Diana es una mujer que llegó a la gran ciudad cuando apenas era una adolescente, tuvo que trabajar en diversos oficios, hasta que conoció a Lucas, el hombre que la llevaría a conocer el mundo de las Damas de compañía...
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Viajando a Latinoamérica.
Teodoro.
Dejé a mis abogados encargándose de los papeles de divorcio, menos mal no cometí la locura de casarme con Constanza por la Iglesia, sería mucho más tedioso todo. Tendría que mostrar las pruebas de su infidelidad y aunque no hemos tenido la mejor relación en estos últimos tiempos, no quiero exponerla.
Es gracioso, rechacé la posibilidad de estar con Diana porque mi prejuicio de creerla una mujer fácil, me decía que ella podía serme infiel, y mira nada más, recibí engaño de parte de la mujer que yo sobrevaloré porque supuestamente viene de una buena familia.
Que tonto he sido.
Ahora debo vivir con la certeza de que nunca más veré a Diana.
Como les venía diciendo, debo viajar a Latinoamérica, para ser exacto, a Chile, donde me mostrarán cómo funciona la empresa mercantil de ellos.
Edgar y yo subimos al avión privado de la compañía de seguridad, que es solamente mía, nunca se sabe si vamos a necesitar seguridad de más. Al ser alguien tan influyente como lo soy, los enemigos siempre están rondando. Aunque en lo personal siempre me he considerado un hombre tranquilo sin miedo a andar de aquí y allá.
Luego de interminables horas de vuelo, aterrizamos en la capital chilena. Ya los tres socios incluyendo a esa mujer, cuyo nombre no recuerdo.
- Bienvenidos a Ciudad Santiago, los llevaremos al hotel para que descansen por hoy, mañana los llevaremos a la compañía principal para que conozcan sus instalaciones. - nos comenta el socio más mayor.
- ¡Gracias! - decimos al mismo tiempo, Edgar y yo.
Así fue, nos instalaron en nuestras habitaciones, ambos fuimos hospedados en las dos suites del hotel. Ya me había quitado la parte superior de mi atuendo, cuando la puerta es tocada con delicadeza. Camino hacia el recibidor de la suite y abro la puerta, pensando que es Edgar, para mi sorpresa es la nueva socia.
- Hola señor Montes, venía a ver si se le ofrecía algo. - me dice de manera sugerente.
Es gracioso, estas mujeres que se hacen llamar de alta sociedad, siempre se están ofreciendo, cosa que jamás hizo Diana, mi dulce Diana. Yo siempre fui quien la buscó, quien le pedía que me diera atención.
Que poco la valoré, me arrepiento de eso.
- La verdad no, solo quiero descansar, fueron muchas horas de viaje. Así que, hacerme el favor de permitirme estar solo. - se que siempre soy un capullo, pero me molesta que sean tan ofrecidas.
Su gesto cambia a uno de total vergüenza. No me da pena, ella se ha hecho una idea errada sobre mí, creo que mi manía de mirar a las personas fijamente, suele dar impresiones poco acertivas de mi personalidad.
- Disculpe si fui inoportuna, le dejo descansar.
La veo marcharse rumbo a los ascensores. Cierro la puerta y regreso a la habitación, me acuesto boca arriba mirando al techo. A mi mente llega la imagen de unos hermosos ojos claros que llevo años añorando volver a ver.
- ¿Dónde estás mi hermosa Diana? - susurro hablando a la nada.
Con ese pensamiento me quedo dormido. Al entrar al mundo de los sueños me encuentro tomándola de nuevo en mi cama, sintiendo su aroma y el sabor de sus besos. De fondo suena una canción, no logro recordar su letra cuando despierto, siempre es lo mismo. Justo en este momento puedo escucharla y comprender lo que dice.
🎼🎵🎶🎼🎵🎶
Yo te sigo si me dejas todo vale baby its better to let go
Pa' donde se fue tu amor
De haber sabido que en las buenas saltearías sin pensar de este vagón
Si caminamos en la mala y olvide pegarte el corazón
Fue mi error.
Ella mueve sus labios a medida que va sonando la canción.
🎶🎵🎼🎶🎵🎼
Acuérdate acuérdate acuérdate
Que fuimos uno y caminamos en la misma dirección
Ya no me dejes solo en este mundo por favor
El paraíso sabe amargo sin tu amor.
La veo levantarse de la cama donde los dos estamos y se aleja, saliendo por una puerta, mientras yo me desespero y salgo a buscarla, pero ya no está.
Abro mis ojos y veo que ya amaneció, sé que soñé con Diana, aunque nunca logro recordar que sueño exactamente.
Con un poco de pereza me levanto, me meto al baño para alistarme pues a las 9:00 am. Debemos salir rumbo a la compañía mercantil. Este viaje debe ser muy productivo, ya que la próxima semana debo ir a Santander España para abrir un convenio con el banco principal, que será donde se recaude la mayoría de las ganancias de este nuevo proyecto.
