jazmín Ross es una joven alegre, dulce y con muchos sueños pero su vida se verá envuelta en una serie de circunstancias que la llevarán a tomar decisiones que cambiarán su vida por completo....pero en este duro camino conocerá el verdadero amor.
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miedo al amor
Después de entrar a su casa jazmín se acercó a la ventana para esperar a que Sebastian se marchara, mientras observaba como el auto se alejaba recordó sus palabras y su cara sonrojada y no pudo evitar dejar escapar una pequeña sonrisa. Era bastante tarde, la casa estaba oscura y todos dormían eso era lo que ella pensaba, de repente sintió que alguien se le acercó por la espalda y le susurró
-¿qué estás mirando?
Jazmín se pegó tremendo susto e intento gritar, pero Hannah le puso la mano en la boca y le hizo señas para que hiciera silencio porque sus padres ya estaban dormidos, salieron para la habitación de jazmín y una vez allí Hannah soltó la carcajada
-¡debiste ver tu cara hermana!
- Hannah, estoy embarazada, no vuelvas a hacer eso, es peligroso ... jazmín estaba un poco molesta... - ¿porque estás aún despierta?
-Estaba preocupada por ti, era tarde y no habías llegado así que decidí esperarte... -Ya te contesté, ahora tú podrías contarme ¿por qué estabas espiando a tu jefe?; está pregunta la hizo con perspicacia
-no estaba espiando... solo... solo... ¿Y desde cuándo tengo que darte explicaciones?, estoy muy cansada y tengo sueño así que por favor sal de mi habitación, estás últimas palabras las dijo señalando hacia la puerta
- ok, como estás muy cansada, no te voy a contar algo que ví hace un momento, ¡hasta mañana!
- estoy segura de que mueres por contarme, así que solo dilo para que ambas podamos descansar
Hannah salió corriendo y se lanzó a la cama de jazmín como una niña pequeña
- cuando el auto llegó salí para ver si eras tú, pero nadie bajó del auto, entonces tuve mucha curiosidad y me acerque más, tú estabas dormida y él te observaba, pero no te miraba como un jefe mira a una empleada, te miraba con ojos de cariño y ternura... Creo que le gustas ... Sus carcajadas eran tan escandalosas que jazmín tuvo que hacer seña para que bajara la voz
-¡Deja de decir tonterías! Y vete a tu cuarto, necesito descansar mañana tengo que trabajar
-ok jaz yo sé lo que vi, pero si no me quieres creer allá tú
-Hannah ya no somos unas niñas que creen en cuentos de hadas y que el príncipe azul va a llegar a nuestras vidas y vamos a ser felices por siempre está es la vida real, yo solo soy una empleada y el es mi jefe, lo único que tenemos en común es el trabajo, en estos momentos tengo demasiadas cosas en que pensar así que saca esas ideas de tu cabeza y deja de ver mariposas y flores por todas partes o ¿no recuerdas lo que sucedió con jake, o lo que sucedió con Andrew?
Hannah salió a su habitación sin decir una sola palabra, a jazmín le dolió ser dura con ella y traer a memoria lo que le hizo Jake, pero eso era un recordatorio para que pusiera los pies sobre la tierra, y también era un recordatorio para ella misma no podía darse el lujo de andar haciéndose ilusiones, después de lo sucedido con Andrew no quería pensar en relaciones amorosas que al final solo la harían sufrir, solo de recordar todos esos días grises después de que Andrew destrozará su corazón, sus sueños y sus ilusiones, ya no le quedaban ganas de creer en el amor; aunque no lo admitiera abiertamente tenía miedo de volverse a enamorar y que la volvieran a lastimar; aún estaba recogiendo los pedazos de su corazón, tratando de escribir una nueva historia y habían heridas que necesitaban sanar, en estos momentos en lo único que quería enfocarse era en su embarazo, en hacer bien su trabajo, que su bebé naciera bien y que no le faltara nada, lo demás no importaba.
