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Cuando Pase La Tormenta

Cuando Pase La Tormenta

Status: En proceso
Genre:Amor tras matrimonio / Malentendidos / Traiciones y engaños / La Vida Después del Adiós / Divorcio / Amor en la madurez
Popularitas:7.3k
Nilai: 5
nombre de autor: @ngel@zul

Una mujer de mediana edad que de repente se da cuenta que lo ha perdido todo, momentos de tristeza que se mezclan con alegrias del pasado.
Un futuro incierto, un nuevo comienzo y la vida que hará de las suyas en el camino.

NovelToon tiene autorización de @ngel@zul para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Una mentira con patas cortas

Mientras caminaba de regreso a mi escritorio, aún procesando todo, Lorena, una de las asistentes del taller de arte, se me acercó sonriendo de forma cómplice.

—¿Impactante, verdad? —comentó en voz baja, mientras organizaba unos folletos cerca de mí.

—¿Qué cosa, específicamente? —pregunté.

—El jefe —respondió con una sonrisa llena de picardía. Lorena era una muchacha que no tenía más de veintisiete años, era alta, delgada, rubia de ojos verdes. Muy bella, pero lo que tenía de bonita lo tenía de entrometida y chismosa. Yo hablaba con ella lo justo y necesario.

—Un poco... —admití, intentando sonar despreocupada.

Lorena soltó una risita y se acomodó el cabello tras la oreja.

—No te preocupes. Todos reaccionamos igual la primera vez que lo vimos. —Bajó un poco más la voz— Aunque te digo algo, nadie sabe mucho de su vida personal. Es como un misterio andante.

Fruncí el ceño, curiosa.

—¿Nada?

Lorena negó con la cabeza.

—Bueno en realidad sabemos lo básico. Que es muy guapo —dijo haciendo ojitos — Qué es viudo —agregó en un tono más serio — Por lo que me enteré perdió a su esposa hace unos años en un accidente. Después de eso, dejó su vida en Italia por un tiempo, se instaló aquí y fundó este centro como homenaje a ella.

No pude evitar que un pequeño nudo se formara en mi garganta.

¿Un hombre de aspecto tan rudo, con todo ese poder y frialdad exterior, había creado un lugar como este... por amor?

—¿Tuvieron hijos? —pregunté, casi en un susurro.

Lorena negó de nuevo.

—No. Eso dicen, al menos. Estuvieron casados pocos años. Ella era artista, de ahí viene todo el enfoque cultural del centro —Se detuvo un segundo, como dudando si debía decir más —A veces va y viene de Italia. Tiene negocios allá, propiedades... pero nunca se queda mucho tiempo en ninguno de los dos lugares. Hay quien dice que es como un marinero que no encuentra su puerto seguro.

Asentí, procesando toda esa nueva información. Era extraño cómo unos pocos datos podían cambiar por completo la percepción de alguien.

Alessandro Moretti seguía siendo mi jefe, y uno que imponía respeto como nadie. Pero ahora también lo veía bajo otra luz, era un hombre que cargaba con pérdidas y heridas que no se podían ver.

—¿Sabes si se va a quedar mucho tiempo por aquí? —indagué.

—No lo sé &respondió Lorena —nunca lo sabemos, a veces se queda unos días, a veces unos meses y una vez estuvo dos horas exactas aquí antes de ir de regreso al aeropuerto.

—Espero que no sea una persona que viva malhumorada todo el tiempo. Y que no tenga problemas con mi desempeño —comenté.

—No te preocupes demasiado —añadió Lorena con una sonrisa amistosa —Mientras sigas siendo responsable y trabajes como hasta ahora, no tendrás problemas con él.

Le agradecí el consejo con una sonrisa, aunque internamente sentí que ya era tarde para no preocuparme.

Esa tarde llegué a casa con una nueva expectativa, mantenerme en mi empleo sin que el señor Moretti tuviera de que quejarse.

Cuando entré tuve la sensación de que había algo distinto, y no me equivoqué. Cuando entré a la cocina, Alex y Luana estaban allí riéndose a carcajadas y preparando su merienda.

