Dos corazones y una historia
La felicidad siempre incomoda a quienes son infelices. Un gran amor es interrumpido por la envidia y las intrigas. Ayla guarda secretos del pasado; su corazón insiste en proteger un amor que resiste al tiempo. Yuri, un atleta famoso y riquísimo, no entrega su corazón a ninguna mujer. Ambos se reencuentran años después, pero el orgullo, el dolor, los secretos y los resentimientos... causados por la supuesta traición e injusticia, ¿lograrán superar el amor? Ven conmigo, descubrámoslo juntos.
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Capítulo 18
Yuri llegando a Ryan
- Hola Ryan – dice Yuri sentándose a su lado.
Ryan abre los ojos de par en par, muestra una sonrisa gigantesca, parece estar frente a la persona más importante del mundo y para él, quizás lo sea.
- ¡Holaaaaa! ¿Eres tú mismo??? ¡No puedo creerlo! ¿De verdad eres tú? – pregunta y habla Ryan\, impresionado\, ya que Yuri es su ídolo en el fútbol.
Yuri
Cuando sonríe, es muy ella. La sonrisa es totalmente suya. Y su alegría me contagió de una manera diferente.
Siempre me pasa esto, pero no sé, esta vez fue diferente.
Lo que me llamó la atención fueron sus ojos, me recuerdan a alguien, pero no sé a quién... y son marrones. Debe haber heredado de su padre, los de Ayla son azules. Y ni siquiera me recuerda del ascensor, creo que no me vio ese día.
No paraba de hablar y estaba súper emocionado.
- ¿tu papá no pudo venir? – pregunta Yuri.
- no\, no conozco a mi padre – dice Ryan.
- ¿No lo conoces? – pregunta Yuri.
Yuri
No debí haberle preguntado eso, se me salió antes de darme cuenta de lo estúpida que era la pregunta, claro que es un niño, ¡debe estar triste! Yo lo estaría.
- no. Mi mamá dijo que se fue y hasta hoy no ha vuelto. – dice Ryan seriamente.
- lo siento\, si quieres participar\, puedo ir contigo\, ser tu pareja – dice Yuri.
Ryan salta abrazando al ídolo.
- sí\, quiero mucho\, nunca participo y tú eres el mejor de todos – dice Ryan emocionadísimo.
Yuri
Pu*a, cuando me abrazó, me sentí extraño y ya he recibido muchos abrazos de niños, admiran mi fútbol y con él fue diferente, esto está muy extraño.
Me obligo a sonreír porque estaba saltando y cuando los otros niños me vieron, dejaron a sus padres y corrieron todos hacia mí.
Después de hablar un poco con ellos, explico a Damiano que haría la actividad con Ryan.
Y yo que pensaba que no podía ser más extraño, el niño tiene la misma visión de juego que yo. Claro, dentro de sus límites, yo ya he aprendido mucho, jugué muchos campeonatos, copas del mundo, competiciones y gracias a Dios me destaqué en todas.
Veo que este niño además de talento se parece demasiado a mí, esto me está volviendo loco...
Realmente me divertí con Ryan, hicimos gol para nuestro equipo, fue un juego entre padres e hijos, él estaba tan feliz que Pu*a, ¡mi corazón estaba extraño!
Después hice lo mismo, camisetas, autógrafos, fotos...
Tomé una foto con él y fue ahí cuando me impactó, se quitó el gorro y Ca**jo, tenemos el mismo color de pelo y sé quién tiene esa mirada. Yo...
Él me abrazó y no sé por qué Mie**a lo levanté, ¡quería levantarlo! Tomamos una foto y en eso los locos de mis amigos vinieron y acabaron tomándose otra con nosotros.
Veo a Ayla entrando, vino a buscar a su hijo y ella necesita contarme del pasado.
Ayla
Entro en el gimnasio de la escuelita de fútbol, para recoger a Ryan y casi caigo, cuando veo a Yuri poniendo a Ryan en el suelo, estaba en sus brazos. Dios mío, ¡mi corazón se acelera en cuestión de segundos!
Ryan está sin el gorro y Yuri me mira y viene en mi dirección. ¡Maldita sea!
Ah, mi ángel, ¿necesitabas esto? Travieso tuyo, sabes que le iba a contar, ¿era necesario hacer esto?
En eso Ryan llega saltando y su alegría me deja sin saber qué decir.
- ¡mamá! ¡Mira quién vino! ¡Mi ídolo\, el mejor de todos los jugadores del mundo! ¡Yuri! – dice Ryan todo emocionado.
- qué bien hijo\, me alegro que te haya gustado\, estoy muy feliz por ti\, ahora necesitamos irnos\, me cuentas en el coche – dice Ayla.
- está bien – dice Ryan sonriendo.
En eso Yuri logra acercarse a ellos, porque los niños lo detienen en cada paso que da. Ayla y Ryan ya estaban saliendo, cuando Yuri la llama, obligándola a detenerse.
- ¡Ayla! – la llama Yuri.
- sí – ella responde.
- hola\, ¿todo bien? – pregunta Yuri.
- sí\, todo bien\, discúlpame\, pero estoy atrasada\, - dice Ayla saliendo y una vez más él la llama.
- Ayla\, necesitamos hablar – dice Yuri.
Ayla
Él habla y mira a Ryan. ¡Maldita sea! No quería que fuera así, pero bueno... No hay más escapatoria, debe haber conectado las cosas, más aún después de ver a Ryan sin gorro y jugando.
- Sí Yuri\, necesitamos hablar\, pero no ahora ni hoy. Si puedes llámame a la empresa mañana y lo arreglamos – dice Ayla.
- De acuerdo\, mañana por la mañana te llamo – dice Yuri.
Ayla apenas espera a que él hable y sale con Ryan.
Yuri
¿Será? ¿Será que él es mi hijo?
Vuelvo donde están mis amigos. Nos quedamos un poco más allí con Damiano y algunos padres. Luego nos vamos y como vinimos juntos, estamos en el mismo coche.
En el coche
- hermano\, creo que tu sueño se hizo realidad – dice Rinaldo sonriendo.
- ¿sueño? – pregunta Yuri.
- sí\, dijiste que si Ryan fuera tu hijo sería un sueño - dice Rinaldo.
- Pu*a\, Rinaldo\, también lo encontré parecido a mí – dice Yuri.
- ¿parecido? Hermano\, él juega como tú\, mismo color de pelo\, ojos\, para ser honesto solo tiene la sonrisa de Ayla – dice Fausto.
- Detalle\, estábamos mirando y caminan igual. No sé\, creo que deberías aclarar esa duda – dice Rinaldo.
- tienes que hablar con Ayla\, además ella está aún más guapa – dice Fausto.
- solo no te golpeo porque eres mi amigo Fausto y sí\, hablaré con ella. – dice Yuri.
- todavía no la superas\, vi en la fiesta del sábado que casi te peleas con Bruno – dice Rinaldo.
Ellos llegan a la empresa de Yuri, habían dejado los coches allí.
Salen los tres, cada uno en su coche. Iban a un bar.
Yuri
Habíamos quedado en ir a beber y charlar un rato, pero esta duda me está matando.
¿Fui tan idiota con Ayla? ¿Realmente Ryan es mi hijo? Tendré que aguantar hasta mañana, pero mañana ella tendrá que hablar conmigo.