— Melisa espera. — La llamé pero me ignoró. — Melisa por favor. — Tomé su brazo. — Tú sabías que ésto podía pasar. — Ella me observo y negó con la cabeza. Luego jalo su brazo.
— ¿Qué sabía? ¿Qué sólo me veías cómo la opción de repuesto? ¿eso debo saber?
— Eres mi amiga, mi socia.
— Yo quería más. Y tú, me has cambiado por una colegiala. — Dijo con rabia.
— No te cambie, entré tu y yo nunca ha habido nada.
— ¡Por qué tú no has querido! — Gritó con desesperación. — Pero siempre has sabido de mis sentimientos por ti. — Sus ojos se pusieron llorosos. — Te has comprometido con una niña de 21 años, la pregunta es por qué. ¿La amas? ¿o es que te casas con ella para que te dé su virginidad?
— No sé de qué hablas.
— Te escuché hablando con Ramiro. Dijiste que es la primera vez que conoces a alguien virgen con esa edad y belleza.
— No es lo que piensas. ¿Creés que me casaría con ella por una razón tan tonta?
— No lo creó. Si esa fuera la razón te habrías casado conmigo hace mucho tiempo
NovelToon tiene autorización de Regina Cruz C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
"Necesito estar sola"
... Los invitados empiezan a llegar a la mansión. El señor Fernando es quién los recibe. Cuando llega Emily trata de ser amable, pero en serio le molesta esa chica.
— Buenas tardes señor. — Saluda ella amablemente.
— Buenas tardes Emily.
— ¿Dónde está Diego?
— El...
— Amor ya llegaste. — Diego llega con ellos y abraza a su prometida. — Te ves preciosa.
— Gracias amor. Tú estás muy guapo.
— Ven. Quiero darte algo.
— Es tu cumpleaños. ¿No debería ser yo lo que te dé algo?
— Ya me lo darás. Vamos por ahora.
— De acuerdo. Con su permiso señor.
— Estás en tu casa. — Los enamorados se retiran. Por mucho que don Fernando intenta sentir aprecio por Emily, simplemente no puede. Hay algo muy extraño en ella. Algo que le molesta mucho a él. — Mi hijo la ama. Esa debería ser una razón suficiente para tolerar su presencia. — Se dice el en voz alta. Luego continúa recibiendo a sus invitados. Cuando piensa que todos han llegando, se sorprende con la aparición de Melisa.
— Buenas tardes don Fernando. — Ella saluda un poco apenada, pues todavía teme que el le reclamé lo que hizo.
— ¿Melisa? Hace mucho que no te veo. ¿Cómo has estado? — Don Fernando muestra interés y preocupación por ella.
— Bien, gracias. ¿Y usted?
— Ahora que te veo entera me siento mejor. Temía que estuvieras llorando por el tonto de mi hijo.
— ¿De verdad se preocupó tanto por mi? — Melisa no puede creer que ese hombre se preocupe tanto por ella. — ¿No está molesto por lo que hice?
— ¿Tomar esa decisión te hizo bien?
— Si.
— Entonces no estoy molesto en lo absoluto. Eres como la hija que nunca tuve. Lo más importante para mí es que estés bien.
— Muchas gracias don Fernando. — Melisa le da un abrazo.
Emily observa lo que está pasando y le pregunta a Diego si el la invitó. Esté le jura que no lo hizo.
— Seguro fue mi padre. ¿Te molesta que ella esté aquí?
— No amor. Está es la casa de tu padre. Tiene derecho a invitar a quien el quiera.
— Es mi cumpleaños. Y si te molesta le diré que se vaya.
— No. De verdad no me molesta.
Diego ve con admiración a Emily, le encanta su forma de ser tan dulce y amable, el le recuerda lo mucho que la ama y le da un beso. Al separarse ve a Roberto caminar hacia Melisa y tomar su mano. Luego lo ve ir dónde sus padres y hablar con ellos.
... Roberto llega junto a su familia. Melisa está nerviosa pero no lo hace notar. Cómo siempre su rostro es tranquilo y seguro.
— Mamá. Papá, ya conocen a Melisa, ella y yo estamos saliendo desde hace un tiempo.
— ¿Con ella? ¿Estás loco o qué? — Su hermana es la primera en comentar.
— Yulisa cálmate. Yo no te digo que hacer con tu vida. No opines sobre la mía.
— Hijo. Tienes todo mi apoyo. — Thalia se molesta con la actitud de su esposo. No le parece que apoye esa relación. Pero por ahora no puede decir nada.
— Gracias papá. Sabía que contigo si podía contar.
— Melisa. Eres una mujer excepcional. Me da mucho gusto que seas la novia de mi hijo.
— A mi me da mas gusto. Su hijo es un caballero, y ahora se de quién heredó esa virtud.
— Se hace lo que se puede. — Dice el hombre con una sonrisa.
... Diego observa todo desconcertado. Espera que no sea lo que está pensando. Roberto y Melisa continúan hablando unos minutos con su padre y luego van con Diego. Melisa se esfuerza en mantenerse serena, fuerte y relajada.
— Diego. Creó que no es necesaria una presentación. Ya conoces a Melisa.
— ¿Ella es tu novia?
— Si. La mujer que amo.
— ¿Por qué estás haciendo ésto? — Pregunta Diego a Melisa. Está se pone muy nerviosa.— Dijiste que te mantendrias alejada de mi. Me lo juraste. ¿Y ahora eres novia de uno de mis mejores amigos?
— Yo no quería venir. Tampoco me interesa estar cerca de ti. — Ella vuelve su mirada a Roberto. — Te dije que no era una buena idea. Llévame a mi casa.
— Amor.
— Si no quieres me voy con Rodrigo. — Melisa suelta su mano y se va. Roberto no tarda en reaccionar y da la vuelta para ir con ella.
— Espera. — Diego lo detiene.
— ¿Ahora que?
— Ella te está usando para...
— ¿Para estar cerca de ti? — Pregunta Roberto burlon. — No te equivoques. Ella me quiere.
— Ahora dice que te quiere. Pero lo que realmente quiere es separarme de Emily.
— No es así. Melisa ya te supero.
— ¿Y por qué reaccionó así?
— Por qué le molesta que a pesar de todos estos años, las experiencias que vivieron, y las múltiples veces que te ayudo, tu sigas teniendo una mala opinión sobre ella.
— Por qué la conozco.
— No la conoces. Siempre la has juzgado mal. Siempre has tenido prejuicios sobre ella. Pero se acabó, yo la voy a defender de quien sea. Ella será mi esposa.
— ¿Qué estás diciendo?
— Lo que escuchaste. Adiós. Amigo. — Roberto sale muy molesto, cuando llega al patio el auto de Melisa ya no está. El busca su teléfono y le marca. Melisa no contesta su llamada. Pero si le envía una mensaje.
"Necesito estar sola"
"Te daré tu tiempo, no olvides que te amo"