—Creo que estas no son horas para merendar —dije con una sonrisa que expresaba lo feliz que me hacía ver los de nuevo así, juntos, en casa.

—¡Ay, má! —exclamó Luana abrazándome con cariño —Mañana no tenemos clases, así que hoy podemos cenar un poquito más tarde... ¿sí?

—¡Yo te ayudo a preparar la cena! —exclamó Alex desde su asiento. Ladeé la cabeza sin comprender.—Me quedo con ustedes —agregó ganándose así una respuesta afirmativa de mi parte.

Y así fue, mientras preparábamos la cena los tres, charlamos sobre su día en la escuela, mi día en el centro cultural.

—Supongo que sí te piensas quedar aquí, es porque con tu papá las cosas están igual —le dije a Alex, él se encogió de hombros y no respondió.

Una vez que terminamos de cenar, ellos se fueron a mirar una película en su habitación mientras que yo terminaba de ordenar la cocina. Estaba sentada mirando por la ventana con una taza de café en la mano cuando la imagen del Señor Moretti se apareció en mi cabeza, sonreí recordando las palabras de Lorena, y tuve que darle la razón el hombre realmente era muy guapo. Y por primera vez desde que conocí a Charles me sorprendí pensando en un hombre que no era mi esposo.

No porque estuviera interesada en el señor Moretti, sí no porque antes, jamás, me había fijado en el atractivo que pudieran tener otros hombres. Como quien dice: Solo tenía ojos para mi esposo.

El sonido de mi móvil me sacó de mis pensamientos, lo busqué y al ver el nombre en la pantalla, no sé, me sentí rara.

Era Charles.

"Diga" —respondí en un tono neutral.

"Sam, hola" —dijo él con cierta inseguridad en su tono de voz.

"¿Cómo estás, Charles? —pregunté, porque de verdad me interesaba saberlo. A Pesar de todo no quería que él se sintiera mal.

—Estoy bien —dijo, luego hubo silencio por unos minutos —¿Alex está contigo? —preguntó, fruncí el ceño sin entender como podía preguntar si nuestro hijo estaba conmigo, ¿acaso Alex no le había dicho que vendría a casa?

—Sí, él está aquí —respondí —Pensé que lo sabías, porque él dijo que se iba a quedar a dormir con nosotras.

El silencio fue bastante incómodo, y comprendí que algo no estaba bien

—Bueno, pues resulta que Alex y yo tuvimos una pequeña discusión esta mañana —respondió y pude notar la vergüenza en su tono de voz —Lo estuve llamando para hablar con él, pero no me atiende él teléfono.

—Entiendo... ¿Quieres que lo llame para que hablen, o que le diga algo? —pregunté, ya que no me gustaba la idea de que ellos estuvieran enojados.

—No. Mejor mañana paso por él y luego lo hablamos—respondió, y sin darle tiempo a nada más me despedí, no necesitaba que intentara nada para acercarse.

La mañana siguiente me levanté con la duda de que habría pasado entre Alex y Charles como para que mi hijo no hubiera dicho nada. Así que decidí que cuando se levantara le iba a preguntar al respecto.

Las horas pasaron, y como era sábado los chicos se levantaron bastante tarde. Pero cuando lo hicieron ya les tenía el desayuno listo, amaba esta rutina de sábado, por suerte mi horario de trabajo de los sábados me permite hacerlo.

—Anoche llamó tu papá —le dije a mi hijo cuando ya habíamos terminado de desayunar.

—Bueno —respondió restándole importancia.

—¿Por qué discutieron? ¿Qué pasó? —le pregunté, él me miró durante unos minutos y tras un largo y cansado suspiro...

—Le reclamé por estar poco tiempo conmigo, no le gustó, y nada más. —dijo, pero algo me decía que sí había algo más. No quise indagar al respecto, conocía a Alex y sabía que en algún momento me lo iba a decir.

Eran cerca de las once de la mañana, me estaba alistando para ir al Centro Cultural cuando oí él timbre sonando. Le grité a los chicos que se fijaran, y cuando ya estuve lista bajé.

Mientras bajaba las escaleras alcancé a escuchar parte de la charla, no muy amistosa que mi hijo y su padre estaban teniendo.

