvatore, los cazará."
Dejamos el cadáver tocamos el intercomunicador solo dijimos que era un paquete para Alexander, y nos fuimos no muy lejos, queríamos ver qué cara ponían. Cuando llamaron a Alexander este se puso muy nervioso y no sabía que hacer. Volvieron a entrar con el cadáver y nosotros nos fuimos a la mansión.
Con una menos, el camino era más fácil, a los dos días llegó Antonio a la mansión al darse cuenta de que no lo dejaban entrar no insistió y se fue. Era mejor así, me daba pena él, lo habían engañado desde hace tiempo, pero el lo sabía, aunque era duro con sus hombres y despiadado, pero con su mujer siempre era el más blando no tenía los pantalones para dejarla, más bien le hice un favor a él.
Pero bueno eso no venía al caso, yo ya había dado el primer paso. Para recuperar lo mío y acabar con los Moretti.