—Pero, Alex. Ya te expliqué como es eso —le decía Charles en un tono un tanto alterado.

—Y yo lo entendí perfectamente —replicó Alex.

—Entonces ¿por qué no regresaste al departamento? —Espetó Charles.

—¿Para qué? Para estar malditamente solo, ¿o para verte llegar con esa mujer?

Cuando pronunció esas últimas palabras entendí algunas cosas.

—¿Qué mujer? —pregunté imaginando la respuesta.

—Sam... —murmuró Charles, yo seguía mirando a mi hijo esperando su respuesta.

—Una qué papá llevó la otra noche —dijo —Una qué según me dijo hace tiempo está con él y también me dijo que por ella fue que ustedes se separaron.

El corazón se me aceleró mil latidos en una sola vez, yo lo quería que mis hijos supieran lo que había pasado, no ahora, mucho menos así.

—Entiendo —dije consternada.

—¿Tú sabías de esa mujer? —me preguntó Alex, asentí con un movimiento de mi cabeza.

—¿Por qué no nos dijiste? —intervino Luana desde la puerta de la cocina mirando de mí a su padre con angustia.

—Porque no hacía falta hacerlo —le dije.

—Mejor vámonos, Alex —dijo Charles — lo hablamos solos.—agregó intentando tomar su brazo, Alex se hizo a un lado.

—Lo siento, pero no —replicó —Me quedó aquí con mamá y Luana.

1
Guillermo Peralta
ke lindo ojalá se den una oportunidad ambos
Alicia Marin Silva
poco a poco Alessandro baja las barreras🤔🤔
Emperatriz Reales
Esta novela me encanta
Clemen Franco Arevalos
Uffff q capítulo fuerte y de mucha tristeza!! 🌹🇵🇾💐
Alicia Marin Silva
Alessandro sal a la luz eso puede ayudarte ,,ayudarse mutuamente ella está saliendo de un abismo también
Emperatriz Reales: A veces tenemos q dejar la puerta o la ventana abierta así sea una hendija, para q la luz entre en tanta oscuridad
total 1 replies
Emperatriz Reales
Te amo sam, pero sigo con ella mientras tu
Emperatriz Reales
Ella piensa mucho, q deje ese hombre con su frialdad, total es un frizer
Emperatriz Reales
Bueno cada quien carga su cruz acuestas, q se dedique a sanar y salir adelante
Emperatriz Reales
Quien sabe q mas va perder charles por oji alegre
Emperatriz Reales
Lo q ella d3be hablar con sus hijos, son casi adultos y deben saber, no entiendo eso de ocultarle las cosas a los hijos
Milagros Suarez
Se le tan bonito, pero no entiendo que pasa para que él, le sea Infiel según un comentario que leí y además el mismo título de la historia, Cuando Pase La Tormenta
Seguiré leyendo
Gracias @Angel @azul
Gloria Esperanza Mondragon
felicitaciones, está muy buena la novela
mariela
El problema es que cuando una base de una relación se rompe como es la confianza no hay forma de volver a confiar en esa persona y más después de haber pasado por tanto Charles tiene que asumir que no la amabas tanto y tienes todavía una relación con la tal Annette así que asume que destruiste tu matrimonio y la relación con tus hijos.
mariela
Massimo Moretti estás luchando contigo porque Samantha está derribando ese muro que tienes alrededor y tienes miedo de perder el control porque que pasó en tu pasado para ser un hombre tan frío y neutral.
mariela
Charles perdiste a Samantha ahora quien se está colando en sus pensamientos es el frío y serio de Massimo Moretti será que se curan mutuamente de sus corazones magullados veremos qué pasará.
Alicia Marin Silva
vamos por más capítulos
Alicia Marin Silva
excelente
Yohana patricia Aguancha
Y la crisis de los 40 que no enrede con la cuñada
mariela
Charles perdiste no solamente tu matrimonio de 20 años ahora también el respeto y confianza de tus hijos por esa mujer.
Alicia Marin Silva
al principio es un amor muy bonito sigo leyendo 😌
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